Review Monday Night Raw 29 de octubre de 2018

Review del show de esta semana de Monday Night Raw

Review Monday Night Raw 29 de octubre de 2018

Sergio Esteban

30/10/2018 a las 14:57

Promo inicial.

Promo escrita para poner over a Brock Lesnar de cara al evento de Arabia, pero que dejó bastante mal tanto a Strowman como a Corbin, personajes que si están semanalmente en el show y que lejos de lucir a la altura de la bestia, parecieron muy secundarios, para gloria del protegido de Heyman. Paul hizo un buen discurso, pero nada realmente novedoso. Ensalzó la figura de Lesnar y le puso intensidad a sus palabras, pero el contenido era poco llamativo como para llegar a causar un gran impacto en la grada. Strowman en el micro tampoco estuvo muy destacado, ya que es un hombre de acción y trató de demostrar su superioridad física machacando a un Corbin que le había atacado previamente.

El poderío que aparentó no estuvo mal, pero claro, Baron Corbin más que un GM imponente, parece un muñeco de trapo al que todos zarandean en Raw y no supone un gran mérito hacerle todos los finishers que le hizo. Es más, hasta quedó mal el gigante, ya que se centró en atacar al eslabón débil del segmento, dando la espalda a Brock y cayendo ante él, no pudiéndose levantar ni de un F-5, como ya pasó en su anterior rivalidad. Con todo ello queda como una mole poco inteligente y poco resistente, cuando debería haberse vendido igualdad de cara a Crown Jewel.

Lesnar quedó muy over, con gran suficiencia, ya que su promo la hizo Heyman, como siempre, y la acción física que tuvo se limitó a aplastar a Braun con facilidad, tras reirse de la exhibición que estaba dando su enemigo, que no valía para nada. Y Baron, pues sigue con su bookeo lamentable. Siendo GM casi ha pasado ya a ser alguien cómico que, aunque toma decisiones odiosas y genera rechazo, siempre acaba siendo superado por cualquiera que le haga frente, tenga el nivel que tenga y estando en cualquier tipo de situación. Así es difícil ser serio.

Finn Bálor vs. Bobby Lashley.

Combate decente, que profundiza en la rivalidad entre ambos, pero que no supone ningún cambio en la dinámica que estaban teniendo estos hombres. La estructura de la pelea es la clásica en WWE entre un hombre de gran tamaño y otro de pequeño. Movimientos de poder de Lashley que en condiciones normales le hacían tener el dominio de la lucha, contrarrestados con la velocidad del irlandés que realizaba comebacks rápidos en base a lances aéreos y espectaculares, hasta que Bobby volvía a retomar el control.

El público estuvo muy metido en la contienda gracias de nuevo al rechazo generado por Lio Rush que, en su papel de mánager pesado, se hace realmente insoportable. Me gusta que consiga generar tanto, pero es un riesgo mantener este gimmick mucho tiempo ya que el odio que suscita, más que basarse en la ironía o el contenido de lo que dice, se basa en la repetitividad y el hartazgo que causa. Es decir, puede ser un heel que llegue a un punto al que la gente no quiera ni verlo, ni siquiera para que pierda. Tras un intento fallido de DQ por parte de Lio, a la segunda consiguió su objetivo, en un final algo extraño. Se realza la figura de Rush como un componente decisivo en el segmento y se protege a Finn, que gana el combate, aunque sea de forma indirecta.

Lashley tampoco queda muy mal ya que él no es quien provocó su descalificación y luego consiguió destrozar a su maltrecho rival, originando más heat en su contra y luciendo como una bestia. Pero, al fin y al cabo, es una victoria moral, que no real, sumando otra derrota ante un oponente como Bálor. Lo que ya no tiene sentido ninguno es que tras ese hecho, Corbin lo incluya en la World Cup sustituyendo a Cena. El motivo es que apabulló a Bálor en el post-match y eso le gustó al GM, pero realmente, siendo objetivos, darle ese lugar tras una derrota quedó feo.

Sasha Banks, Bayley, Natalya, Trish Stratus y Lita vs. Riott Squad (Ruby Riott, Sarah Logan y Liv Morgan), Mickie James y Alicia Fox.

