Review Monday Night Raw 30 de julio de 2018

Review del show de esta semana de Monday Night Raw

Review Monday Night Raw 30 de julio de 2018

Sergio Esteban

31/07/2018 a las 15:09

Promo inicial.

Buen comienzo de show con un segmento que tan solo fue el inicio de lo que se vería a lo largo de la noche. Había que aprovechar la presencia de Lesnar en Raw para dar un empujón a la storyline por el título Universal y esta rivalidad fue la que centró casi la totalidad del evento, con aportes continuos. Para empezar, tuvimos una promo clásica entre Reigns y Heyman, con el samoano en un papel muy face, respetando a Lashley y remarcando los defectos de Brock. Sus palabras estuvieron bien hiladas y se mostró sobrio y correcto con el micro, pero realmente fue Paul quien consiguió llevar la promo a otro nivel. Con sus provocaciones y el rechazo que es capaz de causar si se lo propone, puso en bandeja a Roman el lucimiento, que lo mandó a callar y acabó usando palabras malsonantes contra él y contra el campeón, poniendo a la gente de su lado, aunque fuera de manera puntual. Bien Heyman en su posición y bien Roman mostrando seguridad y agresividad, aunque no dijera nada novedoso.

A partir de aquí, ya fuera de esta promo inicial, mil y un momentos, para calentar a la grada y al fan en general, basados en injusticias continuas que afianzaron claramente el carácter de los personajes de Roman y Brock. Reigns fue obligado a marcharse del estadio por Angle (bajo mandato de Stephanie) y fue vendido como el pobre chico al que machaca la autoridad. Al menos golpeó a Corbin al irse acompañado por la seguridad del recinto. Y Lesnar, pues hizo todo lo que pudo para mostrarse lo más odioso posible. Maltratar verbalmente a Heyman, creerse superior pidiendo comida y tratando a Heyman como un sirviente, estrellar el teléfono de Paul y destrozarlo o provocar a la gente hasta el punto de decir que ni siquiera ve el programa del que es campeón, mientras ojeaba una revista pasando de todo. Le faltó golpear a un niño o sacrificar a un animal para terminar de realizar la actuación más deleznable de todos los tiempos en una sola noche...

Finn Bálor vs. Baron Corbin.

Buen combate, de los mejores de la noche, con tiempo, alternativas y emoción en la fase final pese a no haber nada en juego. La rivalidad entre ambos cada vez está más definida y se nota la enemistad entre los dos, pero pese a ello, le falta aún algo para terminar de llamar la atención del espectador. Es un buen entretenimiento para el midcard, pero aún debe subir en intensidad para adquirir una nueva dimensión. Obviando ese detalle, fue un enfrentamiento bastante bueno para un semanal. Baron comenzó dominando, dando sensación de controlar la situación en igualdad de condiciones, pero el irlandés consiguió darle la vuelta al encuentro, mediante la rapidez y la agilidad, tratando de ser un underdog veloz y sorprendiendo a Corbin, que cuenta con un mayor tamaño y potencia física.

En medio de esas alternancias, Finn tuvo su momento para ganar, pero la balanza se inclinó esta vez del lado de Baron en la típica secuencia de victorias y derrotas que suele usarse en la empresa para mantener a ambos contendientes con el mismo status en una rivalidad. Corbin lució muy dignamente, dando una lucha a la altura de su rival y venció de forma limpia, lo cual potencia su personaje, que además fue afianzado en el post-match, terminando de machacar a un ya derrotado Bálor contra la barricada. Mientras tanto, Finn sufrió una derrota contundente, pero en muchas fases mostró su ya clásica combatividad y tuvo sus opciones, por lo que dentro del mal resultado, no quedó excesivamente mal.

Natalya vs. Alicia Fox.

A mucha gente le gustó este segmento por las reacciones que se vieron en la grada, pero a mi me pareció un mal planteamiento de la situación y con varias equivocaciones en cuanto a concepto. La lucha no fue mala, pero la omnipresencia y la importancia de Ronda se come totalmente el foco y la diferencia entre ella y las demás es tal, que todo parece únicamente hecho en función de su presencia y orientado a construir en torno a su figura. Y es en ese punto en el que suceden cosas inexplicables con las otras chicas que componen el róster femenino de Raw. Para empezar, tenemos a una Natalya muy devaluada. Su posición de acompañante de Rousey la obliga a llevarse múltiples castigos y que tenga que ser salvada por la ex-campeona de UFC, pero resulta triste ver como alguien de su nivel es sacrificada y pierde con relativa contundencia ante mujeres como Mickie o Alicia Fox, que no tienen un status superior al suyo, en teoría.

