Review Monday Night Raw 11 de febrero de 2019

Review del show de esta semana de Monday Night Raw

Review Monday Night Raw 11 de febrero de 2019

Sergio Esteban

12/02/2019 a las 18:00

Promo inicial.

No es que sea un mal comienzo del show, pero la promo inicial de esta semana parece un nuevo giro de tuerca, innecesario para contar una historia que debería ser más sencilla. Está bien que para establecer a Becky como puntal, sea apoyada por heels poderosos que la pongan over, pero en este momento la irlandesa puede volar sola y toda esta historia que envuelve a la autoridad, además de ser un poco repetitiva, obstaculiza lo que todo el mundo quiere ver, que son las interacciones entre Lynch y Rousey. La actitud de Steph y HHH fue ambigua desde un principio. Por un lado trataron de apoyar a Becky, le pidieron disculpas y renovaron su confianza en ella, mientras que por otro le exigían un perdón que dejara a la pelirroja doblegada ante su poder. Parecían mirar por la prosperidad del producto, pero sin dejar de ser unos villanos que necesitan alimentar su ego. No estuvo mal ejecutado el discurso, pero lo ví un poco robotizado, como quien leyera un guion sin demasiada emoción.

Fue Becky la encargada de ponerle pasión a lo que se decía y de transmitir intensidad, entre vaciles y provocaciones. Su rebeldía, bien encauzada, es un arma potentísima de cara a la audiencia, pero necesita cerrar segmentos con sensación de superioridad en esa faceta. Y, aunque haya mejorado, aún le falta ese paso diferencial para conseguir dar una gran promo ella sola, sin que sus palabras sean en respuesta a otros. Al menos, en esta ocasión, no perdió los nervios y habló en vez de actuar, lo cual también originó buenas reacciones y mantuvo el interés en una parte del show que más que ser analizada por si misma, debería hacerse en conjunto con el segmento final, ya que todo lo que se armó aquí no dejó de ser una promoción de lo que se resolvería más adelante.

Sasha Banks y Bayley vs. Nia Jax y Tamina vs. Riott Squad (Liv Morgan y Sarah Logan).

Lucha de transición que no estuvo mal, pero tampoco fue de lo más destacado de la noche. Las chicas de Raw tienen mucha más importancia que las de SD, por lo que además de tener que pasar una previa clasificatoria, también tienen hándicaps como jugarse salir en la primera posición en Elimination Chamber. Y esa posición, correspondió, obviamente, a las underdogs face a las que hay que hacer pasar por mil vicisitudes para que su coronación sea más épica.

Reciben palizas previas como la de Alicia y Nikki, aparentan salir lesionadas, como fue el caso de Sasha anoche o tienen el reto de tener que ganar saliendo desde el principio del combate en el PPV. Son tan favoritas que hay que ponerles mil dificultades. Ayer no lucieron mal, pero tuvieron una actuación muy desequilibrada. Banks apenas participó, lo cual me parece lógico para cuidar su maltrecho físico y Bayley, tuvo muy buenos minutos, realizando comebacks, demostrando solidez y siendo combativa, pero fue arrasada por el finisher de Nia, ante el cual no pudo reaccionar.

Las samoanas, ejercieron de heels contundentes y también pusieron de manifiesto las enormes diferencias entre ambas. Jax controlaba la situación a su antojo en los instantes en los que luchaba, pudiendo incluso con varias rivales a la vez, mientras que su prima solía ser dominada y cuando ella aparecía, se abría una puerta a la recuperación de las adversarias. Tampoco es que estuviera mal Tamina en cuanto a ritmo y fluidez, pero claro, ver como hace la ejecución del mítico splash de su padre, sigue dando vergüenza ajena y le resta muchos puntos a su performance.

Riott Squad, por su parte, dieron sensación de intrascendencia. Y eso que Liv estuvo mucho tiempo sobre la lona, pero la impresión que daban era de inferioridad y de estar rellenando los cupos del match, más que de ser realmente relevantes. Ni ganaron, ni perdieron. Y eso (el no perder) en teoría es positivo, ya que parecen el grupo más flojo del show rojo y sobrevivieron a la batalla, pero contando que Sasha y Bayley necesitaban esa derrota para tener un storytelling más potente en la Chamber, era predecible un bookeo así una semana antes del PPV. 

Promo de Elias y Lucha House Party.

Creo que Elias merece mucho más y estaba conectando como face. Así que me sigue pareciendo inexplicable todo lo que le ha sucedido en los últimos tiempos. Un enfrentamiento con Jeff Jarrett que no ha seguido y un turn que le ha llevado a perder un poco del impulso con el que venía estos meses. Es como si quisieran boicotearlo, cuando merece que apuesten por él, aunque sea para el upper. No obstante, pese al mal manejo que la directiva hace de su personaje, sus interpretaciones y lo que consigue generar en la audiencia, parecen seguir intactos. Durante todo el segmento de anoche se vió esa conexión, pese a que Lucha House Party no sean precisamente los wrestlers más llamativos para hacerle frente.

