Review SmackDown Live 16 de octubre de 2018 (Especial capítulo 1000)

Review del show de esta semana de SmackDown Live (Especial capítulo 1000)

Review SmackDown Live 16 de octubre de 2018 (Especial capítulo 1000)

Sergio Esteban

17/10/2018 a las 15:19

Promo inicial.

Segmento de Truth-TV que tuvo sus momentos divertidos, como el baile final de Vince con Carmella y R-Truth, pero que me pareció muy pobre para comenzar un show de estas características. SmackDown siempre ha representado esa alternativa, ese enfoque más en el wrestling más puro y siempre han sido los wrestlers los dueños de este show (aún siendo también, como todo en WWE, dependiente de las historias que hay alrededor). Por lo tanto, creo que cualquier figura relevante del pasado debería haber dado inicio al show, en vez de convertirse el opener en la enésima reedición de una guerra entre hermanos interminable.

Comprendo que Vince quiera su protagonismo y están en el derecho de exponer a la familia McMahon en un espectáculo que, en resumidas cuentas, les pertenece, pero me sobró la presencia de Stephanie, sobre todo. Esa sensación de querer llevarse el foco siempre es tremenda y le hace recibir abucheos ya no por ser heel, que también, sino por el egocentrismo que destila por cada uno de sus poros. De todos modos, fue una contraparte buena para un Shane que retornó y fue recibido con mucha mayor calidez que su hermana. Él si es un representante de SD y, aunque ahora no se muestre demasiado activo en el show, es más comprensible su presencia en ese instante de la velada. No hicieron mucho más que picarse entre ellos, recordar su enemistad y tener que ser separados por su padre, que acabó de un gran modo el segmento.

Lo mejor que podía hacer era aliviar tensiones y fue gracioso que se pusiera a bailar con los anfitriones. R-Truth y Carmella que, por cierto, aunque no fueron para nada protagonistas, en los momentos que tenían para hablar obtuvieron reacciones potentes, siendo el concepto de Truth-TV algo que agrada a la audiencia y volviendo a tener relevancia ejerciendo muy bien su papel cómico, entre bailes, despistes e ironías. En definitiva, un segmento que recondujeron bien y acabó por ser divertido en su parte final cuando hasta ese momento no estaba aportando nada, ya que apetecía ver más a Carmella y Truth con sus historias que a los McMahon haciendo lo mismo de siempre.

AJ Styles y Daniel Bryan vs. The Usos (Jimmy Uso y Jey Uso).

Buen combate, con un resultado predecible, pero un desarrollo sorprendente. No fue un match demasiado largo, pero la estructura estuvo bien definida y lo más llamativo fue que los samoanos llevaron el control de la lucha durante prácticamente la primera mitad de esta. Los hermanos no solo se mostraron a la altura de campeón y retador, sino que dieron una buena clase de continuidad en el castigo y combinación de fuerzas para llevar la voz cantante durante esa fase inicial.

Mediado el combate, Styles y Bryan se recuperaron, como es lógico por su status y retomaron el control de las operaciones, pero los Usos se mantuvieron resistentes, soportando momentos difíciles como la doble sumisión, no rindiéndose ante el Calf Crusher de AJ, ni ante el Yes! Lock de Daniel. Esa performance es la que los posiciona de gran manera de cara al futuro y refuerza a sus personajes, más aún que la victoria en sí que, aunque fue contundente, vino por el obvio desencuentro en el otro equipo. Salieron muy reforzados de anoche, siguieron obteniendo reacciones face, pese a estar enfrentados a los dos luchadores más queridos del show y consiguieron llevar a cabo una lucha dinámica, creíble y entretenida.

En cuanto a Styles y Bryan, pues no lucieron mal tampoco, aunque se les presumía una mayor superioridad teórica. Fueron evolucionando durante la contienda a mejor hasta el punto en el que dominaban claramente, pero llegó el clásico error que se produce en WWE cuando se quiere dar inicio a un conflicto. Era demasiado obvio que algo así sucedería y la ejecución pareció demasiado coreografiada, pero no estuvo mal y era necesario para darle algo de salsa a la rivalidad. Prefiero que ambos se mantengan como faces claros, pero que haya puntos de discordancia entre ambos siempre es un aliciente más. La derrota no les afecta mucho y vendieron las patadas de los gemelos como algo poderoso, así que me pareció coherente la forma de acabar el segmento, ya que los dos quedaron vencidos al mismo nivel, aunque la cuenta de tres fuera para Bryan.

Promo de Evolution (Triple H, Ric Flair, Batista y Randy Orton).

