WWE TLC 2018 (parte I)

Review del evento especial de WWE TLC, celebrado en San Jose. (Parte I)

WWE TLC 2018 (parte I)

Sergio Esteban

17/12/2018 a las 21:40

KICKOFF:

Campeonato de peso crucero.

Buddy Murphy (c) vs. Cedric Alexander.

Buen comienzo del evento, con un enfrentamiento que, por calidad, merecía ocupar una posición en la cartelera principal, pero que funcionó bien como opener, calentando a una grada que aún no estaba llena. Fue una lucha dinámica y entretenida, un claro ejemplo de que los cruiserweights pueden contar buenas historias dentro del ring, más allá de la clásica espectacularidad de sus acrobacias. Esos spots tuvieron un lugar destacado en la fase final, pero el inicio fue más de llaveo, con una transición rápida a los golpes contundentes, con un Buddy bastante duro y con un Cedric que se adaptó, para transformar sus vuelos en ataques más poderosos y que hicieran mella a su rival.

Quizás el factor que más perjudicó a la contienda, aparte de su lugar en el show, fue la poca duración del encuentro, lo cual dejó con ganas de más a quienes normalmente siguen sus luchas en el show morado. Aún así, la construcción fue buena y la sensación de ambos también. Alexander pareció un wrestler con más recursos, capaz de ejecutar movimientos muy distintos y siempre con un buen ritmo. Sin embargo, destacó Murphy por encima de él, con una intensidad y una agresividad bien enfocada, sabiendo como manejarse en la lucha para sacar ventajas y resistiendo la llamativa ofensiva de su oponente. Usó la picaresca para intentar ganar, pero también se mostró poderoso, seguro y resistente, ya que aguantó un Death Valley Driver en el borde del ring y consiguió alcanzar la cuerda inferior con un pie tras soportar un Lumbar Check, que en la mayoría de casos es letal.

Con todo ello, queda una sensación positiva de la división, una evolución a nivel global de luchas y personajes y una retención que es justa, ya que Buddy está dando un buen reinado y Cedric tuvo su momento hace no tanto tiempo, como para regresar al cetro. Con unos minutos más de lucha y más importancia dentro del escalafón, podría haber sido un gran match, quedándose, no obstante, en uno bastante bueno.

Nota: 6,5

Combate de escaleras.

Elias vs. Bobby Lashley.

No me parecía justo ver a Elias en el preshow, con las reacciones que obtiene normalmente en Raw. Sin embargo, visto lo visto, fue de las mejores opciones, ya que calentó al público y superó el trámite con triunfo, en poco tiempo. Y es que el combate fue malo, pero si hubiera durado aún más, habría sido casi peor, así que mejor quitarse del medio esta historia antes de comenzar con el show oficial. No es que los cinco o seis minutos que duró el duelo dieran para mucho, pero es que la mayoría de esos cortos minutos, estuvieron bastante vacíos y hasta parecieron largos. Se esperaba algo más, digno de un combate de escaleras, pero nada.

Un par de golpes potentes de Lashley, algún rodillazo de Elias y un par de movimientos sobre las escaleras, muy básicos. El castigo recibido por ambas partes fue muy inferior al esperado y fue poco creíble ver que Bobby no podía reaccionar a los primeros ataques de The Drifter con algo de contundencia. Por supuesto, el triunfo de Elias me parece positivo, ya que transmite mucho más que Lashley, pero es que lo que se vió fue pobre hasta para un Raw normal. El que más lució fue Lio, intentando ayudar a su jefe en la parte decisiva y obstaculizar al face, pero aún así, Elias consiguió hacerse con la guitarra que había que descolgar para vencer. Fue algo corto, poco atractivo, pero que no molestó, si no hubiera tenido un post-match que sobró bastante.