Los mexicanos salieron de improviso en una performance graciosa, al estilo de New Day, para coronar una serie de interrupciones que estaban enfadando a The Drifter. Nadie le mostraba el respeto que creía merecer y los enmascarados fueron la gota que colmó el vaso. Y en ese contexto se produjo una curiosa actuación de los mexicanos. New Day suelen gestualizar y hablar mucho, pero Kalisto, Gran Metalik y Lince Dorado no suelen hacer nada de eso. Me pareció interesante por la novedad, aunque obviamente el potencial de todos ellos se puede explotar más en combates rápidos, dinámicos, aéreos y orientados a los spots.

Kalisto sorprendió a la guitarra y la gente agradeció el momento, aunque creo que difícilmente esto va a tener continuidad. Provocaciones, música y típico guitarrazo definitivo, esta vez para Kalisto, que acabaron por finiquitar un segmento que no es malo, pero si un poco extraño. Y la pena es que Elias podría estar involucrado en storylines con mayor importancia y parece que su talento se está desaprovechando en pruebas y actuaciones que, aunque gusten a la grada, no dejan de ser muy secundarias.

Finn Bálor, Braun Strowman y Kurt Angle vs. Drew McIntyre, Bobby Lashley y Baron Corbin.

En realidad este segmento estuvo compuesto por dos combates. El mencionado en la descripción y uno previo entre Bálor y McIntyre, pero que finalizó de manera rápida por la intervención de Lashley. Con los heels en superioridad ante Finn, Angle salió a hacer el salve, a continuación hizo su aparición Corbin y Strowman terminó por igualar las fuerzas en un brawl que llevó a un tres contra tres. Y se vió lo mismo que se lleva viendo tantas semanas consecutivas. Historias cruzadas y combinaciones variadas de hombres que se llevan mal debido a los bandos en los que están. Sin embargo, tampoco es que exista un nexo de unión en las alianzas existentes, ya que se defienden unos a otros por los gimmicks, no porque tengan una asociación sólida entre sí.

Los heels se mostraron como siempre. Peligrosos en ciertos momentos, cuando se aliaban para originar una superioridad, pero cobardes en el duelo individual. Ninguno de ellos quedó excesivamente bien y el menos perjudicado, podría decirse que fue un Corbin que tampoco es que necesite un impulso demasiado grande. Drew en ningún momento fue un luchador imponente y, aunque tuvo buenas acciones, se llevó una derrota en el match inicial. Fue por DQ y carente de sentido, porque el escocés podría haber soportado más castigo sin la interferencia de Bobby, pero una derrota al fin y al cabo. Y el campeón IC, pues salió vencido con contundencia y cerrando el segmento sobre la lona. Logró una victoria previamente, antes de que un árbitro mandara reanudar la pelea, pero no fue suficiente para proteger su imagen y quedó como un wrestler incapaz de vivir sin ayudas de otros. 

Y los faces, pues abundaron en los carácteres propios que venían luciendo en semanas anteriores. Angle pasó sin pena ni gloria, con buenos instantes y un ritmo más decente que otros días, pero con una relevancia muy inferior a la que indicaría su prestigio. Creo que esa posición debería ser para otro luchador y dejar descansar al bueno de Kurt. Braun fue ese hombre bestial que siempre es, pese a no ganar directamente, ni hacer nada memorable. Siempre parecía más fuerte que sus enemigos y machacó a quien se le puso por delante para dejar la victoria en bandeja a Bálor. 

Y el irlandés, pues fue el guerrero combativo que es siempre y recibió el bookeo típico de cualquier underdog de manera express. Triunfo por descalificación y paliza de unos heels que le superaban en número. Derrota ilegal que fue subsanada por el referee para seguir siendo protegido. Y cuenta definitiva sobre Lashley para demostrar que está preparado para ganar a la bestia y alcanzar el cinturón que este ostenta. Un manual de como debe ser vendido un underdog face en varias semanas, pero realizado en unos pocos minutos.

Nikki Cross vs. Ruby Riott.

