Review SmackDown Live 7 de agosto de 2018

Review del show de esta semana de SmackDown Live

Review SmackDown Live 7 de agosto de 2018

Sergio Esteban

08/08/2018 a las 15:01

Promo inicial.

Bueno promo de un Randy Orton que parece haber rejuvenecido 10 años. Se le nota seguro, motivado, convencido de sus palabras y con la experiencia suficiente para ser escuchado. Las razones de su turn son básicas y el contenido de sus discursos está muy visto, pero aún así se le nota mucho más cómodo en esta faceta de su personalidad y lo transmite. El ser tan atractivo como heel también le pone las cosas más difíciles a la hora de buscar abucheos, ya que una parte de la audiencia prefiere verlo en este papel y más que caer mal su personaje, están atentos a los pasos que da. La intensidad y las dosis de realidad también aportan muchas cosas, aunque con el tiempo puede que pase el efecto de la novedad y tenga que incidir más en el aspecto violento y en los hechos más que en las palabras.

En cuanto a su posición de cara a Summerslam, sigue en un limbo indeterminado. Ni ha comenzado una rivalidad clara con Nakamura por el título de Estados Unidos, ni sería una sorpresa que apareciera en la lucha en la que el japonés y Jeff Hardy se jueguen el cinturón. Es una presencia que está, pero que no está, y se huele alguna intervención, alianza o traición pero sin ser demasiado clara, por lo visto, ya que realmente su objetivo y contra el que ha descargado su odio ha sido contra Jeff, no contra el nipón. Todo parece indicar que terminará por atacarlo, pero aún no se ha dado el caso ni lo ha amenazado explícitamente. Lo que si ha conseguido, después de mucho tiempo es despertar interés, tanto por sus propias apariciones como por darle un toque de imprevisibilidad a todo lo relacionado con el título intermedio de SmackDown. Y eso es muy positivo, tanto para él, como para el show.

Charlotte Flair y Becky Lynch vs. Ilconics (Peyton Royce y Billie Kay).

Previo a esta lucha, vimos una promo en la que Charlotte y Becky hablaban acerca de la inclusión de The Queen a la pelea titular en Summerslam. Y es en este tipo de segmentos en el que se acentúa la diferencia entre ambas. Mientras que Lynch se mostró preocupada por ver a Flair en el PPV, insegura y temerosa del nivel de la rubia, esta se mostraba alegre, segura, contenta y con ganas de que ganara cualquiera de las dos. Es decir, con suficiencia y supremacía, dejando entrever que está por encima de la irlandesa pase lo que pase. Tras la victoria, en el post-match, volvieron a aparecer en backstage incidiendo en su relación personal y ahí, al menos, se las vió a un nivel más similar de control de la situación.

Respecto a la lucha, pues un triunfo obvio para las faces ante unas rivales muy inferiores. Durante la primera mitad del combate, el dominio fue claro para las australianas. Con movimientos combinados y trampas, llevaron el peso del match, pero se las notaba bastante inferiores como digo, con castigos que no hacían realmente daño. Se notaba mucho que les daban ese tiempo solo para que el triunfo de la dupla face pareciese más llamativo. En la segunda mitad de la lucha, pues ya las cosas fueron como debían ser, con las retadoras imponiéndose con relativa facilidad y mostrando parte de su arsenal. Flair estuvo muy activa y realizó la performance más espectacular, mientras que Becky se encargó de la contundencia. Me parece correcto el resultado, porque hubiera sido incoherente hacer perder a las contendientes al título frente a las australianas, pero hubiera preferido que fuera Becky la ganadora definitiva y así nivelar las sensaciones con Charlotte. Por otro lado, el camino de Ilconics, sigue llevando un rumbo a la deriva preocupante. No imponen y por mucho que parezca que tienen opciones en instantes puntuales, acaban por ser derrotadas siempre. Y eso, termina por minar la credibilidad de cualquiera.

Promo de AJ Styles.