Interesante promo aunque un poco desubicada ya que este grupo es un referente de Raw y se dedicaron a hablar de su importancia y su pasado en un segmento que poco tenía que ver con la celebración de los 1000 capítulos de SmackDown. En orden de importancia, la menor relevancia fue para Flair, algo bastante entendible. Su función fue calmar los ánimos al final, dar su grito de guerra, decir algunas palabras y hacer algunos gestos. Se sintió forzado y lejos de lo que fue, obviamente, pero su presencia es un merecido homenaje y después de todo lo que ha pasado en estos últimos tiempos y su edad, verlo en un ring aunque sea de forma testimonial, pues es algo que alegra a cualquier fan del wrestling.

Randy Orton tuvo un papel más secundario de lo que cabría esperar. Él es la única superestrella que se mantiene aún en activo (teóricamente) y debería haber tenido más importancia, ya que es una pieza fundamental del SD actual. Me gustó que no se saliera de su personaje heel y que, aunque estuviera tranquilo y no realizase ningún RKO sorpresivo, mostrara una actitud rebelde. Recordó a aquella época juvenil en la que era el novato del grupo e iba por libre, dejando claro que era un provocador al meterse con sus compañeros. Sin embargo, quedó un poco raro ver como atacaba verbalmente al resto y luego Batista solo lo elogiaba.

Pero si el segmento será recordado con el tiempo será por la especie de reto que Dave lanzó al Hunter al final de su discurso. Batista no solo tuvo buenas palabras y ensalzó los méritos de Flair y Randy, sino que también parecía reconocer la trayectoria de HHH. Lo hizo, pero dejó caer al final que no había sido derrotado por él. Esto provocó a Triple H y plantó la semilla de una posible rivalidad para cuando el asesino cerebral acabe su historia frente a Undertaker. No es algo que me llame tanto la atención como en 2005, pero contando que Triple H tendrá su protagonismo anual en WrestleMania y Batista es una estrella mediática y que se mantiene en buena forma, tampoco es algo negativo. Y más comparándolo con otras posibles opciones. Las reacciones del público fueron claras y el falso abrazo del final alentado por Ric, dejaron la puerta más que abierta a que ese combate vuelva a realizarse después de tanto tiempo.

Rusev vs. The Miz.

Escribía en un comentario de la web que era lógico introducir a Rusev en la copa mundial para cualquier fan, ya que es alguien creíble, potente, interesante y búlgaro, para dar internacionalidad a la lucha. Pero que WWE preferiría meter a Mizanin ya que además de ser estadounidense, tuvo relevancia en la pasada década y eso es lo que pidió el jeque. Y lamentablemente, pues tenemos lo que predecíamos. Aunque en realidad, poco importaba quien se clasificase porque las opciones de ambos de ganar ese combate en Arabia eran y son nulas. La lucha de anoche no fue ni pelea, ya que apenas hubo tiempo para desarrollar nada. Siendo un show de esta índole y con solo dos horas, se entiende que sea algo rápido, pero la sensación es que podrían haber guardado este enfrentamiento para otro momento.

De todas formas, se contó todo lo que se quería contar. The Miz, ganando de forma oportunista, con ayuda externa, como ha hecho toda la vida. Y Rusev, siendo humillado de nuevo por un Aiden English que recupera un poco del status perdido tras la semana pasada. El problema de su rivalidad es que lejos de hacerse mejorar el uno al otro, parece que han convertido su enemistad en una competición por ver quien hace más el ridículo. Esta semana le tocó al búlgaro sufrir la intervención de Aiden que le descentró y le ocasionó caer derrotado. Mención aparte merece el timing, que fue horrible, con un Aiden que llegó tarde a la escena, ya que Miz llevaba ya un rato distrayendo al árbitro para que no mirase hacia la rampa. Además, Rusev tampoco estaba cerca del borde del ring para que English cogiera su pie con facilidad y se sintió todo muy forzado.

Una mala ejecución, pero que importaba poco ya que el foco estaba en las consecuencias que esos actos suponían. No es que quede muy mal RuRu, ya que la interferencia que le cuesta la derrota es obvia, pero perder en un par de minutos ante Miz, sean cuales sean las condiciones, no parece lo mejor. English, por su parte, consiguió su objetivo de molestar a Rusev, le echó a perder sus planes y parecía quedar muy bien, pero tampoco consiguió esa completa felicidad al ser atacado por Lana y el propio Rusev en el post-match. Un resultado previsible que no deja excesivamente bien a nadie, ni tan siquiera a Miz y que mejor planteado y con más tiempo, en otro momento, podría haber ofrecido mucho más, aunque hubiera terminado de igual manera.

