Review SmackDown Live 12 de marzo de 2019

Review del show de esta semana de SmackDown Live

Review SmackDown Live 12 de marzo de 2019

Sergio Esteban

14/03/2019 a las 16:43

Promo inicial.

Interesante segmento para comenzar el show, en el que Shane McMahon certificó su paso a rudo de manera muy convincente. Siempre se ha manejado bien el heredero de Vince en esta faceta y es muy lógico que sea él quien la interprete, tal y como han sucedido los acontecimientos. Este hecho conlleva ver a Miz de face, lo cual impide que Mike explote su mejor versión, la que le ha hecho famoso, pero también es un soplo de aire fresco en su manera de proceder y un experimento que es comprensible que se quiera poner a prueba.

Volviendo a Shane, su promo fue muy coherente, porque en ella profundizó en su manera de ser arrogante, amenazante con el anunciador, engreído al vanagloriarse de sus logros y chulesca al creerse superior a los demás, cosa que realmente es, al ser uno de los dueños de la compañía. McMahon sacó sus mejores armas para caer mal y obtuvo buenas reacciones, calentó a la grada y vendió el duelo frente a The Miz en WrestleMania, ya que hay una historia detrás y cierto hype en ver como se desenvuelven ambos en el magno evento para cerrar la herida abierta.

El único problema es el de siempre, y es que Shane volverá a tener su foco individual en la vitrina de los inmortales, ocupando el puesto que podrían tener otros hombres con una calidad muy superior a la suya. Suplirá sus carencias con spots espectaculares, acciones arriesgadas y su carisma en contraposición al de Mizanin, pero sigue teniendo poca explicación que año tras año luche en la cartelera del show más grande, relacionándose con otros grandes wrestlers que podrían estar haciendo otras cosas.

The Hardy Boyz (Matt Hardy y Jeff Hardy), Aleister Black y Ricochet vs. The Bar (Cesaro y Sheamus), Nakamura y Rusev.

Absoluto caos el que se formó en esta pelea, aunque ya era previsible al ver el número de luchadores implicados en la misma. Al comienzo, hubo en pequeño dominio face, pero rápidamente los heels mostraron su solidez. Los Hardy y los novatos de NXT son wrestlers muy llamativos y que se combinan de vez en cuando, para un mayor lucimiento, pero en general son más individualistas, factor que aprovecharon unos villanos bien coordinados para hacerse con el control de la contienda. Fueron más contundentes y se turnaron para atacar con golpes más recios a Jeff en primer término y a Ricochet después. Aunque el pequeño cruiserweight se defendió mejor y fue muy escurridizo.

Sin embargo, en la segunda parte de la pelea llegó el batiburrillo propio de estos encuentros múltiples. Primero con una secuencia consecutiva de finishers, en la cual estuvo a punto Jeff de conseguir el triunfo para su conjunto. Y después en una batalla en la que los ocho se dieron con todo, sin orden ni concierto, sin respetar relevos, ni nada por el estilo. En ese instante caótico es cuando aparecieron los componentes de New Day, a recibir el apoyo de los fans, para limpiar el ring de luchadores y para protestar ante Vince por los últimos sucesos que les han pasado.

En definitiva, un relleno que no lleva a ningún lugar, pero bien ejecutado, que entretuvo a los espectadores y que dejó a Kofi y a su grupo de nuevo over ante la audiencia. Al no haber resultado final, nadie queda ni muy bien ni muy mal, a la espera de lo que hagan con ellos, ya que pueden acabar todos en algún combate múltple de este estilo con alguna estipulación o en la batalla real de todos los años, si es que se produce. Habrá que ver que ocurre en las siguientes semanas.

Promo de AJ Styles y Randy Orton.

Muy buena promo, en la que no se complicaron la vida y consiguieron llamar la atención de forma efectiva. Ambos representan a dos mundos opuestos, así que simplemente valía con que cada uno argumentase por qué es más grande que el otro, para estructurar discursos que generasen debate en los fans. Los dos estuvieron muy seguros y me gustó, especialmente, la implicación de un Randy que mostró intensidad en sus palabras, cosa que no es común observar. Desde su punto de vista, él es quien lleva años en WWE, quien ha hecho mucho más que Styles por la compañía y quien siempre ha tenido que lidiar con la presión de ser un estelar en el escenario más grande. Pero a la vez, no deja de ser verdad lo que comentó AJ, que había tenido siempre ayudas, facilidades para destacar y su poder desde joven le había permitido desarrollarse sin pasar penurias.

En la parte de Styles, hubo menos agresividad, pero un convencimiento y una defensa de su postura, también notables. Sacó a relucir sus esfuerzos en las indies, la capacidad de sacrificio y la fortaleza necesaria para llegar a estar donde está, sin que nadie le haya regalado nada. Aunque también es cierto que los argumentos de Orton en su contra tenían su razón de ser, ya que durante muchos años ha estado en otras empresas (salones de bingo, llegó a decir específicamente), no ha tenido un papel fundamental en la historia del show azul, exceptuando la reciente y no se ha visto sometido a la misma presión en su carrera que Randy. En definitiva, dos gigantes que chocan, con sus razones y sus motivaciones, vendiendo un enfrentamiento que puede ser muy atractivo, sobre todo para los fans más clásicos que hayan visto la evolución de los dos durante este siglo.