Normalmente en las rivalidades, hay dos motivos principales que enfrentan a los luchadores, obviando demostrar quien es el mejor cuando ambos son face. En un enfrentamiento clásico entre un face y un heel, una alternativa es que haya un objetivo común de por medio, como un título y la otra es que haya un odio personal entre ambos wrestlers, más allá de los cinturones o los logros. Personalmente, las segundas rivalidades me parecen más profundas y pasionales y creo que eso es lo que le estaba faltando a las promos de Styles como campeón de WWE, durante este reinado. SmackDown es su casa, él es el rey y quiere mantener el título en su cintura, algo interesante, pero que se estaba convirtiendo en repetitivo, cambiando de rivales, pero sin llegar a ser los segmentos que marcaran las diferencias en el show. Eran algo más, no algo especial.

Y en ese punto estábamos hasta que apareció Samoa Joe. El hecho de introducir elementos más emocionales, jugar con la relación personal entre ambos, meter a las familias de por medio y buscar ese sentimiento, mejora exponencialmente el resultado global de lo que vemos en pantalla. Samoa es un luchador peligroso, pero también alguien importante en el pasado de AJ y eso le hizo reaccionar de la manera que vimos anoche. Intenso, molesto, con una causa que defender y con un odio a Joe que parecía trascender más allá de mantener el título o no. Por supuesto, eso es importante, pero el alegato de Styles, la defensa de su trabajo, de su vida, de su familia y de si mismo, involucró a la gente, llevando la storyline a otro nivel. Acabó por decir que buscaría lesionar al samoano en Summerslam, incluso. Muy buena promo, aunque también tuvo sus defectos como ser demasiado sencilla, básica y obvia. Pero estuvo bien ejecutada y consiguió sobradamente el propósito para el que estaba escrita.

Lana vs. Zelina Vega.

Poco importaba esta lucha. Realmente lo que interesa a la audiencia y genera reacciones es ver como se resuelve el cisma que hay en Rusev Day. Todo el segmento giró en función a esto y fue orientado para desarrollar ese punto, sirviendo la pelea como excusa para tener cosas que echarse en cara unos a otros. El protagonista principal de la historia debería ser Rusev pero, en muchos momentos, parece ser Aiden. El búlgaro se encargó de decirle a English que no necesitaban su ayuda antes del combate, que él protegería a su esposa y parece la pieza clave, ya que es quien tiene que tomar la decisión final acerca de quien lo acompaña, si Aiden o Lana. Pero es que English, con sus intentos de ayuda a la rusa, que siempre salen mal, es quien más reacciones genera. Un personaje con mala suerte que cae bien y quien hace esas cosas que siempre llaman la atención del fan. La historia tuvo un buen desarrollo, aunque quizás habría que variar los finales, porque repetir el mismo desenlace una y otra vez hace demasiado obvio lo que va a pasar después.

En cuanto a la lucha, pues algo totalmente secundario, de transición, que mostró a una Lana fuerte, dominante y con furia contra su enemiga, pero poco resolutiva. Sigue teniendo problemas in-ring en ciertas secuencias, pero bueno, en este caso, se disimulan mejor ante la poca importancia que tenía lo que sucedía sobre el cuadrilátero. Zelina, por su parte, no quedó mal y ganó accidentalmente, de manera sucia, pero ejerciendo de oportunista más que de tramposa. Tuvo buenos momentos de control en los que lució mejor que Lana, aunque fue inferior también en buena parte de la contienda. Tanto ella, como Andrade no son piezas fundamentales en esta rivalidad, pero al menos van acumulando triunfos y muestran una solidez como heels que puede llevarles a papeles más relevantes en el futuro. Por lo tanto, un resultado coherente para seguir con la historia, aunque repetido y una lucha mediocre pero enmascarada por todo lo que la rodeaba. Se buscaba entretenimiento más que calidad in-ring y es lo que hubo.

Promo de The Miz.