Combate sin mucha trascendencia entre las chicas que participaron en Evolution y que vino después del gran anuncio femenino de la noche. Y es que un combate en Survivor Series entre Ronda Rousey y Becky Lynch, con la popularidad y el estado de forma de ambas despiertan un hype muy superior al de luchas múltiples como esta. El combate se dividió en dos partes. Una primera más académica y ordenada en la que las heels tuvieron un mayor dominio, centrándose sobre todo en castigar a Sasha y una segunda fase de un mayor descontrol, donde se vieron movimientos combinados y las faces fueron superiores, aplicando moves llamativos y pasando a ser un spotfest sin mucho orden ni concierto.

En el bando face, Sasha y Trish que fueron las que acapararon mayor protagonismo en Evolution, cedieron el testigo a Bayley y Lita, que se llevaron el foco con acciones muy vistosas. Las veteranas no estuvieron tan fluidas como en el PPV, pero suficiente para estar a la altura y el triunfo final fue para Natalya, que lo merecía ya, tras estar siempre en un segundo plano. Hubiera preferido que acabase con el Hart Attack, para variar, pero el Sharpshooter es más reconocible para ella.

En cuanto a las heels, pues deberían haber sido ellas las vencedoras para recuperar algo de impulso tras sendas derrotas en Evolution. Sin embargo, parece que las apuestas van por otro lado y eso perjudica sobre todo a Riott Squad, que merecerían ser más cuidadas, con una mayor atención. Eso si, que Alicia acabase siendo de nuevo la derrotada es lo más lógico por status, para no enterrar la imagen de las demás, aunque tampoco es que Fox merezca ser tan degradada de forma continuada.

Elias vs. Jinder Mahal.

La transformación de Elias es evidente. Resulta curioso ver un cambio tan radical de una semana a otra, pero así es este negocio. La base de la promo es la misma. Sentarse con una guitarra a meterse con los enemigos y hacer referencias a la ciudad. Claro, que ahora al ser face, ya no son connotaciones negativas las que remarca, sino dice cosas que le gustan a la gente. Parece que ahora hará la gira por Estados Unidos alabando a los lugares a los que vaya y estirando la performance de siempre, pero dada la vuelta a todo como a un calcetín. El caso es que siga funcionando y obtenga reacciones del público, que sigue apoyándolo como se demostró anoche, con más motivos aún ahora, al ser un chico bueno.

En cuanto a la lucha, pues muy centrada en el carisma de Elias y con un buen ambiente gracias a su presencia. El hindú lo atacó en backstage y llegó al ring con una gran ventaja, frente a un contrario que parecía disminuido físicamente. Tuvo el control del match durante los primeros momentos y la grada reaccionaba a cualquier comeback de The Drifter, pero Mahal parecía más sólido. Sin embargo, nada de eso acabó por ser así y, con suma facilidad, Elias consiguió un triunfo que le viene muy bien. Afianza su relación con la grada y supera a un enemigo que no es muy poderoso, pero ante el que estaba en inferioridad de condiciones. Una victoria tan sólida, como humillante para Jinder, que perdió sin recibir un castigo demasiado reseñable y cuando lo tenía todo a su favor, no solo para ganar, sino para destrozar a un rival al que ya había golpeado antes. Muy mal por Mahal, que ya es difícil que baje más en el escalafón.

Chad Gable y Bobby Roode vs. The Ascension (Konnor y Viktor) vs. Authors of Pain (Akam y Rezar).

Lucha aburrida y de muy corta duración en la que hubo poco interés de la grada, pese a algún movimiento combinado llamativo. Se trató de vender una confrontación brutal entre los heels, pero a la audiencia apenas le importó lo que sucedía. La construcción de los personajes es tan débil que resulta complicado pensar en que la división está saliendo del bache en el que aún sigue inmersa. Y, con peleas como esta, no mejora la situación, porque aparte de ser muy corta y tener un final anticlimático, ninguno de los conjuntos queda realzado de manera conveniente, dejando la impresión de que no pueden dar un paso adelante.

Ascension, fueron obviamente los que peor quedaron. Volvieron a la senda de las derrotas claras, lo cual es coherente con su papel de jobbers. Lo que no es tan lógico es que otras semanas quisieran ser vendidos de forma imponente, cuando no tienen autoridad ante nadie como para que luciesen así. Roode y Gable vencieron, pero su triunfo se diluyó de forma rápida. Sobre el papel, quedaron como los que se llevaron la victoria, pero la sensación de inferioridad en el post-match terminó con cualquier atisbo de credibilidad. Y AoP, pues como siempre, imponentes en momentos que no valen para nada. Ganaron en cuanto a sensaciones, pero no en el resultado real de la lucha, lo cual es triste cuando se enfrentaban a dos equipos de menor status que ellos. Fueron los que mejor quedaron, pese a todo, pero el problema de la división vuelve a hacerse patente, siendo la sección más aburrida del show.

