Review SmackDown Live 23 de octubre de 2018

Kofi Kingston vs. Big Show.

Comienzo de show con una alegría proveniente de la típica promo de New Day, en contraposición al duro lunes que vivimos. El stable face por excelencia de la empresa habló sobre la manera de perder los títulos frente a The Bar, reclamando la ilegalidad que supuso la ayuda de Big Show. En ese momento, apareció el gigante acompañado de los campeones, para el match que tenía que enfrentarle a Kofi, aunque en ese momento, el enemigo del miembro del New Day era una incógnita. Es normal que en este caso él ejerciera de líder porque iba a pelear, pero espero que no sea una constante y en el reinado de los europeos, sean ellos los verdaderos protagonistas de sus segmentos.

En cuanto al combate, pues no fue una contienda para nada interesante, ya que únicamente fue una exhibición de contundencia de Show. Un squash de pocos minutos en los que Kingston apenas opuso resistencia y en el que el atleta más grande del mundo podría haber arrasado, de no ser por la intervención de Woods y Big E, para salvar a su compañero de la masacre. Por cierto, no es que fuera muy ortodoxa la DQ, porque realmente, a los que golpearon fueron a los campeones en pareja, que no estaban luchando. Es decir, tampoco ese hecho suponía algo ilegal, permitiéndose miles de veces que suceda.

Aunque el match finalizase por descalificación, no acabó ahí el sufrimiento para New Day, ya que tanto Show como The Bar se cebaron con los faces y siguieron atacándolos en conjunto, en el post-match, para dejarlos tendidos sobre la lona. Me parece correcto que los heels tengan el foco, que Sheamus y Cesaro se muestren dominantes y que el stable formado tenga una potencia suficiente como para ser muy creíble. El único problema que veo en la historia es que un exceso de protagonismo para Big Show queda raro, después de haberle visto todo lo que le hemos visto. Ya no impacta tanto como antes, al igual que Kane, por ejemplo, y aunque sea prestigioso vencerlo, cuesta creer que la superioridad de su equipo venga de su mano y no de la del suizo y el irlandés.

AJ Styles y Daniel Bryan vs. The Usos (Jimmy Uso y Jey Uso).

Buen combate, pero con un bookeo demasiado forzado que me resultó poco creíble. Una derrota accidental es comprensible y dos o tres también, pero un accidente debe ser sorpresivo y no ser tan telegrafiado como esto, ya que pierde toda la gracia. El match fue bueno en líneas generales. En el inicio, Styles y Bryan se coordinaron bien, olvidando rencillas y actuando como un equipo bien avenido. Dominaron y lucieron al nivel que tienen, teniendo un control casi total sobre los gemelos.

Sin embargo, los samoanos se recuperaron y con movimientos en conjunto y su alto ritmo de siempre, consiguieron darle la vuelta a la situación, sometiendo a Daniel, que sufría bastante por momentos. Por fin, consiguió dar el relevo al campeón y este demostró su buena forma, poniendo las cosas muy favorables a su equipo. Pero en la fase final, entre moves rápidos y ataques alternos, Bryan se metió en el ring cuando no debía. Además de molestar a AJ, recibió una patada del campeón que no iba dirigida a él y, entre la confusión, los hermanos aprovecharon para ganar de nuevo. A reseñar que en esos ataques, se vió algún homenaje de los Usos a su primo Roman, como el gesto de Jey en el splash definitivo sobre Styles.

Los samoanos vuelven a vencer a dos main eventers, con lo que se refrenda su status y los impulsa como luchadores a tener en cuenta, pese a que sus triunfos hayan sido controversiales. También se hace un homenaje indirecto a Roman, lo cual es un gesto bonito. Pero campeón y retador vuelven a quedar mal, con una historia demasiado forzada y una nueva derrota en su haber, lo cual no es algo demasiado positivo. No es que cuenten demasiado esas derrotas, porque importa más el desarrollo de la storyline en este momento, pero si esto hubiera ocurrido una vez y no dos, tampoco hubiese pasado nada y sería todo más creíble.

Promo de Becky Lynch y Charlotte Flair.

Nueva muestra de que, aunque con todo esto Becky haya recuperado notoriedad y sea una historia interesante, los papeles están completamente cambiados y no se saca toda la productividad que se podría a una historia tan bien pensada, con dos wrestlers magníficas y con un público involucrado con una de ellas. Charlotte hizo todo lo que un face debe hacer. Ayudar a las jóvenes en el performance center, hablar de cosas bonitas y ser la chica buena en todo su discurso, recibir una paliza y hacer una promo emocional después, argumentando que más que derrotar a una enemiga, quería derrotar a una chica que fue su amiga y que está equivocada. Le faltó decir que la perdonaba y le daba otra oportunidad. Quieren hacer de Flair un personaje muy bueno, cuando ella es una mujer madura, insensible en ocasiones, fuerte y abucheada por la grada en muchos momentos.