La promo es, en líneas generales, la misma de semanas previas. Miz tratando de menospreciar a Bryan en base al carisma, diciendo que Daniel tiene mucho que aprender de él, que él ha trascendido fuera del wrestling, aprovechando para promocionar su reality y que acepta el reto de Summerslam para darle una lección al barbudo de su superioridad, en hechos, además de en palabras. Lo bueno de esto es el valor que vuelve a tener Miz, que sube enteros con este tipo de promos al igual que hace Elias, ya que teniendo los mismos mimbres y diciendo cosas similares, es capaz de mantener la atención del fan tan solo por sus expresiones, su gestualidad, la intensidad que le pone y lo bien que se mete en su papel, llevándolo al extremo hasta hacerlo muy creíble y no cansar. Lo malo es que se produce un estancamiento del desarrollo de la historia, que parece haber llegado ya a su punto culminante y a la que quizás le hayan sobrado este par de semanas camino al PPV.

Su rivalidad seguirá tras el evento por excelencia del verano, pero hasta ese momento, poco más se puede aportar que interacciones físicas. Es decir, tienen mucho que hacer y por contar, pero al querer guardarlo para más adelante, es mejor que llegue la lucha del PPV ya. En la parte fisica es donde ayer tuvimos la principal novedad, ya que Daniel, por fin, consiguió alcanzar a Mizanin y llegó a atacarle pese a tener guardias de seguridad que lo cubrían. Unos guardaespaldas cuya actuación sobre kayfabe fue lamentable, por cierto, aunque comprensible porque el que tenía que lucir en el momento final era The Miz. Bryan consiguió atacarlo, pero a medias. Queda como un valiente guerrero, pero también como el pobre underdog face maltratado tras recibir el golpe del jarrón. Mientras, The Miz sigue siendo ese personaje odioso que, pese a ser vulnerable, siempre encuentra el medio para salir de todos los peligros. Un segmento correcto, que siempre cumple y que estuvo bien ejecutado, dando ganas de ver más. No es lo mejor que han hecho, pero siguen manteniendo la llama encendida.

Shinsuke Nakamura vs. R-Truth.

Combate de relleno para fortalecer al campeón, mientras Orton sigue por otro lado, para no quemar la posible rivalidad entre ambos antes del PPV. Me gustó la promo anterior a la lucha en la que R-Truth y Tye Dillinger interrumpieron la entrevista a Nakamura. El personaje cómico de Truth tiene siempre un punto atractivo, aunque vaya en plan serio. El de Dillinger, da algo de lástima porque puede conectar tanto o más que Killings, pero quizás empezando así, como Aiden, puede ir adquiriendo importancia y teniendo minutos de pantalla que de otra manera no tendría. A R-Truth se le vió muy seguro, aunque todos sabíamos lo que iba a pasar y el combate fue bastante previsible.

En el comienzo, el face intentó sacar lo mejor de sus recursos, con ritmo, movimientos constantes, espectacularidad y fluidez (todo recubierto de tintes cómicos continuos, que hacían esbozar una sonrisa al espectador). Para ser un jobber y un veterano cuyo físico no es el que era, demostró que aún sigue siendo alguien muy atractivo. Cumple su papel a la perfección y es un personaje sólido, no solo por sus capacidades, sino por la conexión que tiene con la grada. Nakamura, por su lado, estuvo bien, aunque en los primeros minutos algo despistado. Cuando se tomó las cosas en serio, cogió las riendas del match y en base a una ofensiva nada novedosa, pero siempre eficaz, logró dominar sin excesivos problemas. Su victoria fue contundente y tampoco lo pone muy over, ya que su oponente era netamente inferior, pero al menos se mantiene activo y se le protege de cara a Summerslam, llegando más fresco físicamente que si tuviera que realizar performances muy largas. Un combate divertido, sin muchas pretensiones y que, aunque sea fácilmente olvidable, ha servido de transición efectiva para el personaje del japonés.

Bludgeon Brothers (Harper y Rowan) vs. Luchadores locales.