Y en el bando heel no está mucho mejor Alexa. Ella es la campeona y si hubiera sido la que hubiese derrotado a Nattie estas semanas, podría haber llegado con más credibilidad al PPV. Porque si, en este caso no hay que reforzar a la retadora, sino a la campeona, para que se igualen las cosas. Y lo que ha hecho Bliss es mostrarse inferior a Ronda con la huida en el post-match y dependiente de Fox, pareciendo menos aún que una secundaria como ella. Por último tenemos a Alicia, la cual fue muy beneficiada por el bookeo de anoche, pero todo pareció demasiado artificial. Es extraña su alianza y defensa de Alexa (solo por ser heels), así como la contundencia para destrozar en el final a Ronda. Es poco creíble y solo vale para vender el match entre ambas de la semana que viene.

Promo de Bobby Lashley y Elias.

Las dos caras típicas que los fans han enfrentado durante años en el mundo del pro-wrestling, se vieron reflejadas anoche en esta promo. Por un lado, ese hombre con una presencia normal, sin oportunidades reales, sin confianza de nadie. Pero que es capaz de entretener, generar amores y odios, poner a estadios en pie y cambiar el ambiente, y tiene un talento innato para divertir y sacar petróleo de lo más mínimo para ponerse over. Por otro lado, aquel hombre con un físico escultural, imponente, con una fuerza bruta con mucho mayor potencial que la de su oponente, y al que le dan oportunidades hasta la saciedad (tanto cómicas como serias), para tratar de que enganche tanto como lo hace el otro chico, pero no es capaz de conseguir ni la mitad de las reacciones que genera Elias.

Es curioso ver la contraposición y el obsoleto pensamiento de aquellos que únicamente ven en el wrestling el aspecto físico. Este es el ejemplo de que no siempre se tiene lo que cada uno merece, por mucho que se hagan bien las cosas. Gran promo de Elias, en la que fue aclamado y odiado a partes iguales, jugando con el público como quiso, mencionando a The Rock y tocando lo que pudo. Y disminución radical de la intensidad con la salida de Bobby, que intentó colgarse del éxito popular de su compañero y subirse a su ola, pero que no consiguió nada, más allá de acabar por golpear a Elias, mostrar la supremacía de la potencia física una vez más y empeorar un segmento que estaba siendo divertido hasta ese momento. Puede verse como que Elias se mezcla con main eventers, pero la pinta es que va a ser machacado por un Lashley que ahora se ha quedado sin planes.

Braun Strowman vs. Jinder Mahal.

Nuevo resultado sorprendente, al igual que el combate anterior de chicas, ya que ver vencer a Jinder en una lucha individual a Strowman es surrealista en estos tiempos. Aunque en este caso, es más comprensible al ver los acontecimientos que sucedieron en el ring. No hubo lucha, sino un puñetazo de Braun a Mahal y todo lo demás fue un avance en la storyline entre el monstruo entre hombres y Owens. Hay puntos en esa historia que no están bien pensados y resultan incoherentes, como el hecho de que Kevin haya pasado de tener miedo a atreverse a enfrentarse a su rival. La secuencia lógica sería intentar luchar y luego tener miedo por las derrotas, pero él ha tenido una evolución a la inversa. Tampoco es muy normal ver que sus acciones son graciosas y típicas de un underdog que se gana el cariño del público, siendo el heel. En teoría, la grada debería ir con Braun y no está tan claro por la mezcla de valentía, lástima e ingenuidad que genera el canadiense.

Pero, pese a todo ello, son muy entretenidos y siempre aportan cosas, teniendo la rivalidad más profunda de la actualidad en el show rojo. Kevin cada vez parece más activo y se va recuperando, a la vez que va enfadando a Strowman, al punto de que por salvar su maletín y dejar clara su superioridad ante KO, se despista de tal manera que hasta le cuesta la derrota en combates fáciles, como el de anoche ante Mahal. El hindú, por su parte, pues “gana” y eso queda reflejado en los resultados oficiales, pero tampoco es que este triunfo suponga nada, ya que fue de una manera pírrica e intrascendente. Casi tuvo más protagonismo el pobre Sunil, al que le cayó el maletín de improviso cuando Owens huía asustado del gigante y se llevó un golpe contundente, sin hacer nada el pobre hombre.

Promo de Bobby Roode y Mojo Rawley.