Con Becky, lo contrario. Ataques sean donde sean, ganas de atemorizar a las jóvenes, orgullosa de haber hecho acciones lamentables y reforzando un personaje heel que, aunque la haya puesto over, está condenado a terminar por realizar un turn face. Es difícil pensar en algo que haga que la gente abuchee a la irlandesa en este momento. Y con la situación así, podrían hacerla tweener, al menos, o face aunque mantuviese ese carácter duro y violento. En definitiva, un paso más en la historia que lejos de suavizarse, se extrema cada vez un poco más y que va a resultar extraña el domingo en Evolution. Aún con todo, es el match más atractivo de la cartelera del evento femenino y puede ser una gran lucha independientemente de los papeles que ejerzan cada una.

Rusev vs. Aiden English.

Combate hecho por y para Lana, en el que apenas se vió nada de lucha ya que todo estuvo enfocado al protagonismo de la rusa y a su presencia como supuesto trofeo. Aiden comenzó provocando desde el inicio, cantando directamente hacia ella y profundizando en su odio personal. En cuanto comenzó la lucha, huyó de Rusev hasta que el búlgaro lo cazó y lo golpeó con fuerza. Merced a artimañas, English recuperó el control, pero de nuevo gracias a Lana y el despiste de Aiden, más pendiente de ella que de otra cosa, Rusev se rehizo para, esta vez si, acabar con su enemigo de forma contundente. Con todo ello, no se vió una gran pelea, pero sí a una Lana decisiva, ya que no solo descentraba a los wrestlers, sino que atacó con un zapatazo a English.

Aiden quedó como un cobarde, débil ante la superioridad de Rusev y tampoco demasiado inteligente, ya que cuando tenía opciones, las perdió por su obsesión con la chica. Y Rusev, pues una semana más queda como una bestia potente, pero que no tiene el foco ni en su propia historia. La gente se queda más con la actuación de los demás y él, aparece como secundario, venciendo con facilidad a un oponente que no está a su nivel sobre kayfabe ni de lejos. No tiene una evolución definida y parece anclada en una storyline que no le pega, cuando podría aspirar a otras metas ya ante rivales de un mayor calado que Aiden. Aunque la telenovela no da mucho más de sí, algún giro de tuerca más vendrá, lo cual tampoco supone ninguna esperanza para Rusev de salir de este estancamiento a corto plazo. Incluso la audiencia se ha ido apagando en cuanto a reacciones con estos segmentos que, sin ser horribles, no terminan de llenar completamente al espectador.

Miz TV.

Promo que ejemplifica cuales son los puntos fuertes de ambos cuando no están combatiendo. Miz puede promocionar cualquier cosa, hablar y hablar y siempre generar reacciones. Dar discursos, decir cosas del pasado y llevarnos hasta el futuro, sea el rival que sea quien tenga enfrente. Su habilidad natural al micro es brutal y resulta creíble verlo incordiar al wrestler que le toque, independientemente de status, nivel o procedencia. Siempre tiene algo con lo que poner nervioso al otro y ponerlo indirectamente over, al generar reacciones negativas contra si mismo. Mysterio, por su parte, nunca ha sido un maestro al micrófono, pero siempre ha sido el ídolo de niños y no tan niños por su personaje vistoso y llamativo. Ha tenido ese factor diferenciador para caer bien, sea quien sea también, el hombre que tenga enfrente.

Y claro, aunque la promo no tenga profundidad, la historia no sea trascendental y no haya mucha base para enfrentarlos a ambos, el cóctel de personalidades provoca que el público se meta completamente en el segmento, apoyando al latino en contra de la odiosa estrella hollywoodiense. Una promo sin demasiado que contar, pero con capacidad de transmitir y llamar la atención que, en resumidas cuentas, es lo que vale. Para finalizar, un brawl en el que Rey se muestra dominador pese a ser atacado primero y Miz huidizo, evitando que el face ponga sus manos sobre él, lo cual dió pie a un combate entre ambos a continuación. Ejemplo de como se pueden sacar cosas sin que haya nada interesante preparado.

Rey Mysterio vs. The Miz.

Combate correcto, de menos a más, en el que Mysterio demostró que sigue siendo tan querido como antaño. El comienzo fue lento, con un Miz dominante y ejecutando ataques contundentes, aunque no demasiado limpios. Su fase de control no mejoró con el paso de los minutos, pero Rey aprovechó algunos errores de Mizanin para lanzar su ofensiva en la parte intermedia de la contienda. Ahí se vió que el mexicano aún tiene un ritmo suficiente para levantar a la grada y con sus clásicos movimientos rápidos, se mostró mucho más eléctrico que su rival, que volvió a ralentizar la lucha cuando recuperó el control. No obstante, la evolución de Mysterio ya era imparable y The Miz no pudo frenarlo, sucumbiendo al 619 de manera limpia y clara.

