Review Monday Night Raw 23 de julio de 2018

Promo inicial.

Hay que diferenciar dos aspectos en este segmento, el propio contenido de la promo y la forma de presentar esas novedades. En el primero de ellos, hay cosas positivas y negativas. Todo depende de como se enfoque el proyecto y se desarrollen las historias. Un título femenino secundario, como el de parejas (si es que se confirma definitivamente), tiene la parte agradable de ver a las chicas luchando por algo, introducir un aliciente más y motivar a wrestlers de segunda fila a conseguir una presea. Sin embargo, una vez pasada la efervescencia inicial, los bookeos pueden convertir a esos cinturones en algo sin importancia, lo cual no mejora en nada el show. En cuanto al tema del PPV exclusivo de mujeres, me parece genial que se les de a las chicas su espacio y sean valoradas como realmente merecen, pero separarlas en un evento propio no deja de ser una discriminación (aunque sea positiva) que se aleja de la idea de igualdad e integración que debería predominar.

Y aquí pasamos al modo de anunciar las cosas, que no es tan discutible como el punto anterior, sino más bien es patético. Steph y Triple H pueden emocionarse, vender lo que quieran y adornar la realidad de una forma emotiva para tratar de presentarse como defensores de las mujeres, agradeciendo al público. Pero hay que recordar que si las chicas estaban mal, en gran medida era por las políticas que WWE había hecho. Es decir, ahora vienen de salvadores frente a algo negativo, de lo cual en realidad, son responsables (sobre todo Vince, también presente en el ring).

Colgarse la medalla y tener el foco de algo asi es bochornoso, cuando hace meses aceptaron menospreciar a las mujeres en la gira por Arabia, dan importancia a personajes masculinos como Ellsworth en la división femenina por encima de las propias wrestlers o siguen dándole bookeos a chicas como mujeres floreros al más puro estilo diva. Pueden pensar que la audiencia no tiene memoria, pero anoche, al menos para mi, dieron vergüenza ajena utilizando a las chicas. Porque no, la empresa no confía en ellas, simplemente es una promoción mercantilista para sacarles el máximo provecho comercial.

Campeonato por parejas de Raw.

B-Team (Bo Dallas y Curtis Axel) (c) vs. Deleters of Worlds (Matt Hardy y Bray Wyatt).

Correcta lucha que no decepcionó, pero estuvo lejos de ser un espectáculo interesante. Es curioso ver la diferencia entre las divisiones por parejas de Raw y SmackDown, ya que hay más hype por ver un torneo clasificatorio en el show azul que una defensa titular en el rojo. Y es que la rivalidad, el ambiente y la falta de credibilidad de los personajes que lucharon en este combate hacen que el segmento en global baje muchos enteros. Hardy y Wyatt han perdido mucho del impacto que un día tuvieron, aunque hubo momentos anoche en los que Matt conseguía conectar con la grada mediante sus gestos. Bray no tuvo gran ofensiva y le tocó ser más castigado, aunque tampoco en demasía, ya que B-Team no consiguen transmitir esa sensación de dominio que se les presupone a unos campeones.

Bo Y Curtis siguen pareciendo inferiores, que tienen los títulos por las circunstancias y que no pueden alcanzar un nivel superior que reactive los cinturones. De hecho, todo esto se reflejó en el método de la victoria, que fue una cuenta clara, pero accidental, como consecuencia de que Wyatt cayó sobre Matt y, en la confusión, Axel aprovechó que estaba enganchado a él para poner sus hombros sobre la lona. En el post-match, Deleters of Worlds atacaron a los heels, pareciendo incluso más traicioneros y heels que Dallas y Axel, que lucen como personajes más tiernos y cómicos. No creo que alargar mucho más la historia sea lo mejor, pero parece que será así tras ese ataque.

Bayley y Sasha Banks vs. Luchadoras locales.

Esperar hasta desesperar. Así podría definirse la eterna rivalidad entre Bayley y Sasha. En ocasiones se odian a muerte y en ocasiones se quieren hasta el punto de emocionarse. A veces una parece que va a hacer un turn, otras veces que el turn será de la otra. Y ese ciclo eterno entre el amor y el odio acaba por desesperar al televidente. La construcción de los personajes con muchos ángulos en cada forma de ser, así como la argumentación y las motivaciones, están muy bien definidas y es lo que salva a la storyline, pero guardar el momento definitivo de la ruptura durante tanto tiempo, para que coincida con determinadas fechas, termina por generar impaciencia en el fan.

Anoche, sin ayuda de nadie, volvieron a ser amigas y a adorarse la una a la otra. Esperarán a Summerslam para la traición aunque yo, personalmente, hubiera adelantado acontecimientos y que en ese PPV desataran su odio, dejando un combate para el recuerdo. En fin, habrá que seguir viendo esta telenovela a ver cuando desemboca en algo, aunque sea previsible lo que va a pasar. Mientras tanto, tendremos que ver squashes como el de anoche de vez en cuando, que únicamente valen para reforzar tanto el lazo de amistad entre ambas, ya que tampoco es que mejore mucho el status de ninguna de ellas arrasar a dos jobbers. Eran netamente superiores a sus oponentes y lo demostraron con una facilidad abusiva, como era previsible.

Promo de Braun Strowman y Kevin Owens.