Entiendo que Lashley tenga más nombre que Elias, pero ha tenido mil oportunidades y sigue sin conectar con los fans, aburriendo y con el único aval de su poderosa presencia física. A mi me parece insuficiente para seguir ostentando una posición relevante y ser protegido, pero la directiva parece que quiere seguir apostando por él, por lo cual, lo que parecía una derrota rápida, se convirtió en un triunfo moral. Elias ganó el match, pero Lashley se mostró contundente (no solo él, sino que Rush también colaboró en la ofensiva contra el face) y acabó el segmento reinante, como una mole brutal y dando el guitarrazo que debería haber recibido o él o su lacayo de parte de Elias.

Nota: 2,5

TLC 2018:

Final del torneo mixto.

R-Truth y Carmella vs. Jinder Mahal y Alicia Fox.

Aún no comprendo como un match entre jobbers ha terminado por ser la final del torneo y ha tenido cabida en la cartelera oficial del PPV. Se preveía un combate cómico y eso es lo que fue. Lo más interesante de todo son los gimmicks de Truth y Carmella, que conectan con la audiencia y divierten en base a los bailes, los despistes y el carisma que tienen. Al menos tienen algo a lo que agarrarse para salvar los segmentos, pero los heels ni siquiera llegaron a dar una buena contraparte en este aspecto. La pelea fue muy sencilla, con Killings dominando con suficiencia a Mahal en las secuencias de hombres y dando instantes entretenidos, y con unas chicas que estuvieron más igualadas, pero que mostraron el porqué son consideradas de las mujeres más flojas in-ring en la actualidad.

Fox estuvo decente, pero su ofensiva fue lenta y previsible, mientras que Mella, cometió algunos errores claros en las transiciones y estuvo más preocupada del espectáculo que del propio enfrentamiento. Al final, tras unos minutos de vaciles, bailes, intervenciones de los Singh y poses varias, llegamos a un desenlace en el cual Carmella se coronó, haciendo que Alicia se rindiese. El combate es bastante flojo, pero tuvo la parte de entertainment que a muchos les gusta. Depende de los gustos de cada uno, puede considerarse como muy divertido o incómodo de ver, pero cumplió con su función, tampoco se esperaba mucho más del duelo y finalizó con la victoria de los personajes más llamativos, lo cual puede dar lugar a más juego durante semanas venideras en la programación de WWE.

Nota: 3,5

Campeonatos por parejas de SmackDown.

The Bar (Cesaro y Sheamus) (c) vs. The Usos (Jimmy Uso y Jey Uso) vs. The New Day (Kofi Kingston y Xavier Woods).

Muchas voces pedían una estipulación para este combate y, la verdad, es que se hubieran aprovechado mejor los condicionantes para esta triple amenaza que para una lucha en la que había que descolgar una guitarra como premio, por ejemplo. Por lo menos lo podrían haber hecho en formato tornado para que se vieran más acciones combinadas legales, pero aún con todo, fue un combate más que correcto. La clave está en la variedad entre equipos y lo bien que empastan los integrantes de los diferentes grupos. The Bar siempre son los que tratan de aportar la contundencia y las ejecuciones más duras. Son tipos potentes y muy hábiles en el cuerpo a cuerpo, por lo que demuestran su supremacía de forma creíble cuando les toca llevar la voz cantante en la lucha.

New Day, en especial con la combinación de Kofi y Xavier, siempre dan el toque ágil y espectacular, destacando tanto en el selling, que da más profundidad a la pelea, como en los ataques de larga distancia y los vuelos para los que parecen estar programados. Y los samoanos, pues se adaptan a cualquier situación, sabiendo ejercer de puntos de apoyo interesantes, a la par que ofrecer buenas secuencias cuando les toca la parte buena de la ejecución. Con todo ello, se vió un espectáculo dinámico, cambiante, con muchas alternativas, con todos destacando en algún momento y yendo de menos a más, pasando de ser un match ordenado a un caos en los instantes finales.