Asuka vs. Sonya Deville.

Lo mejor es que el potencial de esta lucha, aunque se vieran simples pinceladas en cinco minutos es tremendo y fue un espectáculo agradable mientras duró. Lo peor, es todo lo demás. Sonya es una wrestler muy sólida y que bien bookeada puede dar un buen duelo ante la japonesa. La mejor opción posible de las chicas que quedan libres en SmackDown para retar a la campeona. Además, Asuka también se vió desenvuelta en las ejecuciones, al estar más segura de que Deville podría reaccionar mejor a sus ataques, lo cual dió una fluidez al combate bastante reseñable. Sin embargo, hubo cosas negativas.

El desenlace fue horrible. Muy malo, la verdad. Por el hecho de que es una repetición a la inversa de lo que pasó en Fastlane y por la forma de ser interpretado por Mandy y Sonya, que hicieron que quedara muy falso. Seguramente no querían equivocarse, pero todo fue muy antinatural, demasiado forzado. A nivel de storyline, tampoco es que la cosa vaya mucho mejor, porque parece que la importancia del guion recae en la disputa interna que hay en el grupo heel. Asuka venció, pero salió de la escena sin ser realmente relevante, ya que el foco en el post-match se lo llevó la confrontación entre Deville y Rose. Podría llevarnos todo esto a una triple amenaza en WrestleMania pero, aunque así fuera, el título de SD sigue importando bastante poco y parece que estuviéramos en el camino hacia un PPV secundario, no hacia WrestleMania.

Y, por último, puntos menores que tampoco fueron muy convincentes, como la rendición de Sonya, que podría haber perdido de otro modo o la sensación de que Mandy sigue liderando por encima de ella, cosa que se comprende por el impulso que le están dando a Rose, pero que parece cada vez una decisión más errónea, a tenor del rendimiento sobre el ring que ha ofrecido cada una.

Promo de Becky Lynch y Charlotte Flair.

La promo es bastante buena, porque ambas realizaron discursos coherentes. Llamaron la atención en base a la realidad, como pasó en el segmento de Orton y Styles, explotando las mil posibilidades que presenta la storyline, pero la impresión general fue de que este enfrentamiento verbal no estará entre los más recordados de las dos. No es que sobre, pero la rivalidad es tan profunda y hay tanto contenido, que parece que a mucha gente está empezando a saturar todo esto y están empezando un leve declive, en el favoritismo de los fans. Por supuesto, no es un efecto preocupante todavía y esperemos que no se acentúe en estas semanas, hasta llegar al magno evento, pero es cierto que el punto álgido de la historia parece haber pasado ya y los espectadores ahora parecen diversificarse hacia otros sitios.

No obstante, es innegable la lógica y lo que siguen generando ambas, en especial Lynch. Habló con seguridad, como si hubiera sido ella la que hubiese manejado la situación con Ronda y que la campeona de Raw fuera la inocente que ha caído en sus provocaciones. Es una actitud que le pega muy bien y a la que respondió Flair, también con convicción y coherencia. La acusó de tener una buena racha con el público, pero se definió a si misma como un producto más duradero, que lleva años en lo más alto, lejos de ser una moda como la pelirroja. Precisamente eso es lo que ha hecho que la gente empatice más con la irlandesa, que merece esa oportunidad, pero una Charlotte egocéntrica y chulesca también vende mucho, y más con su poderío al micro.

Aunque, por encima de otros factores, lo mejor de todo fue ver a Becky Lynch sin muletas. Independientemente de las palabras de cada una. Fuera de que no sea demasiado normal que tras todos los ataques que ha recibido esa pierna, en vez de agravar la lesión, se haya curado. Llegados a este punto, da igual, y es mucho mejor ver a Becky sana, al 100% y sin limitaciones, para que la lucha de WrestleMania pueda desarrollarse como debe.

Samoa Joe y Andrade “Cien” Almas vs. R-Truth y Rey Mysterio.

Combate muy divertido, con gran ritmo y en el que todos se lucieron, mostrando la buena salud de la que goza el midcard del show azul. Hubo ejecuciones complicadas, fluidez y un sentido en cada acción, lo que permitió disfrutar del espectáculo, pese a que ya se habían peleado en varias veces anteriores estos wrestlers. R-Truth tuvo momentos bastante destacados, recibiendo castigo, pero sobre todo atacando y demostrando que puede enganchar con la grada sin problemas. Hizo su clásico moveset, combinado con el de Cena y tuvo bastante protagonismo en la primera mitad de la contienda. Eso sí, en la segunda mitad desapareció un poco y en el post-match fue masacrado por Joe, pero consiguió ganar la lucha, aunque fuera de forma indirecta. El conteo real fue a favor de su compañero: Rey Mysterio.