The Cutting Edge (con Becky Lynch y Charlotte Flair).

La promo es buena, pero los personajes y sus motivaciones, sabiendo las reacciones que obtienen y el pasado de cada uno, parecen contrarios a lo que deberían ser. El protagonista de la primera parte de la promo y anfitrión del segmento fue Edge. Es un icono de la marca azul y poca gente, por no decir nadie, merece más que él ese espacio en el show. Sus palabras recordando todo lo que hizo en SD fueron emotivas y su gratitud a la gente, en una performance claramente face, fue aplaudida por los asistentes. Sin embargo, cuando apareció Becky Lynch, las cosas me parecieron muy poco naturales. Tanto por uno como por la otra.

Edge tuvo un papel de chico bueno, como de hermano mayor que aconseja lo que es mejor o él cree mejor para que la irlandesa sea feliz en el futuro. Pero queda rarísimo y muy incoherente que sea precisamente él quien diga que se debe actuar bien, que no hay que sacrificar la amistad por la carrera como wrestler y que no importan los títulos, las oportunidades y el foco, en comparación a ser buena persona. Como persona, Edge es un gran tipo, pero la mayor parte de su trayectoria, sobre kayfabe, ha sido la de un heel oportunista, individualista y despreciable, por lo que criticar algo que lo llevó a él hacia la cima es, cuanto menos, curioso. 

Lynch, por su parte, tomó el mismo camino que Edge cuando era wrestler. Le dió igual todo, mostró su orgullo y lo bien que se sentía con chulería y finalizó la conversación recordando al canadiense sus problemas de cuello, en un gesto provocador y de mala fe. Algo que sería genial para generar heat en contra como una heel clásica, pero que acaba siendo anticlimático al ver que la pelirroja sigue siendo vitoreada ante semejantes actitudes. El mundo al revés. La promo es buena, pero es como si estuviera al revés.

Tras todo ello, Charlotte salió a escena y directamente se organizó un brawl en el que la face fue abucheada y la campeona heel aplaudida, ratificando aún más que los papeles de ambas están cambiados, aunque la rivalidad no sea mala. Nadie venció en el brawl ya que los agentes encargados del show las separaron (incluyendo a Finlay). Hubiera sido un buen momento para que Beth Phoenix hubiera aparecido, por cierto, aunque luego no haya planes para ella en el futuro. Supongo que no quiso implicarse activamente en el show.

Campeonatos por pareja de SmackDown.

The New Day (Big E y Xavier Woods) (c) vs. The Bar (Sheamus y Cesaro).

Muy buen combate, con un final que fue positivo, aunque no fuera la mejor manera de ganar los cinturones para The Bar. El comienzo fue tranquilo, con Sheamus y Cesaro combinándose para mantener el dominio ante un Woods que se vió ampliamente superado. Los movimientos eran contundentes y Xavier, con su desventaja física, buscaba el relevo que igualara la contienda. Y así fue. Big E entró en modo destructor, con gran ritmo e intensidad, equilibrando la potencia física de los heels, con acciones powerhouse imponentes. Pese a ello, los europeos se rehicieron y volvieron a tomar las riendas de la lucha, ejecutando movimientos en equipo y debilitando a un Big E que ahora dependía de las ayudas de sus compañeros para evitar la derrota.

La actitud de Sheamus y Cesaro era sucia, propia de unos heels, intentando pinfalls apoyándose en las cuerdas o recurriendo a la mesa de comentaristas como objeto a usar. Estaba siendo un combate entretenido hasta la aparición de Big Show, que opacó a todo lo demás que estaba sucediendo. Y no es malo, ya que él también es una leyenda y que tenga protagonismo no es mala idea. Hizo el turn típico que ya prácticamente se ha convertido en una chanza. Ver un cambio de personalidad del gigante es tan usual como lo eran los combates por parejas programados por Teddy Long o los Excuse Me!, vociferados por Vickie Guerrero. Sorprendió en el momento, pero fue un buen guiño al pasado.

Kofi atravesó la mesa de forma espectacular y Big E se despistó para ser derrotado y que New Day perdiera los cinturones. Los faces no quedaron mal con esta secuencia, ya que sin la presencia del gigante, podrían haber seguido luchando sin problemas. Y The Bar, bueno, no es la forma ideal de ganar los títulos, pero contando que estamos en WWE, en un día especial y que el foco fue para Big Show, tampoco es algo tan grave. Lucieron bien durante la lucha y ganaron por conteo tras un finisher del guerrero celta, así que lo que importa es que ahora son ellos los campeones y le pueden dar un nuevo aire a los cinturones, que pasan a estar en unas manos iguales o mejores de las que estaban.