Combate frío y sin alma, en el que no se hizo justicia al más que correcto wrestling que ambas ofrecieron y a los esfuerzos de Nikki por destacar. Y es que los condicionantes, hacían de la lucha un encuentro poco atractivo, entre dos mujeres que tienen mucha calidad, pero no son bien explotadas. Ruby tiene calidad, es muy sólida, como demostró en la pelea y da una profundidad interesante a los matches en los que participa, pero su bookeo es tan discontinuo e intermitente que nunca termina de imponer como debe. Ganó con claridad, pero era previsible, ya que tiene que ser vendida como una rival digna de Ronda para el PPV. Pero la verdad es que parece que es la escogida porque es la que estaba libre y sus opciones frente a la campeona son nulas. Ni siquiera han tenido interacciones y Riott tampoco es que venga con un gran impulso, ya que pese a ganar a Cross, tampoco es que luciera como una fuerza dominante.

Mientras, Nikki sigue vagando por Raw, siendo un punto de apoyo, pero con poca importancia de cara al fan. Ella borda su papel, como hace siempre y tuvo instantes reseñables durante la contienda, con saltos, agresividad y dinamismo que complementaban su buena gestualidad. Pero sigue con su indefinición y puede pasar de ser una heel odiosa en una semana, haciendo un equipo de circunstancias con Fox, para atacar a las chicas buenas (Sasha y Bayley), a ser una babyface a la siguiente y tratar de ganarse los aplausos de un público despistado, que no sabe ni como reaccionar con ella. Sobre el ring, más de lo mismo, con minutos en los que parece que su locura la va a llevar a ser una fuerza indestructible y finales en los que su resistencia es prácticamente irrisoria, ante un par de golpes de Ruby. Mucho que mejorar, pero no por ellas, sino por quienes les tienen que dar planes coherentes para que se luzcan más.

Promo de Seth Rollins y Paul Heyman.

Es una buena promo, pero completamente prescindible. Un relleno para recordarnos cual va a ser el combate por el título Universal en WrestleMania y poco más. Seth se dedicó a hacer un repaso de lo que todos ya sabíamos. Intentó que empatizáramos con él, valorando su esfuerzo y reconociendo los castigos recibidos a manos de Lesnar. Me gusta cuando Rollins saca su espíritu y hace promos emocionales, pero el contenido de este segmento aportó muy poco y no supuso un aspecto diferencial que vaya a ser recordado. Heyman salió e hizo lo de siempre también. Es muy bueno al micro, ya lo sabemos, pero la ausencia de Brock le quita muchísimo interés a esta rivalidad, que está siendo bastante floja por los motivos que todos sabemos ya.

La única novedad fue la de decir que el ADN de Rollins y Lesnar no es comparable, ninguneando al retador, pero fue algo que se quedó en nada, ya que el arquitecto buscó una frase que queda bien en pantalla, pero que está ya muy vista, como es la de la predicción y el spoiler. En general, fue una fase del show digna, interesante para quien no esté metido en el mundillo y que sirve para definir los roles de cada uno a la perfección. Pero la imposibilidad de contar con el campeón, hace que se tengan que hacer segmentos que no avancen mucho en la historia y se sientan como repetidos, aunque no lo sean. Da la impresión de vacío y eso lastra mucho el interés en todo lo que concierne a esta storyline.

Dean Ambrose vs. EC3.

Es casi imposible analizar desde un punto de vista lógico lo que está pasando con Dean Ambrose. A veces parece que no saben ni lo que quieren hacer con él, que van reaccionando a lo que se ve en redes sociales o, directamente, que están muy perdidos y van haciendo lo que se les va ocurriendo sobre la marcha. Una semana tenemos a Dean siendo humillado por EC3 y la siguiente lo tenemos demostrando una suficiencia tremenda sobre Carter, pese a no dominarlo. Un día recibe golpes por parte de Nia y otro le vacila y la deja en blanco. Tiene programado un combate contra ella en un house show y luego desaparece.

Y, sobre todo, es desconcertante ver los continuos bandazos que se están dando con él en cuanto a los guiones. Tiene una interacción con HHH y luego se olvida, odia al público y se vacuna contra él y luego se siente bien con ellos y, sobre todo, tiene una relación sin sentido con Rollins, al que unas semanas destroza, quemando recuerdos de Shield e insultando a Roman y ahora apoya en su cruzada con Lesnar, dándole ánimos para asesinar a la Bestia. Contradicciones, incoherencias, comportamientos erráticos y ganas de enredar a los fans, al propio Dean y las historias. Y si, es cierto que indirectamente, con toda la rumorología que hay detrás del tema, Ambrose está volviendo a suscitar mucho interés, pero es por una situación externa, más que por una construcción decente.