El mexicano estuvo muy activo, evitando los golpes de los contrarios y siendo muy efectivo en la aplicación de sus acciones típicas. Sigue originando más reacciones que nadie y el triunfo ante un hombre tan poderoso como el campeón USA, lo impulsa de nuevo con credibilidad. Ganó por roll-up, pero considerando el tamaño de su enemigo y lo bien que lució, es un gran resultado para él, se mire por donde se mire. Andrade aportó solidez y profundidad al combate, tanto en ataque como en defensa. Fue el catalizador de la lucha y focalizó instantes muy llamativos, aunque ninguno de ellos decisivo. Su labor sobre el ring sigue siendo intachable y es positivo para él no haber sido el sacrificado esta semana. No se llevó la victoria, que fue para los faces y terminó aplastado por su compañero en un arrebato de furia, pero al menos salvó los muebles con una digna actuación. 

Y Samoa Joe, pues fue una fuerza devastadora, muy dominante en el match y dando sensación de peligro, como lleva haciendo estas semanas. Cayó derrotado de forma directa y eso nunca es agradable para un campeón, pero su actuación en el post-match, plena de agresividad, atacando a todo lo que se movía, dió esa impresión de bestialidad que tanto le hace imponer. No es su mejor noche, pero ese fin de segmento lo dejó medianamente protegido, coronando unos muy buenos minutos de show.

Daniel Bryan y Erick Rowan vs. Kevin Owens y Mustafá Alí.

Mal planteamiento para una lucha que no estuvo mal, pero que no mejoró en nada la rivalidad, ni los status de nadie. Bueno si, el de Rowan, que es precisamente quien menos lo necesita. A mi es un luchador que no me parece capacitado para tener tanto protagonismo y me hubiera gustado más un papel así para Luke Harper pero, independientemente de eso, es que ahora no es el mejor momento para promocionar a un escudero, cuando se debería estar fomentando la imagen del campeón, que no es que esté teniendo una racha muy importante de triunfos.

La pelea fue por y para Erick, con el gigante dominando a placer en los primeros minutos. Los faces solo reaccionaron cuando Bryan estaba sobre el ring, aunque también es cierto que Daniel tuvo buenos instantes en la ofensiva. De todos modos, parece que esos periodos de control del campeón vinieron propiciados por Rowan, como si fuera dependiente de él para ganar, lo cual no lo posiciona como un campeón fuerte y creíble. El equipo de Bryan ganó, él fue un wrestler sólido y ejerció bien su papel, pero la sensación que deja un bookeo de este estilo es bastante extraña.

Mientras, en el bando de los chicos buenos, los dos fueron superados con claridad por el subalterno de Daniel. Owens comenzó bien la batalla, pero sucumbió con facilidad ante la potencia física del villano. Y Mustafá, además de verse muy inferior a Erick, fue el que se llevó el conteo, en una derrota sin paliativos. En definitiva, promoción para quien no debería ser promocionado en este momento, independientemente de gustos personales y un combate que tenía gran potencial, pero que se vió muy ralentizado para dejar a Rowan que se luciera como una bestia imponente.

Promo de Kofi Kingston y Vince McMahon.

Muy buena promo para finalizar el show, pero que puede parecer un poco excesiva por los condicionantes que se pusieron de cara a la semana que viene. El gimmick de Kofi es evidentemente el de underdog querido por la grada y que va contra la autoridad, que no confía en él y le pone retos insuperables. Pero hay que ajustar muy bien esos desafíos para que no se fuercen las cosas y sigan un curso natural. Es decir, la clave del ascenso de Kingston ha sido el apoyo popular ante los méritos que ha hecho, sin que nadie fuerce a los fans a querer al jamaicano. Si se extreman las cosas, eso es un arma de doble filo, que puede amplificar la emoción del público o puede generar el efecto inverso, causando desinterés ante un bookeo tan increíble, propio de Superman.

De momento, lo que podemos juzgar es la promo final de la noche y, en ella, Vince estuvo muy bien, como siempre, mostrándose seguro, despiadado y poco dialogante. Un heel de libro, papel que ha interpretado en mil ocasiones. Frente a él, Kofi habló de su trayectoria, de su implicación con la empresa, de los años dedicados al oficio y de su hijo, en un discurso tan emocionante como efectivo. Una promo de buen nivel y que finalizó con el reto que le puso McMahon al integrante del New Day. Será parte del combate titular de WrestleMania, por el cinturón de Bryan, si derrota consecutivamente en la misma noche a Cesaro, Sheamus, Orton, Joe y Rowan.

Es un desafío de proporciones épicas y que creo que sería mejor que no consiguiese. Así sería más querido por la grada, mostrándose muy humano, y se pondría en valor al heel que lo derrotase e impidiese que accediera al magno evento. Además, no se humillaría a los últimos rivales en salir, que quedarían tocados en su credibilidad. Porque, hablando de credibilidad, ni con ayuda de Big E y Woods sería lógico que venciera a los cinco oponentes. De todas formas, buen segmento, con una promo más que aceptable y despertando interés en ver el show de la próxima semana.

Nota del show: 6,5

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