Homenajes y apariciones especiales.

Aparte de las apariciones de wrestlers o personalidades del pasado que tuvieron un segmento propio, como Evolution o Edge, habría que reseñar las actuaciones de otros hombres importantes que fueron saliendo a lo largo de la noche y salpicando el show con su presencia. La más importante fue la promo del Undertaker al final del show. Ese segmento ocurrió tras el main event de Rey vs Nakamura, pero no merece ni un epígrafe propio porque apenas sucedió nada. Simplemente salió y cerró un programa del que ha sido la mayor leyenda durante años. La posición es más que merecida, sin duda, pero esperaba algo más. Hizo su clásica performance oscura, contra DX en esta ocasión y poco más. Corto y sin trascendencia, aunque con enormes reacciones populares.

Me gustó el tweet de The Rock, aunque no pudiera aparecer. La promo de Cena, ya que es un wrestler fundamental y no ocupó mucho espacio en el show y que recolocaran a gente como Kurt Angle. Lawler o Booker en comentarios (aunque esperaba un spinaroonie). Sin embargo, creo que no jugaron bien con el tiempo que tenían. No es problema de hacer el show de dos horas y no de tres, aunque eso impide que se desarrollen mejor las cosas, evidentemente. Sino el hecho de que se dé más importancia a Stephanie, por ejemplo, que a Vickie, Teddy o Laurinaitis.

Están muy bien los vídeos, pero se echó de menos a gente del pasado. A las chicas, a JBL, a Austin, a Christian, a Matt aunque apareciera Jeff… Supongo que siempre nos acordamos de los que no están. Por cierto, respecto a la gente actual, sorprendieron ausencias como Samoa Joe, Andrade o Shelton Benjamin. Y la de Paige, que siendo la GM de SD no tuvo ningún foco sobre ella. No tiene ninguna lógica que Steph dijera que ella estaba ahí por ser comisionada del show azul en el pasado. Paige lo es actualmente y...

Shinsuke Nakamura vs. Rey Mysterio.

Último combate clasificatorio para esa extraña copa mundial de Arabia. Por un lado un no-americano que ha estado en la empresa en los últimos tiempos. Frente a él, un americano que fue un icono de la pasada década. Por mucho que el gimmick de Rey sea de enmascarado mexicano, él es estadounidense. Era tan obvio el resultado por la preferencia del jeque que eso le quitó bastante interés a la lucha, pero ver de nuevo a Mysterio en WWE, como luchador a tiempo completo, subsana en parte lo predecible que iba a ser el desenlace.

Fue un combate correcto, con un buen ritmo e igualdad entre ambos. Cada uno tenía sus armas y el regreso de Rey consiguió transmitir emoción, algo complicado viendo los condicionantes de la pelea. El dominio fue alterno y se vió un match fluido y dinámico, con Nakamura tratando de castigar a su pequeño rival en el cuerpo a cuerpo, en base a patadas y con Rey tratando de coger distancia, empleando movimientos aéreos espectaculares, aunque no demasiado efectivos en la mayoría de ocasiones. Nakamura mostraba solidez pero no parecía sentirse muy seguro.

Hubo respeto, secuencias divertidas y el público se metió bastante en la fase decisiva, hasta que se produjo el final, quizás un poco pronto para mi gusto. Con este resultado, Mysterio regresa por todo lo alto, obteniendo una gran victoria en el show en el que siempre ha destacado más y luciendo a un buen nivel. Lógicamente, no tiene la velocidad de antaño, pero es capaz de seguir dando buenos combates y es muy aprovechable, aunque sus mejores años ya pasaron.

Mientras, Shinsuke vuelve a un combate estelar y se muestra a buen nivel, pero la derrota no mejora en nada su status. Sobre el papel, pierde ante un luchador veterano y que se supone que ahora mismo no está al nivel del japonés. Su cinturón sigue perdido y su reinado mantiene el mismo grado soso que tenía. Y vuelve a no llevarse el foco en un match, aunque en esta ocasión, viendo al rival que tenía enfrente, eso entraba dentro de los planes. Esperemos que a partir de la semana que viene el nipón comience un ascenso, ya sea en una rivalidad con Rey o no. Pero necesita mejorar bastante para volver a ser relevante en un show en el que se ha ido devaluando progresivamente.

Nota del show: 5,5

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