Sentí cierta lástima al ver a Bobby Roode en este segmento. Creo que necesita un turn heel, una evolución en su personaje y un cambio de dinámica que le permita recuperar su esencia y poder destacar como en su día apuntaba. Pero verse mezclado con todos los jobbers, tampoco es justo para él, aunque mantenga el personaje que aún tiene. Mojo estuvo en su línea, provocando y vanagloriándose de ser superior a los demás, aunque el status de No Way y Breeze tampoco es tanto como para creerse tan importante. Que pasara por delante de gente como Ryder o Ascension y los mirara con desprecio y superioridad es patético, pero bueno, hay que asumir que tiene la confianza de la directiva, tiene un push en el midcard y había que generar heat en contra. En cuanto al brawl final, pues muy de patio de colegio, tanto por los golpes que parecían infantiles, como por los demás jaleando la situación como si se tratase de muchachos de 12 años.

Apollo Crews vs. Akam.

Tercer match consecutivo con resultado sorprendente, aunque en este caso, si que me resultó más molesto que los anteriores. Se supone que el objetivo de toda esta rivalidad es fomentar el crecimiento de Authors of Pain y ponerlos over, ganando a Titus WorldWide y demostrando sus capacidades. Para ello, podrían darles un bookeo dominante y arrasador, como hicieron con Bludgeon Brothers, o combates más largos en los que les costara triunfar, pero les permitiesen lucir y mostrar esas cualidades que tienen, como a Sanity. No defiendo que siempre tengan que ganar, pero están haciendo algo híbrido, indefinido, sin una dirección concreta y que, más que revitalizar a los heels y dotarlos de la contundencia que deberían tener sus gimmicks, están quitándole interés a sus apariciones.

No se puede ganar una semana con una suficiencia brutal en lo que sería casi un squash y perder a la semana siguiente casi de la misma manera. Apollo ganó de manera sorpresiva si, pero con un mal bookeo para Akam, ya que durante los apenas dos minutos que duró la lucha, se lució menos que su adversario. Apollo tuvo la mayoría del control de la lucha y no se puede decir que su victoria fuera inmerecida por lo que se vió sobre el ring. Es innecesario reforzar su personaje en lo que debería ser una rivalidad de transición y menos aún dejar a Akam como a alguien que apenas soporta castigo de un personaje muy menor como el de Crews.

Seth Rollins vs. Drew McIntyre.

Una lástima que este combate no durara más, porque estaba ofreciendo un gran nivel antes de la descalificación. Es comprensible que guarden sus cartas para más adelante, pero para ser un semanal en el que siempre se promueven más el desarrollo de las historias que la definición de los combates, fue un gran espectáculo. Corto, pero intenso, transmitiendo mucho, con una grada metida y un ritmo muy vistoso. Las pinceladas que dieron ambos de su potencial se vieron reflejadas en la igualdad, la emoción y el reconocimiento de la audiencia. McIntyre comenzó con fuerza, contundencia y violencia, pero Rollins se repuso y siguió en la línea de los últimos meses, demostrando que es el luchador más en forma del show rojo. Movilidad continua, fluidez, coherencia en las ejecuciones y en la dosificación de spots, buen storytelling y con la única pega de que no vimos más tiempo de esta lucha.

Hay que reconocer la buena evolución del escocés que cada vez es más creíble, con una buena mezcla entre agresividad, como demostró en los sádicos golpes a su rival en ringside, y agilidad, que le hacen un luchador muy completo para su tamaño. Se ha adaptado muy bien a lo que se requiere en Raw, manteniendo en ciertos momentos ese toque indy que le hizo diferente fuera de la empresa de los McMahon. El final, pues de los más lógicos de la noche, con un Ziggler interviniendo y sacrificando la victoria de su compañero. De todas maneras, parecía perdido tras el Curb Stomp de Seth, así que atacar a traición al enemigo en superioridad numérica, no parecía mala decisión. Así, de paso, el triunfo no fue claro ni por pinfall, protegiéndose tanto al arquitecto, que al final hasta ganó el brawl, como a Drew, que junto a Ziggler luego se vengaron posteriormente en un segmento de backstage. A ver si siguen por este camino, que están saliendo todos muy reforzados de esta historia.

Deleters of Worlds (Matt Hardy y Bray Wyatt) vs. Revival (Dash Wilder y Scott Dawson).

Previo a este enfrentamiento, los campeones en pareja hicieron una promo muy positiva, agradecida y que trató de ser emotiva para apuntalar su posición como portadores de los títulos de cara al fan. Sin embargo, no lo consiguieron y lo que causaron es que hasta los espectadores se sintieran incómodos. Los conjuntos que iban a enfrentarse a continuación salieron a hacerles frente y tampoco es que mejorara demasiado la situación. Discursos insustanciales y nada llamativo que se saliera de la norma de la mediocridad que han establecido estos equipos en los últimos tiempos. Tras la promo, que finalizó con Revival y Deleters of Worlds picados y B-Team huyendo de la escena tras provocar la discusión de los demás, llegó el tiempo del combate.