Para terminar, victoria limpia de los europeos, lo cual por fin los refuerza como campeones y es un triunfo de justicia. Por fin consiguen una victoria relevante en un evento grande y de forma convincente, superando a sus oponentes de todo este fin de año, sin ayudas externas. Era algo primordial para dar una estabilidad a un reinado sólido y se logró. Además, tampoco se perjudicó a New Day, ni a Usos, que están con un status similar al previo del match y siendo unas parejas creíbles para seguir en la órbita titular. No es el mejor combate que hayan tenido, ni el enfrentamiento más destacado de la noche, pero es un combate entretenido, agradable a la vista y que da lugar a un relleno de calidad en la zona media del show. Cumplidores como siempre estos hombres.

Nota: 6

Combate TLC.

Braun Strowman vs. Baron Corbin.

No se puede considerar un combate, ya que fue un segmento disfrazado, pero pese a no dar lo que se había prometido y no haber sido explotada al máximo la estipulación, la situación se resolvió de una manera decorosa y atractiva. Corbin parecía muy seguro de si mismo, esperando que no apareciera Braun y proclamándose casi como ganador, haciendo que Slater, que actuaba como árbitro especial, hiciera el conteo de diez. Pero Strowman apareció y, rodeado de sus amigos, humillaron al GM, que en teoría ha perdido su puesto después de lo que pasó anoche. Independientemente de la no realización del match, que no deja de molestar a muchos, se produjo una situación curiosa en la cual muchos salieron beneficiados y el público obtuvo la venganza que deseaba para su historia.

Strowman quedó bien, ya que supo convencer a sus compañeros de roster para hacer frente común. Aún estando lesionado logró el triunfo gracias a los demás y lideró una revolución contra Baron, lo cual lo deja en buena posición, pese a no haber hecho nada por su lesión. Bálor, Apollo, Gable y Roode tienen un papel medianamente interesante (aunque Finn tenía otro match después), con lo cual tienen presencia en el show y una actividad que les permite lucirse. Heath se resarce de lo visto la semana pasada y vuelve a ser el face que apoya a los chicos buenos y sale del yugo al que lo estaba sometiendo Corbin. Y Kurt Angle hace su retorno triunfal, siendo fundamental para evitar el intento de escapada de Baron, vengándose de él y dejando preparado en bandeja su enfrentamiento ante el Alguacil para ver quien se queda con las funciones que hasta ahora ha ejercido Baron. Un final feliz de cuento, donde los buenos sonríen, dejando fatal al villano de la película. 

Las sensaciones de poder de Corbin durante este periodo han sido buenas, pero no ha conseguido nada relevante a nivel individual y el broche de anoche, fue un epílogo a la altura de su mediocre jefatura a la hora de lograr objetivos. Mostró poca inteligencia al no asegurarse de que Braun no aparecería, no tuvo guardaespaldas en un match sin descalificación para protegerle y no tenía un plan de huida para mantener su puesto en caso de venir mal dadas. Como historia tiene un pase, pero el status de Corbin no queda demasiado bien cuando merecía un mejor trato tras sus actuaciones en estas últimas semanas. Y, bueno, para que todos salieran con sillas, podrían haber estipulado este combate como un chairs match. Total, no hubo pelea de todas formas…

Nota: 5

Combate de mesas.

Natalya vs. Ruby Riott.

Para lo poco que se esperaba de este combate, tuvo sus guiños al pasado, sus homenajes, su venganza y su historia bien planificada. La rivalidad entre ambas es muy secundaria y eso le quita brillo a todo lo que rodea al match, pero con los mimbres que tenían hicieron un buen trabajo para conseguir el aplauso del público. Lo que menos me gustó fue la actuación de Riott Squad como conjunto. Partiendo de la incoherencia de no aprovechar la falta de DQ en la lucha, lo cual permitía a las rudas hacer superioridad numérica para machacar a la canadiense.