Promo de Seth Rollins.

Es difícil decir que fue una mala promo, porque es la historia más importante del show, la gente está muy interesada en ellos y quedan muchos capítulos para desarrollar la rivalidad, pero se quedó muy muy lejos de lo que esperaba. El hecho de que Ambrose no hablase puede entenderse. Sus actos hablan por si mismos y es un lunático solitario, que no quiere saber nada de nadie y que no tiene que justificarse ante nada. Hizo acto de presencia en plan provocador, amagó micro en mano con dar la réplica a Rollins y acabó marchándose dejando una sensación de descontento en el público, lo cual para fomentar su carácter heel tampoco es que sea una idea nefasta.

Sin embargo, me descolocó la performance de Seth, que no tuvo un enfoque claro en su promo. Varió tanto la intensidad que al final no parecía claro ni lo que quería, ni lo que sentía. Tan pronto hablaba de un hermano y que lo quería aún, como le decía que iba a hacerle pasar el infierno más duro de su vida. Tan pronto decía que entendía a Ambrose y solo pedía una explicación por su traición (recordando la que hizo él, en un momento súper anticlimático), como decía que era inexplicable lo que hizo sabiendo de la enfermedad de Roman. Tan pronto empleaba un lenguaje amigable, con un perfil bajo y siendo un face dolido, como sacaba a relucir sus instintos más bajos e insultaba de manera directa y fácil a Dean.

Demasiados vaivenes, demasiadas emociones, demasiada frustración, para no tener respuesta. Como semilla para seguir construyendo la rivalidad, e inicio de un todo en global, puede estar bien, pero individualmente, valorando específicamente lo que sucedió anoche, se ha rebajado bastante el interés respecto a los hechos que ocurrieron en la noche de la traición.

Ember Moon vs. Nia Jax.

Inexplicable segmento. No hay por donde cogerlo, la verdad. Ember Moon es muy querida, tuvo una gran actuación en la batalla real del día anterior y se posicionó de un modo en el que parecía que podía dar el salto hacía los eventos estelares femeninos. Sin embargo, al día siguiente tenemos una performance como esta, en la cual es ampliamente dominada por Nia, cae derrotada de manera clara y contundente, apenas hace un par de comebacks durante la lucha y solo aguanta tres minutos ante una enemiga que, para más inri, había sido distraída por Tamina. Al final, distracción de Moon, sensación de inferioridad y relevancia casi nula, pasando Ember a un segundo plano en el post-match, en el cual las dos gigantes quedaron frente a frente, sin que ella tuviera nada de importancia.

Tampoco es demasiado coherente la salida de Tamina para encarar a su prima. Para hacer lo que hizo, sin intervenir, podría haber hecho su aparición una vez finalizado el combate. Si la intención era causar una distracción en la persona de Jax, se equivocó, originando el efecto contrario, despistando a Ember. Y Nia, pues bueno, quedó como muy superior, pero creo que hasta que se enfrente a Ronda, sería mejor que hubiera seguido su rivalidad con Moon. En la empresa llama mucho la atención lo de enfrentar a dos gigantes, pero no hay que sacrificar a Ember por eso, ya que esa rivalidad entre primas puede ser de transición y tiene pinta de que puede quemarse muy pronto, ya que el apoyo popular y el carisma para mantener el enfrentamiento no son los fuertes de ninguna de las dos.

Lucha House Party (Kalisto y Lince Dorado) vs. The Revival (Scott Dawson y Dash Wilder).

Y si poca explicación tenía el segmento anterior, este tiene menos aún. 205 Live ha ido levantando el vuelo, poco a poco, dando un buen show y recuperando el interés de cierto sector de los aficionados en la división crucero. Eso es un hecho, pero no porque el show morado esté relanzándose significa que los cruceros vayan a triunfar en Raw. El tipo de público es otro e introducirlos sin explicación y en los combates más irrelevantes del show rojo, como sucedía antaño, es una apuesta destinada al fracaso, como ya se ha comprobado. Insistir no es bueno. Y menos aún cuando lo que se ofrece es una pelea de tres minutos, en la que apenas puede desarrollarse una historia y que termina con la derrota del equipo que podría relanzar la división por parejas de Raw.

