Review SmackDown Live 14 de agosto de 2018

Promo inicial.

Buena promo para comenzar el show, con las aspirantes al título femenino de SmackDown y la propia campeona intentando destacar con el micro en la mano. Fueron discursos básicos y muy predecibles, pero la sencillez y la coherencia argumental son, la mayoría de veces, recursos eficaces para meter al público en la historia que se está contando. Especial atención merecería la forma de desenvolverse de Carmella. A algunos les gustará y a la mayoría no, ya sea porque no la consideran una buena wrestler o por el papel odioso que representa, pero no suele dejar indiferente a nadie, un hecho que para un personaje como el suyo es fundamental. No traslada esa credibilidad a sus luchas, pero cuando tiene que hablar, al igual que le pasa a Alexa en Raw, son capaces de generar heat en contra con facilidad. Además, anoche se la vió en una postura más llamativa que a su homónima de Raw, ya que aún sintiéndose inferior en la lucha de Summerslam, más que huir, trató de aprovechar su oportunidad de sembrar dudas en la relación entre sus rivales.

Transformó ataques directos a su personaje, que fue calificado como “diva”, de manera despectiva, o fue acusado de necesitar de Ellsworth para ganar, en ironías metiéndose con el físico y la belleza de sus oponentes. Daba la sensación de controlar la situación y ser capaz de llevar a las faces a su terreno. Una buena actuación la suya y credibilidad, al menos como entertainer, ya que dentro del ring sigue con sus carencias. Charlotte y Becky, tendrían el segmento posterior para avanzar en la storyline, destacando en el aspecto in-ring, asíque en esta promo fueron contrapartes de Mella, pero no tuvieron el foco sobre ellas. Insinuaron la tensión entre ambas, mezclada con cariño y respeto y dejaron que el peso del discurso recayera en los intentos de manipulación de la princesa de Staten Island. En definitiva, un segmento lógico, bien ejecutado y que sirvió para introducir el match que estaba programado inmediatamente después.

Charlotte Flair y Becky Lynch vs. Absolution (Sonya Deville y Mandy Rose).

Las dos faces poderosas unidas, haciendo frente común, sin discutir demasiado pese a la posición en la que se encuentran de cara al PPV, venciendo con relativa facilidad a un conjunto de heels venido a menos que ha pasado de suponer un reto, a ser simples comparsas usadas para hacer el trabajo sucio a las chicas buenas. Es exactamente el mismo esquema de la semana pasada, pero cambiando al equipo heel. No obstante hubo ligeras variaciones en las protagonistas del segmento, ya que en esta ocasión, la diferencia en la actuación entre ambas fue notable. Becky quiso demostrarse a si misma, al mundo y sobre todo a Charlotte que ella está a la altura de The Queen, que no es una secundaria y que yendo por libre puede obtener buenos resultados. Para ello, evitó en la medida de lo posible dar el relevo a su compañera, en la fase final y provocó situaciones que no rompieron la relación entre las amigas, pero que si pusieron en alerta a Flair, que se notaba un pelín más incómoda que en otras ocasiones al no manejar ella los tiempos.

Durante el transcurso de la lucha, la irlandesa fue la protagonista y tuvo una actuación muy completa, dominando, recuperando el control en los pequeños lapsos de tiempo en los que las heels parecían querer realizar algún comeback y triunfando de manera contundente, clara y creíble. Flair, en un papel menos destacado, también estuvo bien y el problema, como siempre, estuvo en lo mal vendidas que fueron las chicas malas. Es comprensible que pierdan en una situación así, al igual que las australianas la semana anterior, pero cuando ese tipo de bookeo perdedor se hace demasiado continuo, se pierde interés en unos personajes que parece que solo están ahí para ser vencidos continuamente, sin suponer ningún desafío. Además, el reparto de tiempos de lucha y foco, aunque fueran ambas castigadas, tampoco me pareció el adecuado, ya que Mandy tuvo bastante más acción y pareció más potente que Sonya, cuando debería ser al revés, por nivel de lucha. No obstante, tampoco es que Rose estuviera mal dentro del papel que le tocó interpretar y el problema de las antiguas secuaces de Paige es más global, que específicamente por la performance de anoche.

Bludgeon Brothers (Harper y Rowan) vs. Luchadores locales.