Fue una lucha lenta, con dominio heel al inicio, pero en la que Bray y Matt cambiaron las tornas rápidamente. El control en el transcurso de la lucha fue suyo, pero les faltó ritmo e intensidad, más allá de sus gestos clásicos y algún que otro buen movimiento combinado. Parecían superiores y lucieron bien, pero en la fase decisiva, todo lo que habían construido se desmoronó y Revival vencieron con claridad y contundencia, volviendo a dar la vuelta a la situación. Creo que es positivo este resultado. Bray y Matt han dejado de tener las reacciones que en su día tuvieron y una reconversión, así como mezclarse con otros wrestlers, les vendría bien. Dash y Dawson, por su parte, vuelven a parecer interesantes, aunque aún están lejos de la versión que ofrecieron en NXT. Deberían ser los próximos retadores y aportar aire fresco a unos cinturones que necesitan prestigio de manera desesperada ante el bajón enorme de nivel que han sufrido.

Bayley y Sasha Banks vs. Riott Squad (Liv Morgan y Sarah Logan).

Nuevo combate de transición que no aporta demasiado a la storyline y simplemente vale para pasar una semana más en la eterna historia de amor-odio entre Sasha y Bayley. El combate fue interesante y las faces lucieron bastante bien, ayudándose y con una estrategia común que las hacía muy superiores a sus enemigas. Sarah parecía más dura y opuso algo más de resistencia en el comienzo del enfrentamiento, pero cuando se deshicieron de ella, Liv no pudo soportar los castigos recibidos durante mucho tiempo y acabó sucumbiendo con facilidad. Banks y Bayley, además de mostrarse compenetradas, también estuvieron motivadas y pudieron realizar una performance vistosa, con más libertad que en otras ocasiones, en las que se notaban demasiado encorsetadas.

La victoria vuelve a apuntalar su buena sintonía, lo cual las mantiene over entre el público, pero vuelve a retrasar su rivalidad, en una espera que parece alargarse hasta la eternidad. Mientras tanto, Riott Squad, pues sigue con su trayectoria de siempre en Raw. Una semana la de cal y otra la de arena. Son simples complementos, que pueden ser aprovechables y dar un contrapunto a las historias, pero incapaces de atraer por si mismas. Es algo lógico cuando tienen esa discontinuidad. Lo malo de todo esto es que no consiguen afianzar una buena racha, que repercutiría de manera positiva para ellas a corto plazo, pero que a su vez también daría más valor a las mujeres que las venciesen a largo plazo, si supusiera un reto superior el hecho de derrotarlas.

Promo final.

Tras una noche en la que Heyman y Lesnar fueron los claros protagonistas del show, llegaba el desenlace final a la historia que se había construido. Para este momento, el odio contra Lesnar era palpable por su desquiciante actitud, algo que me pareció bien hecho por parte de los guionistas. También hay que considerar que su presencia es tan puntual en Raw que hay que hacer en tiempo récord un desarrollo que debería hacerse en semanas, pareciendo todo algo precipitado, pero es lo que hay. La actuación de Heyman fue genial, tanto con el miedo que tenía al rogarle a Brock, como con sus desesperados intentos para proteger a su cliente frente a Angle. Luchó por evitar que la sangre llegase al río, hasta que reconoció que era insostenible la situación que estaba originando el campeón. Esto le costaría el enfado y traición definitiva de Lesnar (es lo que parece, aunque tampoco lo golpeó con violencia y puede ser una estrategia para despistar), pero su manera de presentar la historia, será recordada.

La parte de Kurt, me dió lástima, aunque me pareció perfecta para generar heat en contra de Lesnar. Lo que dijo es la realidad y por eso se llevó los aplausos del público. Lo patético es que esa situación es real, consentida por los directivos y para los que seguimos los entresijos de todo esto, nos resultó demasiado familiar. Lo de anoche fue kayfabe y hay que tomarlo como tal, pero tanto en la vida real como en el propio kayfabe, los dirigentes son responsables de permitir ciertos comportamientos bochornosos, así que la intensidad de Angle está muy bien, pero deja unas sensaciones raras.

Y, por último, tenemos la actuación de Lesnar, al que le da igual el discurso de Kurt, la presencia de Heyman y cualquier otra cosa. Lo destrozó todo y en esa versión resulta más atractivo que nunca. Todo está orientado a presentarlo como alguien odioso y que, indirectamente, la gente se ponga del lado de Reigns para Summerslam, lo cual es el objetivo principal. Pero un Brock agresivo, violento, atacando a todo y a todos, es lo mejor que pueden hacer para que vuelva a despertar el interés que ha ido perdiendo entre los fans. Buen segmento final y consiguiendo los propósitos que se habían propuesto con él.

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