Review SmackDown Live 30 de octubre de 2018

Campeonato de WWE.

AJ Styles (c) vs. Daniel Bryan.

Es muy complicado valorar el primer segmento de la noche, porque tuvo luces muy brillantes compartidas con aspectos más sombríos. El denominador común fue que esos momentos positivos vinieron de la mano del desempeño en el ring de los dos implicados y los negativos fueron cosas adyacentes, todo lo que rodeaba al match en sí, que dejo bastante que desear. Por empezar con lo malo, hay varios motivos que impidieron redondear lo que hubiera sido un magnífico entretenimiento.

Primero, la forma de presentar el combate, sin mucha historia ni lógica sobre kayfabe, con un Shane programando la lucha de forma precipitada. Aunque todos supiéramos lo de Arabia, la promo previa al enfrentamiento careció de mucha coherencia, aunque fuera bien recibida por el público y se intentara disimular la situación con un pique entre Styles y Bryan, cuando el campeón le dijo al retador que el golpe de la semana anterior no fue accidental sino intencionado. Segundo, el fondo de la cuestión y es que más allá de como hizo McMahon las cosas, el hecho en sí de dar una gran lucha como esta en un SD semanal y sin aviso es algo bastante pobre.

Tercero, la ubicación del campeonato más importante de la empresa (en teoría), en el opener, ni siquiera estelarizando el show azul. Cuarto, y la peor de todas, la forma en la que se decidió hacer perder a Daniel, ya que la sumisión, pese a ser un arma común de Styles para finalizar, podría haber sido sustituida por otro castigo que no hiciera rendirse a Bryan. Podría ser interpretado como un castigo a Daniel por negarse a viajar a Asia. Y, por último, aunque menos importante por las circunstancias, la aparición de Joe es una alegría al ver regresar al samoano, pero deja a DB como un rival de transición para AJ, como un paréntesis hasta que Samoa se recuperase y sin el foco que merece alguien como el barbudo. No es así realmente, sino una solución de emergencia por las prisas, pero la sensación de desaprovechamiento de Bryan ha sido notoria.

En el otro lado de la moneda tenemos la pelea que dieron estos dos excelentes wrestlers. Siempre se habla distintos factores para calificar a una lucha como buena o mala. La ofensiva, el selling y la capacidad de vender, la coherencia en los ataques, el ritmo y la intensidad, la fluidez para no dejar tiempos muertos, la adaptación a la storyline, la capacidad de involucrar a la grada… En todo estuvieron geniales, pese a algún detalle como la recuperación de la pierna del retador. No flaquearon en ningún sentido y dieron un combate muy vistoso, con alternativas, dinamismo y espectacular.

Momentos violentos, otros de respeto, técnica entretenida, limbwork bien ejecutado de AJ a la pierna de Bryan, No fue el mejor combate de la historia, pero si que demostraron sus habilidades y uno de los mejores matches de lo que va de año en el main roster. Un gran show, con un final cantado y lógico, aunque algo hiriente para Bryan y que sitúa de nuevo a Samoa Joe en posiciones altas de la cartelera lo cual, visto lo visto, me parece una decisión correcta, aunque deje a Daniel en segundo plano. De todas maneras, lo dicho, es un combatazo muy recomendable de ver.

Promos de Paige.

La presencia de la GM de SmackDown se redujo anoche a un par de segmentos de backstage, sin apenas importancia y en los que volvió a mostrar un perfil bajo. Desde el retorno de Shane McMahon, la figura de Paige se está viendo un poco opacada y las dos decisiones más trascendentales de la noche (programar la lucha por el título y amenazar a los hombres de SD con el despido si pierden contra los de Raw en Crown Jewel) vinieron por parte de Shane.

Paige se limitó a hablar con Charlotte y AJ, pero sin hacer nada relevante. En el primero de esos segmentos, propuso a Flair ser la capitana del equipo del show azul en Survivor Series. Es lógico que ella, siendo la luchadora de mayor status en el show aparte de Becky, ocupe esa posición, pero The Queen parece haber perdido un poco la confianza en sí misma tras la derrota de Evolution. Para recuperar el favor de la grada en su papel face puede ser una buena historia y que le den tiempo para reflexionar, también puede dar pie a una nueva Charlotte, así que me parece positivo. Paige no ejerció su posición de poder para obligarla a nada, lo cual es lógico, pero da sensación de irrelevancia para la gerente, de nuevo.