Un squash siempre refuerza la imagen de unos luchadores potentes de cara a la audiencia, sobre todo cuando esos wrestlers están en pleno ascenso y necesitan credibilidad. Pero claro, cuando esto se convierte en rutina y no hay planes para todos unos campeones más que repetir una semana tras otra lo mismo, pues puede llegar a cansar. Bludgeon Brothers tienen un gran status y no se quiere perjudicar a otros conjuntos como The Bar o The Usos. A la vez, la directiva quiere que se mantengan en pantalla ganando y el recurso fácil es este. Tan fácil como aburrido y poco impactante. Ya la semana pasada dije que daba igual que pusieran a 3 jobbers o a 8 enfrente de los 2B, que iba a ser lo mismo. Aquí han sacrificado a otros tres chicos y hemos vuelto otra vez a lo mismo, lo cual si lo combinamos con el tag match femenino anterior, que también es más o menos repetido, puede hacer pensar que les ha sobrado un programa a los guionistas de SD. Del combate, muy poco que decir. Brutalidad, movimientos powerhouse, dureza y un status que se mantiene, ya que pasar por encima de enemigos tan débiles es algo que se daba por hecho para unos campeones tan contundentes como son los ex-miembros de la Wyatt Family. 

The New Day (Big E, Kofi Kingston y Xavier Woods) vs. Sanity (Eric Young, Alexander Wolfe y Killian Dain).

Buen enfrentamiento, rápido, dinámico y entretenido, como todos los de New Day y que tuvo un resultado lógico y previsible que fue coherente, pero no deja en buen lugar a unos heels que deberían ser mejor tratados. Ambos conjuntos emplearon sus mejores armas en un combate equilibrado que comenzó tranquilo, pero fue subiendo progresivamente en intensidad. New Day demostraron que siguen siendo muy queridos por la grada y que sus cualidades atléticas lucen en cualquier situación, mientras que Sanity se adaptaron bien al ritmo, vendiendo los golpes de sus rivales y manejando un poco más la psicología. También se emplearon de forma contundente y con acciones veloces, pero la base de sus personajes era el castigo duro, la solidez, las artimañas y el ganar ventaja mediante las superioridades numéricas que creaban. Como match semanal fue algo atractivo, bien construido y entretenido, así que en ese sentido no hay nada que reprochar.

Tampoco hubiera sido normal que el desenlace hubiera favorecido a los heels cuando New Day son los retadores oficiales en Summerslam. El problema es que una secuencia consecutiva de derrotas, sin aparente reacción por parte de Sanity, frena mucho las aspiraciones de un conjunto muy llamativo. Aún es pronto para darles todo en el show azul y que sean más que nadie, pero tal y como funcionan las cosas en WWE, hay que aprovechar siempre bien el impulso inicial de la presentación y los primeros meses para instalarse en la élite definitivamente. Y, en el caso de Sanity, al igual que AoP en Raw, parece que ese efecto se va diluyendo, pasando a ser unos complementos más que a ser los protagonistas que se van poniendo over hasta llegar a lo más alto. Esperemos mejores planes para ellos en el futuro y que, poco a poco, se vaya renovando la parte noble de una división que, pese a algunos fallos, sigue gozando de una buena salud, en general.

Aiden English vs. Andrade “Cien” Almas.

Una pena que no les dieran más tiempo, porque estos hombres podrían haber dado una muy buena lucha. Ambos tienen carisma y aunque es normal que la rivalidad principal se lleve todos los focos y el enemigo principal del mexicano sea el búlgaro, hay que reconocer el gran trabajo de Aiden. Con sus presentaciones es un ayudante fundamental, con el que la audiencia empatiza bastante y responsable en gran medida del ascenso del movimiento global del “Rusev Day!”. Me gustaría que Aiden tuviera más oportunidades y desarrollara algo más allá de tener un papel secundario, aunque en la posición que está, tampoco lo hace nada mal.

La lucha fue bastante predecible y desnivelada, como cabría esperar. Al comienzo, como suele pasar en los combates de Almas, al mexicano le costó entrar en calor y hubo secuencias de dominio alterno, con un English combativo y que dió sensaciones de que podría ofrecer mucho más de lo que solemos verle semanalmente. El Ídolo fue de menos a más y en pocos minutos ya se hizo con el control de la situación, momento en el que se impuso con calidad y seguridad ante English. Con esto, se refuerza su posición, al no tener problemas para vencer al lacayo de Rusev y llega fuerte al PPV. Aiden, por su parte, pues seguirá siendo importante en su papel, así que su derrota de ayer, entraba dentro de lo normal y tampoco es que afecte demasiado a su trayectoria. En el post-match, típico cruce de declaraciones entre las parejas mixtas que se enfrentarán en Summerslam que no aportó demasiado, aunque fue bien recibido por la grada, por la aparición estelar de Rusev y Lana tras las provocaciones sarcásticas de Zelina y la agresividad al micro de Andrade.

Jeff Hardy vs. Shelton Benjamin.

