Review SmackDown Live 19 de febrero de 2019

Review del show de esta semana de SmackDown Live

Review SmackDown Live 19 de febrero de 2019

Sergio Esteban

20/02/2019 a las 16:47

Promo inicial. 

Inicio de la velada con una promo en la que se profundizó aún más en la adoración que Miz parece sentir hacía Shane McMahon. El fondo de la cuestión tiene un sentido práctico, como es conseguir una opción de revancha por los cinturones en FastLane, donde Mizanin actuará como local. Pero el camino para lograrlo vuelve a ser esperpéntico con una nueva humillación de un hombre que tiene títulos y hasta un main event de WrestleMania en su currículum, para ensalzar la figura del jefe.

Fue bochornoso ver como Mike se echaba la culpa de todo, pedía perdón por lo que había hecho el domingo y agradecía a Shane como si fuera un ídolo salvador que se apiadaba de un pobre diablo. Es un gimmick que puede funcionar hasta cierto punto y origina buenas reacciones, por el gran micro que tiene The Miz, pero que no deja de ridiculizarlo cada vez un poco más, hasta crear una imagen de él bastante triste. De todos modos, esa pena le sirve para seguir siendo protagonista y tener sus oportunidades. Una oportunidad que, por cierto, parece que solo vale en un caso que incluya a un McMahon. Supuestamente las cláusulas de revancha iban a ser eliminadas y no se activaban de forma automática, pero en el caso de Shane, podría decirse que siguen ejecutándose como en el pasado.

Miz llevó la promo y como siempre que lo hace, obtuvo buenas reacciones, hasta que aparecieron los Usos a vacilar, portando sus títulos. Su actitud trató de ser heel y fanfarrona, pero se quedó un poco a mitad de camino. El público no los odia y parecen secundarios en toda esta historia, de la que los fans esperan ver algún cambio en el bando face, en forma de traición. Un comienzo de show correcto, sin nada especial, pero que cumplió con las expectativas. Eso si, dejando a Mizanin cada vez más lejos de donde debería estar, a la espera que reaccione y vuelva a ser el que solía ser. 

Aleister Black vs. Andrade “Cien” Almas.

Este combate, sin dudas, me pareció el peor planteado de los que incluían a todos los debutantes de NXT. No soy muy fan de que los wrestlers anden vagando sin nada que hacer y simplemente se exhiban, como están haciendo los hombres provenientes de la marca amarilla, pero el problema principal de esta lucha fue elegir como sacrificado a Andrade. Vencer al mexicano es un impulso poderoso para Aleister e impone más que triunfar ante un don nadie, pero la sensación que queda para el Ídolo es bastante pobre. Y no es culpa suya, sino de quien quema tan rápido los personajes y deja de apostar por ellos a las primeras de cambio, porque ese lugar sin rumbo en el que está Almas tras esta derrota, podría pasarle a Aleister en unas semanas. Faltan historias y buenos bookeos para aprovechar el talento y eso se lleva por delante a cualquiera, por muy bueno que sea.

Lo mejor, sin embargo, fue el nivel de la pelea. Una vez que despojamos al match del significado que conlleva el resultado, tenemos una lucha muy digna, entre dos hombres bastante atractivos sobre el ring. Alternativas, intensidad, buenas ejecuciones, técnica, agresividad y una gran química entre ambos. Fue un enfrentamiento entretenido y con el público muy metido en todo momento. Ambos lucieron bien, con instantes de control y sabiendo recibir el castigo, aparentando ser resistentes. Quizás el final fue lo más flojo, ya que aunque la secuencia definitiva fue espectacular y el finisher de Black es muy vistoso, tanto ese golpe, como el que se dió previamente Almas con el esquinero podrían haber quedado mejor.

De todas maneras, un muy buen combate y con un resultado que muestra la confianza que hay, a priori, con Aleister, pero que deja a Andrade en mala posición. Venía de un periodo al alza en su rivalidad con Mysterio y esto es un paso atrás, ante un novato, aunque no hace tanto que el mexicano salió de NXT. Esta derrota podría haber sido para alguien al que no le afectase la credibilidad, como Shelton Benjamin, por ejemplo. Por cierto, como última curiosidad, no deja de ser llamativo ver a Zelina gritar contra su pareja. Se produjo esa combinación y muchas miradas recaían en ella por la situación de la vida real, aunque se disimuló todo perfectamente.

DIY (Johnny Gargano y Tommaso Ciampa) vs. The Bar (Cesaro y Sheamus).