Todo ello pone a Mysterio en una gran posición. Tras su retorno ha vencido a Nakamura y Miz de forma convincente, superando a dos uppers que le pueden permitir establecerse con un status de privilegio en SmackDown. Sin embargo, no deja en gran lugar a Mizanin, ya que lució inferior ante un luchador de vuelta de todo y cuyo papel teórico debería de ser el de veterano que sirviese como punto de apoyo, más que el del wrestler sobre el cual recaigan los focos principales. De todos modos, esto es solo el comienzo y aún queda mucho por ver, más aún con el evento de Arabia a la vuelta de la esquina. Personalmente, creo que ambos tienen la experiencia suficiente para ir poniendo over a otros talentos más jóvenes, pero al ponerlos a trabajar entre sí, también pueden dar buenos momentos como los vistos anoche.

Asuka y Naomi vs. Mandy Rose y Sonya Deville.

Lo que parecía que iba a ser una lucha de relleno, sin trascendencia y que a nadie le interesaba, terminó por convertirse en un caos entretenido, pero vacío, para promocionar la batalla real de Evolution. No es que me parezca genial esta forma de salir del embrollo, ya que los personajes de las chicas que entraron en este brawl no están siendo cuidados y da la sensación de que todas las implicadas son irrelevantes. Además de Asuka, Naomi, Mandy y Sonya, aparecieron Peyton y Billie, las causantes de todo el lío (fueron las que interrumpieron originalmente a la mujer de Jimmy y a la nipona, impidiendo que se celebrase la lucha programada), Zelina, Carmella y Lana. A partir de ese momento, un cúmulo de ataques, sin orden ni concierto, en el que daba pena ver a algunas wrestlers, pero que fue algo rápido y dinámico, divertido, ya que no tenía demasiadas pretensiones y que finalizó con la Emperatriz reinante sobre el cuadrilátero tras ver un montón finishers en pocos segundos.

Tras el poco sentido de lo anterior, menos aún tuvo el discurso de Shane McMahon. Salió a recordar el gran momento de las mujeres en la actualidad (irónico tras el segmento que acababan de protagonizar las chicas). Luego dijo que en Arabia se definiría quien era el mejor del mundo, algo que evidentemente es mentira y que no se cree ni él, y para colmo, provocó que la gente acabara por corear el nombre de CM Punk como el mejor en el mundo, sabiendo lo mal que sienta eso en la zona noble de WWE. En definitiva, que tuvo buenas reacciones Shane por su presencia, pero ni convenció con sus palabras a los que estaban en el estadio, ni mucho menos a los que estaban en casa. Vuelve a las pantallas y tiene que lucirse en el show, pero podrían darle algún segmento con más interés o que tuviera una repercusión global, porque para hacer lo que hizo, con que hubiera salido Paige a escena hubiera bastado más que de sobra.

Jeff Hardy vs. Randy Orton.

Lucha que tenía interés en caso de haber seguido profundizando en la rivalidad que habían mantenido estos hombres en los últimos tiempos, pero que sirvió solo para promocionar la World Cup de Crown Jewel. Y, ese combate, aparte de ser poco interesante por los condicionantes, tampoco tiene el suficiente premio como para que los implicados estelaricen los semanales con matches de transición como este. No había nada en juego y no se vió la violencia que despertó hype en estos wrestlers hace semanas. Bueno, hubo algún momento como el de la oreja de Jeff, pero ya muy visto y que no obtuvo la misma reacción que el original. Parecía un combate para cubrir el expediente, por los nombres y el público no se metió demasiado en la historia (y eso que hace no tanto tiempo si que lo hacían con los mismos luchadores).

El combate fue correcto con un Orton más centrado en la contundencia y la solidez y un Hardy que hacía comebacks interesantes, con ritmo y velocidad, para dar la contraparte al castigo que estaba sufriendo. En la segunda parte de la pelea, el dominio fue alterno, hasta que Jeff trató de buscar las alturas para finalizar el combate. Eso fue su perdición, entre huidas de Randy y errores que lo dejaban a él más tocado que a su enemigo. Lució bien el pequeño de los Hardy, porque además de tener actividad constante en los minutos finales, se recuperaba de cada fallo y volvía a parecer fuerte ante un rival como Randy, pero el saber estar y el saber aprovechar mejor sus recursos de Orton, lo llevó a un triunfo que no sirve de mucho.

De cara a Crown Jewel, ambos mantienen aproximadamente el mismo status que tenían y se muestran como figuras igualadas. Randy siempre un pelín superior y con un balance de victorias que le favorece, pero sin tener una gran distancia en cuanto a sensaciones con respecto a Jeff. Un final que estuvo bien, pero que no fue nada especial. Correcto sin más.

Nota del show: 4,5

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