Y menor incidencia aún tuvo en la promo posterior con Styles. El campeón llegó y dijo que quería un match contra Joe y ella, ni siquiera trató de convencerlo de lo contrario, solo se limitó a decir que si, que no iba a quitarle esa idea de la cabeza y accedió. Si ella lo hubiera programado por decisión propia habría dado mejores sensaciones. O si, al menos, hubiese intentado impedir una oportunidad titular para una bestia que terminó consiguiendo esa opción con un ataque violento y odioso. La impresión es de poco poder por parte de Paige y, por muy lógico que sea todo, cada vez está siendo más desplazada por Shane, lo cual la deja en un lugar secundario.

Halloween Match.

Cesaro vs. Big E.

Típico combate de estas fechas con un estilo cómico y divertido, sin muchas pretensiones y que divirtió a la gente. The Bar son unos campeones serios y la personalidad actual de Big Show también pero, de vez en cuando, está bien este tipo de espectáculos para desengrasar y New Day son los personajes ideales para llevarlos a cabo. Desde el principio, comenzaron con los homenajes, al vestir unos atuendos y utilizar la música que representaban a The Brood. La fecha lo ameritaba y una vez hecha la entrada colorida, comenzó un match que fue individual, pero en el que terminaron por participar ambos grupos al completo, aprovechando la estipulación de la ausencia de descalificación.

La lucha fue un caos entretenido en el que todos tuvieron su parte de acción. Calabazas, tortitas y pelucas, mezcladas con palos de kendo y mesas. Un compendio de movimientos continuos bastante vistosos, con unos heels en versión powerhouse y unos faces luciendo tan ágiles como siempre, centrándose en hacer spots aéreos y divertidos. En la fase final, Cesaro castigó a Big E contra unas calabazas en el centro del ring, pero consiguió levantarse e impedir que el suizo cogiera ventaja. Atacó a Sheamus, haciendo que atravesase la mesa de la esquina y, tras otro homenaje a Gangrel, Edge y Christian y sus personajes vampíricos, escupiendo sangre, sus compañeros lo ayudaron, dejando a Big E el triunfo en bandeja ante el europeo.

Hay que considerar esta lucha como un evento especial, como un oasis en la rivalidad entre ambos equipos, por lo que la derrota del campeón por parejas no le supone un gran problema. Era normal que para completar la diversión New Day ganaran, así que nadie se ve demasiado afectado y los niños, sobre todo, fueron felices con el final.

Shinsuke Nakamura vs. R-Truth.

Tras la baja de Tye Dillinger, tuvo lugar un combate interesante, pero sin nada en juego, ya que el cinturón de Nakamura no fue defendido. No me pareció del todo mal, ya que de esa manera podría ser más impredecible el resultado final, que hubiera sido retención segura de haber sido una defensa titular. El inicio me gustó, con un R-Truth dominante y realizando movimientos espectaculares. Sin embargo, pareció un poco fuera de lugar el momento del baile. Es comprensible que en la entrada, para animar al público, Truth y Carmella hagan su performance divertida, pero en medio de un combate sigue siendo un poco raro. Genera reacciones y divierte a la grada, pero es como la actuación de Carmella en medio de la batalla real de Evolution, algo que no es demasiado efectivo y que podrían guardar para las promos, cuando no estuvieran combatiendo.

Tras un corte publicitario, Nakamura ya tenía el lógico control de la lucha, mostrándose sólido ante un face que contaba con total apoyo de los fans. Truth llegó a realizar algún comeback muy vistoso, pero la superioridad del japonés era patente y con solvencia recuperaba la iniciativa en cuanto podía. El desenlace, bastante lógico y algo predecible, pese a ser un combate sin título en juego. No estaba cantado, pero le vino muy bien al nipón para mantener un buen nivel. El problema con Shinsuke es el de siempre y es que prácticamente parecía un apoyo en el segmento, donde todo el protagonismo fue para su oponente. Un R-Truth que sigue siendo un híbrido entre midcarder con opciones a todo y hombre que puede ser derrotado con relativa facilidad. Está en una categoría aparte, en la que nada parece afectarle y ha pasado a ser, junto a New Day, uno de esos personajes fundamentales en el show que siempre aportan alegría, independientemente de los resultados que obtenga.