Cuando WWE no sabe que hacer siempre tira del recurso de los squashes para potenciar a grupos de monsters heels. Hubiera sido más llamativo que Harper y Rowan derrotasen a equipos como Sanity o los Usos, pero se entiende que no quieran perjudicar más aún la credibilidad de los conjuntos eliminados del torneo por parejas de SD. Así que para mantenerlos en pantalla, pues utilizaron como adversarios de los campeones a un grupo denominado 3-SK. Realmente, fue un hándicap match, pero el nivel de los jobbers era tan pobre, que daba igual que fueran 3 oponentes u 8. El segmento cumplió su función, como aperitivo de la final entre New Day y The Bar, que se vería posteriormente.

Mostró a unos campeones poderosos, apabullando a unos pobres diablos, lo cual no es que mejore en nada el status de los 2B, pero les permite lucir esa fortaleza que es su máxima virtud, para asustar al resto de tags que componen la división. El público no reaccionó mal a la performance, pero obviamente el impacto que produce ver algo así no es el que un día fue, así que tampoco se puede definir como algo positivo, sino como un simple relleno, sin importancia y que presenta a Bludgeon Brothers como contundentes y peligrosos a los ojos de la audiencia. Final del torneo por los contendientes a los títulos por parejas de SmackDown.

The New Day (Big E y Kofi Kingston) vs. The Bar (Sheamus y Cesaro).

Hay que diferenciar dos partes en este segmento. La lucha como tal y el resultado final. La lucha en sí fue extraordinaria. Para ser un semanal de SD, ver una lucha larga, igualada, intensa y con tanto ritmo es una delicia. Es un combatazo en todos los sentidos, con momentos de dominio de ambos conjuntos, implicación de la grada y una variedad tremenda de estilos. Los New Day son más atléticos, más veloces y más ágiles, sobre todo Kofi. Ello les permite hacer movimientos aéreos y mantener una fluidez tremenda, una continuidad que entretiene mucho, tanto atacando, como defendiendo.

Los europeos son lo contrario. Solidez, sobriedad, dosificación justa de spots y un ritmo muy adaptable, que puede cambiar desde la técnica del matwork y las sumisiones a un estilo también más rápido como el de sus oponentes, sin olvidarse de las grandes capacidades físicas que tienen para realizar movimientos powerhouse. El control de la lucha fue muy igualado, con periodos largos de dominio pero que cambiaban con transiciones muy naturales y creíbles. El público estuvo metido y poco se puede reprochar. Algún movimiento mal ejecutado, pero que fue la excepción a la regla, dando lugar a un main event muy recomendable de ver. Así deberían ser la media de combates semanales de la empresa, independientemente de las historias que hubiera detrás. Mejoraría el producto bastante.

Pero aquí llegamos a la decisión que ensombrece un poco un espectáculo tan bueno como el que presenciamos. Y es que la decisión de dar el triunfo a New Day puede resultar comprensible, pero no creo que sea la mejor. La parte buena es que el grupo face siempre cumple en eventos grandes (y no tan grandes). Están al pie del cañón y obtienen aplausos de la gente, dando normalmente luchas de gran calidad, por lo que son un seguro, sinónimo de espectáculo. Además, tienen un carácter face, lo cual facilita el bookeo para los guionistas de WWE, que parecen ponerse muy nerviosos cuando tienen que enemistar a dos grupos heels entre sí.

Pero es algo que hemos visto tantas y tantas veces, que aburre un poco. Pasa como con Roman, al que parecen meter con calzador, con la diferencia de que New Day son más aceptados que el samoano. Es ir sobre seguro, pero jugar siempre la carta de Woods, Kofi y Big E, no despierta el mismo hype que supondría meter a The Bar, que llevaban meses en un perfil bajo o a Sanity, que hubieran aportado un aire fresco a la escena titular. En fin, una gran performance pero con un resultado que deja un mal sabor de boca. No por ser malos los New Day, sino por ser siempre eternos aspirantes al trono.

Nota del show: 7

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