No lo hicieron, ni tampoco dominaron en base a trampas, ya que el desequilibrio en la contienda fue total, con una Nattie imperial, controlando casi de principio a fin. No es que hiciera atravesar una mesa a Ruby de manera clara y contundente, es que para ese momento ya había hecho lo propio con Liv y Sarah, dejándolas fuera de combate. Y claro, la sensación del conjunto heel, pues es muy mejorable, ya que la derrota de Ruby no estuvo protegida para nada. Natalya dominó de manera sólida y convincente, mientras que Ruby solo respondía en los momentos posteriores al sacrificio de Morgan y Logan o cuando la líder de Riott Squad lanzó la mesa del esquinero contra Nattie en medio de un intento de sumisión de la face.

Además, ese dominio fue bastante infructuoso, ya que Ruby dedicó más tiempo al menosprecio y a la provocación con la figura de Jim Neidhart, que a asegurarse el triunfo. Me parece que la victoria de Natalya es merecida, por trayectoria y por el homenaje a The Anvil, con esa chaqueta icónica al final. Pero creo que el desarrollo de la lucha podría haber sido más emocionante, más imprevisible y haber redondeado una storyline que, pese a todo, ha estado decente ante el material tan pobre de inicio que tenían entre manos. El resultado no es molesto, pero que Riott Squad luciera tan débil, si.

Nota: 5,5

Finn Bálor vs. Drew McIntyre.

Buen combate, dinámico, fluido, con el público entretenido y con una historia adecuada detrás, pero que se podría haber visto en cualquier Raw semanal. No hubo nada diferencial que nos hiciera pensar que era un match grande, que se estaban jugando algo o que estábamos en un PPV llamado TLC. El esquema de la pelea fue el clásico que se produce en WWE con este tipo de gimmicks. El rudo fuerte, powerhouse, dominante y agresivo zarandeando al face, hasta que en algún error, el underdog consigue respirar y empezar a emplear una táctica ofensiva centrada en golpes lejanos y movimientos vistosos.

Los dos ejecutaron su papel a la perfección, con el escocés transmitiendo potencia y el irlandés pundonor, intentando ganar de cualquier manera ante la superioridad física de su enemigo. Es un espectáculo decente, entretenido y sin fallos muy graves, pero le falta ese punto de chispa para que termine de conectar, aunque los espectadores del estadio, estuvieron bastante enganchados al combate. Y el final, pues bueno, se quiso proteger a todo el mundo y que todos tuvieran algo positivo a lo que agarrarse, pero también puede verse a la inversa, con todo el mundo perjudicado de alguna forma.

El caso más evidente es el de Drew McIntyre, que perdió por las circunstancias, por una interferencia clara de Dolph Ziggler y recibiendo un golpe cuando sujetaba una silla por parte de Bálor antes del final. Quedó medianamente protegido y se justifica así el mantenimiento de su status, pero claro, no es muy inteligente enfrentarse a Dolph en esa fase decisiva de la contienda. Y el resultado global, a la hora de la verdad, es una derrota clara en el PPV ante un upper como Finn, lo cual no es un gran mérito para sus aspiraciones, ni mucho menos.

Bálor ganó, pero tampoco es que lo hiciera con gran solvencia, ya que el protagonismo en la fase definitiva de la lucha se lo llevó Dolph. Esta victoria no le sirve de mucho y es más probable que haya antes una venganza del escocés contra él, a que este triunfo le sirva para ascender posiciones en el cartel. Y Ziggler, consiguió su objetivo de molestar a Drew, impidió su victoria, pero volvió a mostrarse inferior en el brawl con él. En la patada a traición estuvo valiente, pero a partir del momento en el que sacó la silla, su fuerza pareció diluirse, no sacando nada positivo, más allá de enfurecer a McIntyre para seguir su rivalidad con él. Una rivalidad que puede ser interesante, pero no deja de estancar al escocés, que parecía que podría haber dado un salto estas semanas y no lo ha hecho.

Nota: 6

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