Muy buen combate, quizás un poco por debajo del visto frente a Revival en Raw, pero que tuvo un storytelling que permitió disfrutar más de lo que pudimos ver. The Bar ningunearon a los chicos nuevos desde una promo en backstage, hasta incluso dentro de la misma lucha, en los primeros minutos de combate. Se sentían superiores y provocaron que la grada viera a DIY como unos underdogs a los que apoyar. Indirectamente estaban menospreciando también a Revival, ya que si pensaban que estos hombres eran inferiores a ellos y la noche anterior habían ganado a Dash y Dawson, los campeones del show rojo tampoco parece que sean muy respetados.Pero el caso es que hubo una historia que contar.

Los faces se mostraron combativos y guerreros, sorprendiendo a los confiados heels y esto provocó que la cosa se calentara y subiera de nivel. Movimientos combinados, ataques efectivos, agresividad y orgullo en una pelea que estuvo a la altura de lo esperado. Con Gargano, Ciampa y Cesaro sobre el ring es difícil que salga una batalla aburrida, y también Sheamus se adaptó a las circunstancias. La única nota negativa a destacar fue una mala caída del irlandés, de manera accidental, sobre la pierna de Tommaso, lo cual pudo causarle una lesión al siciliano, pero esperemos que solo sea un susto. Al final, pues lo previsible cuando se quiere promocionar a un conjunto como una nueva fuerza a tener en cuenta. Un triunfo limpio, pero por roll-up y no dejando demasiado mal a los ex-campeones por parejas de SmackDown. Sigue sin convencerme la alianza entre Gargano y Ciampa, pero su rendimiento en combates largos es bastante bueno y aportan credibilidad.

Una credibilidad que tampoco es que pierdan en demasía Cesaro y Sheamus. Es cierto que al igual que en el caso de Andrade, son luchadores en plenitud y muy aprovechables, pero ellos ya han sido campeones y se han hundido y levantado un montón de veces, por lo que poner over a otros no les pilla de nuevas. Hubiera preferido a Gallows y Anderson en ese papel, pero ofrecieron una buena contienda y su forma de perder no fue deshonrosa, sino de manera sorpresiva cuando estaban confiados y habían demostrado ser superiores física y tácticamente en muchas fases del encuentro.

Asuka vs. Mandy Rose.

El efecto colateral más visible de la tremenda apuesta que hay por Ronda, Becky y Charlotte es este. La ausencia de retadoras creíbles en SD, ya que las main eventers están en la historia del título de Raw y las otras luchadoras convincentes (Sasha, Bayley o Nia), forman parte de aquel róster. Apenas quedan wrestlers a la altura en el show azul y cualquier retadora, parece poca cosa para Asuka. En ese contexto y viendo las opciones disponibles para ocupar ese sitio, no me parece mala la idea de dar un push definitivo a Mandy. Prefiero a Sonya por cualidades atléticas y la técnica que ha demostrado pero, por lógica, la rubia estaba siendo mejor posicionada que la morena y era coherente que fuera Rose quien tuviera la oportunidad.

De la promo previa a la lucha, mejor no hablar, porque volvió a ser la constatación de las carencias de Asuka al micro. Muy sobreactuada, dando voces y sin decir más allá de dos frases consecutivas, lo cual sigue limitando muchísimo la creación de historias en torno a su figura. Salió a cortarla Rose, acompañada de Deville y pronto se dió comienzo a un duelo en el que la japonesa dominó sin demasiados problemas en los primeros instantes. Esa superioridad se vió cortada puntualmente con algún rodillazo de Mandy, pero el control en la mayoría de la contienda fue para la Emperatriz. Sin embargo, hubieron varios factores que despistaron a la nipona y le costaron la derrota.

El primero de ellos fue la salida a escena de Lacey Evans para darse su paseíto pertinente, sin hacer nada más, lo cual puede indicar que Mandy sea una transición y ella pueda intervenir en esta rivalidad para ganar su opción titular. Y el segundo fue la estrategia de Mandy, que fingió una lesión ocular para sorprender a la campeona y vencerla cuando estaba distraída. Como primer paso para fomentar la credibilidad de Rose, no está mal, porque fue inteligente haciendo esas trampas y su victoria protegió a Asuka, sin que venciera la rubia de manera contundente. Eso sí, tampoco es que suba su status demasiado realizando ese tipo de acciones. Quedan semanas para ir mejorando y que la gente compre a Rose como retadora así que, de momento, pese a ser una opción poco llamativa, creo que es un buen punto desde el cual la rivalidad puede ir creciendo.

Ricochet vs. Eric Young.