Y con todo esto, como un convidado de piedra, tenemos a EC3, del cual no soy fan, pero creo que puede ser más aprovechable. No es una tragedia perder con Dean y menos aún dominando gran parte de la lucha, pero es que la sensación, tanto en la victoria como en la derrota es de irrelevancia. Da igual, él no es el protagonista y está cogiendo el rebote de lo que ocurre con el lunático. Y esa falta de atracción y carisma no es para nada buena, independientemente de la secuencia de triunfos y derrotas. En resumidas cuentas, un desconcierto con el tema que creo que además de los aficionados, también reina en Stamford, desde donde no saben ni como manejar las cosas para salir de la mejor manera posible del embrollo.

Campeonatos por pareja de Raw.

Chad Gable y Bobby Roode (c) vs. The Revival (Dash Wilder y Scott Dawson).

Gran combate, de los mejores que ha tenido la división por parejas del show rojo en mucho tiempo. Movimientos combinados, alternativas, ataques bien planeados, fluidez, acciones espectaculares y el apoyo de un público que pasó de estar callado a corear gritos en favor de los cuatro wrestlers ante el buen espectáculo que estaban dando. Por cosas como esta da rabia que se trate tan mal a las parejas del show, porque cuando se les da tiempo y se les permite luchar en condiciones, demuestran el verdadero potencial que poseen. Es muy recomendable ver la lucha y también observar las diferencias entre todos los implicados.

Roode y Gable compenetrados, pero siendo muy distintos entre sí. Chad aplicando un llaveo excelso y una técnica depurada, que no aburría, mientras que Bobby aportaba más carisma y acciones contundentes que complementaban a las de su compañero. Y Revival siendo como hermanos, actuando de manera combinada, apoyándose y dosificando sus acciones heels para demostrar también su más que poderoso arsenal. Una lucha muy entretenida, digna de lo que representaba, por fin, y que tuvo como consecuencia el cambio de campeones. Chad y Roode hicieron la mejor contienda en mucho tiempo, así que no se les puede reprochar nada pese a la derrota. Eso si, este rayo brillante no quita para que su reinado en global se tenga que calificar como mediocre. Aunque esto no es culpa suya, ya que le pasó lo mismo a varias parejas que les antecedieron.

Mientras, Revival ganan en una decisión controversial, a la par que justa. Por lo visto sobre el ring durante su trayectoria, es innegable que son merecedores de portar esos cinturones. Objetivamente, son unos dignos campeones. Pero claro, es extraño ver este cambio titular con todo lo que les rodea, justo ahora. Si se van a marchar, es un poco inexplicable que les den este logro (a menos que sea para perder de forma humillante ante Hawkins). Y si se van a quedar, los flirteos que han mantenido con AEW no suponen un buen precedente para WWE. Sería algo así como recompensar las amenazas de salida y podrían servir de ejemplo para otros luchadores. De todas formas, lo que ocurre en backstage no lo sabemos y, por lo que vemos en pantalla, hay que alegrarse de la justicia que conlleva esta victoria.

Promo final.

Toda la noche se estuvieron viendo promos de gente aconsejando a Becky Lynch lo que debía hacer. Abrir y cerrar el show, además de tener tantas interacciones, da una idea de la importancia que le está dando WWE a la rivalidad por título femenino de Raw. Y no eran wrestlers cualquiera los que se acercaban a la irlandesa, eran Finn Bálor, Alexa Bliss o hasta Ronda Rousey en un instante que no tuvo demasiado sentido. Luego veríamos que para introducir a Charlotte como heel prioritaria, Becky y Ronda serían tratadas como face y, por lo tanto, según las teorías de la empresa, se deben llevar más o menos bien, desaprovechando la intensidad de un enfrentamiento directo entre las dos.

Y esa es la pega principal de todo. Me reconozco fan de Flair y me atrae más como personaje que los otros dos. Pero reconozco también que aquí no pega demasiado su presencia y se vende mejor un mano a mano entre Becky y Ronda. Pero ya no es que aparezca Charlotte, sino la forma de hacerlo, con una superioridad y con la sensación de que está ultra protegida. Evidentemente es una estrategia planteada para generar heat en contra, pero sea como sea, el foco recae sobre la rubia y ese protagonismo, en este caso, creo que no debería ser para ella.

Indirectamente, además, se deja un poco huérfano a SD, sin rivales a la altura de Asuka, pero el caso es que Charlotte se comió todo el segmento y causó un gran rechazo, apoyada en la actitud corrupta de Vince McMahon, que decidió castigar a Becky aunque esta se humillase. No solo se humilló ella pidiendo disculpas, sino que Vince pareció poner los puntos sobre las íes y Stephanie y HHH también parecieron dar un paso al costado. Es como que Charlotte y Vince estuvieran en una dimensión superior a Becky, HHH y Steph. Como segmento, es impactante y consigue cumplir la función que estaba buscando, pero la impresión general es de que todo esto no era necesario y podrían haberlo hecho en un momento en el que Lynch no estuviera tan over.

Nota del show: 5

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