Promo de Becky Lynch.

Correcta promo de la campeona, reforzada en su imagen tras la victoria sobre Charlotte en el PPV. Sus palabras y motivaciones ahora se ven más creíbles, tras refrendar con hechos lo que venía diciendo durante los últimos tiempos. Quizás sea demasiado para ella el reto de enfrentar a Ronda Rousey, pero es el momento ideal, en el que por fin parece que tiene un gimmick y una popularidad acorde con sus cualidades. Sigo pensando que como tweener funcionaría mejor, sin perder ese toque agresivo que la ha relanzado, pero en esta rivalidad, ante Ronda, su carácter heel puede amoldarse mejor a la situación.

El match puede ser grandioso si les dan tiempo y no dejan a Becky muy por debajo de su rival, aunque parece que su derrota será clara. Y bueno, de paso pueden conseguir una reacción negativa hacia la irlandesa, que ahora mismo parece difícil con lo over que está. Con Ronda habría opciones. La promo de anoche no es que tuviera un contenido muy relevante, pero le valió para darse un homenaje y tener el calor de la grada una vez más. Con el opener tan largo que hubo, los tiempos del show quedaron un poco ajustados y eso hizo que ninguno de los otros segmentos se sintiera genial, pero bueno, cumplió su función y tuvo minutos de pantalla, algo que no pueden decir el resto de wrestlers femeninas del show, excepto Flair, que no hicieron acto de presencia.

Rey Mysterio y Jeff Hardy vs. Randy Orton y The Miz.

Típico combate por parejas en el cual se promocionó la World Cup de Arabia Saudí y se trató de dejar a todos bien, llevándose la peor parte The Miz, como casi siempre. Previo a la lucha, en un segmento de backstage, Shane McMahon dijo que quería ganar a toda costa a su hermana y que si alguno perdía, no volvería a SmackDown. En teoría, el torneo árabe determina quien va a ser el mejor del mundo y ahora parece que se ha convertido en una pelea entre marcas, para lo cual ya está Survivor Series. No tiene demasiada lógica que Shane diga eso y menos que haga que sus hombres se jueguen la final a todo o nada. Si ganan, son los mejores, si pierden, son despedidos. Casi resultaría más seguro caer en las rondas previas y ni siquiera aspirar a un logro secundario, para así no poner en riesgo el trabajo de cada uno, pero en la lógica de WWE, nada de eso importa.

La contienda fue muy sencilla, con una estructura básica y bien definida y con unas partes muy diferenciadas. En los primeros minutos, se trató de poner over a los heels, con un sólido dominio de Miz y, sobre todo de Orton, sobre un Jeff Hardy que apenas tuvo ofensiva. En la segunda mitad, se llevó a cabo el relevo de Hardy a Mysterio y el enmascarado cambió el signo de la lucha, entre movimientos espectaculares y ejecuciones muy dinámicas. En esasegunda fase, Miz fue el que soportó el castigo de los faces y, aunque tuvo algún comeback, cortado por el relevo de Rey a Jeff, se vió netamente inferior, sucumbiendo ante el ataque combinado de los chicos buenos. Secuencias atractivas, público metido y un resultado que deja bien a Mysterio y Jeff, aunque luego el foco en el post-match fuera para The Viper.

Jeff tuvo momentos de ser dominado al principio, pero fue el que consiguió el conteo. Mysterio ganó indirectamente, siendo pieza clave en el triunfo de su conjunto y el más activo de la lucha en el plano ofensivo. Y Orton, perdió, pero todo el protagonismo que había dejado de tener en los minutos finales de la contienda, se lo llevó tras la lucha, atacando a todo el mundo, incluido su compañero y reinando sobre los demás para cerrar el show. El único que tuvo una actuación menos destacada fue Mizanin, que tuvo buenas secuencias al inicio del combate y algún punto agresivo revolviéndose contra Rey antes del final, pero quedó como el sacrificado tanto en la derrota oficial como en el post-match. Una posición lógica para él, viendo lo over que estaban los demás, en un final de programa que deberían haber estelarizado los luchadores que formaron parte del segmento inicial de la velada.

Nota del show: 6

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