Los enmascarados quedan bien, aunque no se lucen demasiado, pero el precio para Revival es demasiado alto, quedando ante la audiencia casi al nivel de jobbers, cuando no merecen un lugar tan pobre en el show, ni de lejos. Y si, se vieron algunas secuencias agradables, con ritmo y con alternativas, pero ni la historia atrae, ni estuvieron bien implementados en la escaleta del programa, ni la audiencia reaccionó a la aparición de los mexicanos con un interés suficiente como para sacrificar a Revival de esa manera. Una lucha que en otro momento, con otras condiciones, hubiera sido espectacular y, aquí, se quedó en nada.

Apollo Crews vs. Dolph Ziggler.

La promo de los ex-campeones en pareja previa a la lucha no estuvo mal ejecutada, pero el público se la tomó un poco a broma y trolleando a Ziggler, una reacción lógica ante la cantidad de mentiras que soltaron tanto él como McIntyre. Dijeron que destruyeron a Shield, cuando ellos no tuvieron nada que ver en eso, realzaron el trofeo World Cup cuando en realidad es irrelevante y Dolph se metió con Kurt, para acabar diciendo que él era el mejor del mundo, cuando sobre kayfabe es quien más derrotas se ha llevado en los últimos tiempos. Me hizo gracia hasta que, para defender a Angle, la grada profiriese cánticos de USA en contra de Dolph. Si se lo hubieran hecho a un escocés como a Drew vale, pero tampoco tenía mucho sentido esos gritos al discurso de otro norteamericano como Ziggler.

A continuación llegó una pelea que no estuvo mal, pero demasiado predecible. El hate en contra que había conseguido Dolph en su promo hizo que los momentos de dominio de Apollo fueran aclamados por el público, pero las sensaciones eran de que no tenía opciones a ganar a un enemigo de mayor status. Además, había que poner over al rubio, como participante de la mal llamada copa mundial de Arabia. Crews lució como un personaje atlético y con recursos variados en su ofensiva, pero con una defensa débil, ya que terminó cediendo de manera contundente cuando Dolph se puso serio, con una simple Superkick. Y Ziggler, pues refuerza un poco su posición, aunque sin lucir como un gran dominador, ante un rival inferior, lo cual tampoco lo eleva demasiado. Segmento correcto, de relleno y que cumple su función, pero no demasiado atractivo y bastante previsible.

Promo de Brothers of Destruction (Undertaker y Kane) y D-Generation X (Triple H y Shawn Michaels).

No hubo ningún segmento bueno en el Raw de anoche, desde mi punto de vista, pero este por ser el main event y ser quienes son me dió más pena que ninguno. No es que ya estén en baja forma y se arrastren sobre el ring en la mayoría de apariciones, es que a nivel de promos, se ha llegado a un punto tan vacío en el que nada tiene sentido. Están alargando las cosas con la nada más absoluta y se repite la misma historia una y otra vez.

La gente reacciona por ser quienes son y Undertaker es eterno, pero eso no quita para que el contenido de lo que ofrecen sea lamentable. Y me duele en el alma decirlo, porque él y HBK son mis luchadores favoritos de todos los tiempos. Pero me cuesta mucho creer que las nuevas generaciones tengan una imagen positiva de ellos después de promos tan repetitivas, irrelevantes, que no aportan nada y que cansan a la audiencia. El único instante reseñable fue cuando el Phenom nombró Crown Jewel, para llevarse una pitada generalizada.

Después DX trataron de sorprender, apareciendo solo Triple H, mientras Shawn salió de manera imprevista, atacando al Taker con su mítica patada. Al menos fue algo diferente, aunque insuficiente para vender convenientemente la storyline. La Sweet Chin Music se vió bien, aunque poco efectiva ya que, aunque los degenerados quedaron por encima, al atacar a sus rivales sin que fueran golpeados, Undertaker se levantó con relativa facilidad del finisher, para igualar las cosas y que ambos conjuntos llegasen más o menos al mismo nivel a Arabia. Ambos pueden ganar y perder, pero a muchos eso ha dejado de importarnos y ya lo que nos preocupa es la imagen de unos ídolos que, aunque duela, sería mejor no ver en este estado.

Nota del show: 2,5

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