Buena lucha entre dos wrestlers muy experimentados y que, aunque están lejos de su mejor versión física, siguen cumpliendo a la perfección para el nivel que se les exige. Siempre se han caracterizado por ser luchadores muy ágiles y con un moveset vistoso, repleto de ataques aéreos y secuencias veloces. Anoche recordaron por momentos a esos luchadores que un día fueron, aunque lógicamente, sus estilos han ido cambiando y también hubo momentos más orientados al storytelling y la psicología. Shelton inició algo más dominante, hasta que Jeff, con gran aceptación del público a su performance, se recuperó. Tras breves momentos de igualdad, se produjo un desenlace relativamente rápido, pero bien pensado.

Hardy no está para matches de larga duración y no podía desgastarse demasiado antes del PPV, así que una victoria de un modo relativamente rápido ante Shelton le vino bastante bien. Benjamin, por su parte, cumplió en su papel de poner over a quien lo necesitaba, siendo un wrestler que siempre da buenas réplicas y capaz de entretener pese a estar bastante perdido en los últimos tiempos. En el post-match, vimos momentos muy buenos de Jeff, defendiéndose de Nakamura, superando al campeón y haciendo las delicias de la grada al consumar la venganza tras tantas humillaciones en programas previos. Fue un final de segmento atractivo y bien ejecutado, que revaloriza el status de Jeff, pero a la vez, un spoiler de lo que sucederá el domingo, ya que parece bastante claro que tras esto, Shinsuke retendrá el cinturón de Estados Unidos en Summerslam.

Ya parecía cantado, pero viendo la manera en la que ambos llegan al show, parece que tiene más opciones de vencer al japonés Randy Orton, que ni está programado, que el pequeño de los Hardy. Un Orton que no se manchó las manos, se limitó a observar en la distancia y que tendrá un gran papel en los próximos episodios, pero ayer esperó su momento, dejando que las cosas fluyeran sin desgastarse lo más mínimo. Por cierto, como detalle extraño del combate, el splash que hizo Jeff a Shelton después del Twist of Fate. Supongo que estaría previsto pero quedó raro. Puede ser por la falta de costumbre, improvisación o que para evitar lesiones, Hardy siga modificando su estilo para hacerlo menos peligroso (aunque luego hizo una Swanton Bomb sobre Nakamura).

Promo de AJ Styles y Samoa Joe.

Antes de pasar a analizar lo que sucedió en esta rivalidad anoche, hay que hacer una mención especial a como se contó la historia de Bryan y Miz. No voy a comentar todos los vídeos en un epígrafe distinto y propio porque, al fin y al cabo, no dejan de ser resúmenes y repeticiones de cosas ya vistas y analizadas, pero me gustó mucho como enfocaron la situación, recordando todo lo sucedido entre ellos, despertando hype y dando importancia a una rivalidad como la que tienen Daniel y Mizanin a lo largo de todo el show.

Una vez dicho eso, pasamos a lo que debería ser la rivalidad principal del show, aunque a veces no lo parezca. Y no es que el trabajo que están haciendo Styles y Joe sea malo, ni que tengan pocos planos estelares, ya que el pique final entre ellos fue el evento estelar de este SD. Pero da la sensación de que le falta ese puntito para alcanzar el clima épico o de tensión que si tienen otros enfrentamientos para Summerslam. Y eso que ha mejorado bastante el tema, ya que las promos ahora son más personales, destilan sentimientos más profundos y se nota una agresividad y un odio más real entre AJ y Samoa. El segmento de anoche giró en torno a un solo momento, al momento final en el que Joe nombró directamente a la mujer de AJ.

Hasta ese instante, el discurso del campeón fue correcto, defendió su posición como portador del título, a su familia y su capacidad de compaginar ambos aspectos en su vida. Fue intenso, decidido contra Joe, sin miedos y demostró sus ganas no solo de retener el cinturón, sino de quedar por encima del samoano. Unas argumentaciones convincentes, pero nada del otro mundo. Joe, por su parte, comenzó a leer una carta en la que Styles no quedaba en buen lugar. Estuvo bien y provocó a AJ, pero claro, el shock final de descubrir quien firmaba esas palabras, supuestamente, fue un golpe bajo al que no hizo falta ni respuesta. El show quedó en todo lo alto, ante la estupefacción de Styles, el control de la situación mental por parte de Joe y un público sorprendido. Buena manera de terminar el show y gran medida para despertar interés en lo que se va a ver el domingo, sobre todo en torno a la figura de Styles y la actitud con la que puede llegar a salir en el combate.

Nota del show: 6

No te olvides de visitar Solowrestling, la web con todas las noticias de WWE. Síguenos en redes sociales, Facebook, Youtube, Twitter e Instagram.

Recuerda que el próximo evento premium de WWE es WWE Backlash y en Solowrestling estarás al día de todas las noticias relacionadas.