Este tipo de luchas es el que creo que no perjudican a nadie y permite una presentación en sociedad de los nuevos talentos sin hacer daño. Es una pena decir algo así de Sanity, pero realmente es que no están haciendo nada, y están siendo muy desaprovechados. Obviamente merecen más como conjunto, pero dada la situación que tienen, pues tampoco importa que eleven a un nuevo talento, ya que si no es por eso, ni siquiera aparecerían en pantalla. Y, una vez más, vimos las dos caras de Ricochet en un match. Es la cantinela que le persigue a lo largo de su carrera, pero es que es muy evidente cuando pelea.

Los primeros minutos fueron una exhibición atlética, muy valorable en el aspecto técnico y con ejecuciones vistosas, pero totalmente carentes de emoción. Son spots visualmente agradables, pero que a veces parecen hechos por hacer, porque sí, sin un sentido ni una finalidad, sin contar nada. El público de hecho, reaccionaba mas a la performance de Young, que se implicó bastante en la lucha y lució bastante bien. No dominaba, pero daba una buena contraparte y trataba de buscar artimañas para decantar a su favor una balanza que ya sabíamos todos que no iba a lograr equilibrar. Su performance fue más que digna y la aparición de la sangre en el duelo también aportó un poquito del dramatismo que no se estaba consiguiendo transmitir. Sin embargo, en la segunda parte del enfrentamiento, cuando la cosa se calentó y se acercaba el desenlace, los spots de Rico ya si que fueron mejor acogidos. Es un talento impresionante el del novato, pero le falta esa profundidad para rellenar minutos iniciales de las peleas sin aburrir. Con el tiempo evolucionará o, al menos, debería hacerlo.

Para terminar, pues se vió la previsible victoria del face con una serie de secuencias preciosas, coronadas con un finisher espectacular. Un triunfo que no impacta como si hubiera llegado frente a un rival de mayor calado, pero que le da exposición a Rico, muestra sus virtudes y no perjudica demasiado a Eric. Sanity sigue vagando sin rumbo, pero eso es algo que ya hemos asumido muchos, por desgracia, así que tampoco esta derrota de Young supone ningún cambio de status reseñable para el stable.

Daniel Bryan, Randy Orton y Samoa Joe vs. Kofi Kingston, AJ Styles y Jeff Hardy.

Combate de transición hecho por y para Kofi Kingston. Tal fue el protagonismo del jamaicano, que cuando consiguió la victoria final, fue subido a hombros por Woods y Big E, cuando los otros ganadores del match (AJ y Jeff), apenas salieron en pantalla ni para celebrar. El foco sobre Kofi fue absoluto, tanto a lo largo de la noche con promos, como en la misma pelea. Realizó saltos contra todos sus enemigos, puso en aprietos a un Randy al que tuvo dominado y se vengó del campeón en la fase decisiva, ganándole en un cara a cara.

Los 10 días más increíbles de la carrera de Kofi, que tienen como recompensa una oportunidad titular en FastLane. Me parece justo, porque obtiene grandes reacciones, tiene una gran trayectoria detrás y puede ofrecer una lucha de gran nivel frente a Bryan. Pero creo que su coronación debería esperar a un momento menos importante del año y recibir este premio en una época en la que hubiera menos en juego, como en verano u otoño (meses de Summerslam o Survivor Series, que en el hemisferio Sur será invierno y primavera jeje).

Respecto al resto de participantes en la lucha, destacaron Daniel y Orton. El primero porque fue el que mejor entendió la contienda, hizo trampas, buscó como ayudar a su equipo y dió grandes instantes in-ring, pero fue quien se llevó la derrota directa. Esto beneficia la imagen de Kingston, pero el campeón vuelve a caer y, aunque se agradezca su disposición a hacerlo, ya le ha pasado en demasiadas ocasiones en su reinado. Mientras, The Viper también tuvo buenos momentos de lucha e interactuó bastante con Kofi, evocando épocas pasadas. Como cambian los tiempos…

Los demás, pues pasaron sin pena ni gloria. Por establecer un orden, el más destacado podría ser Styles, que atacó de forma convincente cuando recibió el relevo. Joe intentó aplicar la contundencia cuando pudo, pero su papel fue bastante secundario, casi testimonial. Y Hardy, pues fue el eslabón más débil del grupo face, quien sufrió el mayor castigo y, aunque aportó solidez y profundidad al enfrentamiento, su actuación se redujo a favorecer el lucimiento de sus compañeros cuando estos combatían contra los heels, que lo estuvieron martirizando durante gran parte del combate.

Nota del show: 6,5

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