Buena promo, con una historia bien elaborada y dando a cada personaje el espacio que merece. Kevin mejora mucho cuando habla desde el corazón, parece más natural y argumenta su discurso. Es capaz de convencer a cualquiera de lo que dice y consigue meter al público en la historia, pese al gran hándicap que supone haberlo visto humillado tantas semanas consecutivas. Tiene habilidad para enganchar al espectador y justificar sus actuaciones, por lo que me parece mucho mejor ver al canadiense en su versión combativa de anoche que en la de semanas anteriores. Además, fue recompensado con una lucha por el maletín de Braun en Summerslam, en un segmento posterior con Stephanie, algo que bien bookeado y presentando a un Kevin valiente, no me parece mala idea.

Braun, por su parte, se nota algo más dubitativo al micro y, aunque muestra suficiencia y seguridad por la potencia de su personaje, aún le falta desenvoltura al hablar para llegar a la altura de Owens. No obstante, es un hombre de acción y su momento de lucimiento debería haber sido en el brawl final contra los hindúes. Un ataque que se quedó algo corto, no fue nada imponente y con un par de ejecuciones previas a su finisher sobre Sunil bastante toscas, que quedaron poco limpias. Mahal, fue un personaje secundario, de apoyo, lo cual me parece acorde con sus cualidades, pero que vuelve a parecer alguien muy lejano a los main events. Creo que es su posición real y no hay que quejarse de ello, pero después de haberlo visto teniendo un largo reinado, se hace incomprensible que teniendo estas características, lo vendieran como lo hicieron en su dia. Y Corbin, apoyó al segmento en su personaje de alguacil, pero tampoco tuvo excesiva importancia, aunque manipuló en favor de Owens cuando pudo.

Natalya vs. Mickie James.

Combate rápido, insulso y sin demasiada trascendencia, del que se podría haber sacado mucho más. Hace un tiempo, estas dos mujeres aspiraban a lo máximo y con el tiempo se han ido reconvirtiendo a unas secundarias de lujo, capaces de generar alguna que otra reacción, pero con una función básica de acompañar a wrestlers que están más over que ellas y potenciar a personajes de nueva generación. En esas condiciones, un cruce entre ellas puede resultar no demasiado atractivo y menos aún cuando apenas hay tiempo para que desplieguen sus cualidades sobre el ring. Me gustó la intensidad de Natalya y el control que tuvo en la mayoría del match, hasta que intervino Alexa.

Pero ese final acabó por perjudicar a todo el mundo un poco. A Natalya, obviamente, por perder y no tener mucha resistencia. A Mickie porque pese a ganar, sigue sin tener nada de lucimiento y fue muy favorecida por Bliss, en un enfrentamiento en el que se veía inferior. Es su papel, como decía antes, y tiene lógica que sea la campeona el factor decisivo que desequilibre, pero individualmente, James sigue sin mostrarse poderosa, ni como una rival a tener en cuenta a futuro. Y Alexa, por su parte, provocó el despiste de Natalya y agitó el combate, pero si lo miramos fríamente, su interferencia fue pobre porque apenas hizo daño y recibió un golpe contundente de Nattie. Por cierto, gracias a que Natalya se enredó un poco entre las cuerdas y evitó caer de espaldas sobre el ringside antes del ataque de Bliss, porque fue un lance que podría haber acarreado malas consecuencias.

Promo de Elias y Authors of Pain (Akam y Rezar).

Hay que separar lo que es el segmento de Elias del de Authors of Pain, pero había que incluir a The Drifter en algún lugar ya que su presencia en el show se hizo latente durante toda la noche. Intentó cantar y expresarse en cada oportunidad que tuvo, pero todas esas posibilidades se difuminaron por la aparición de otros wrestlers a hacer promos. En esta ocasión fue AoP, como antes Corbin o en otra oportunidad Strowman. Me parece correcto que tenga presencia y promocione su habilidades musicales, además de que tenga presencia durante todo el show ya que es un personaje llamativo, pero ser interrumpido y que se marchase de cada uno de esos segmentos deja malas sensaciones. A ver si puede transformar esa frustración en energía para revelarse ante el ninguneo que sufre.

En cuanto a la división por parejas, pues el segmento volvió a adolecer de interés, lo cual es un mal común para todos los equipos de este sector del show. Fuera de establecer comparaciones con SD, es que es lógico que la gente no preste atención a los tags de Raw. No se ha elevado el nivel de los nuevos conjuntos e igualado el potencial que tienen al alza, sino que se ha arrastrado a la mediocridad a hombres que venían fuertes y ahora no parecen tan interesantes. Entiendo que no siempre ganen los mismos y se equilibren más las cosas, pero después de saber lo que eran Miztourage o Titus WorldWide, ver que dominen la situación ante Deleters of Worlds o Authors of Pain, lo que hace es perjudicar la imagen de gente que parece incapaz de vencer a luchadores a los que deberían arrasar.

Tyler Breeze vs. Mojo Rawley.

Nuevo capítulo del inexplicable push a Rawley. Ya ni siquiera aporta nada nuevo. De todos son sabidas sus limitaciones in-ring, su poca variedad de ataques, su falta de limpieza al ejecutar movimientos y su poca conexión con la grada. Pero es que tampoco desarrolla más allá su personaje. Sus gestos son iguales, no evoluciona en nada y no mejora en nada. De hecho, los mejores momentos de la contienda provinieron del selling de Breeze y de la agilidad del rubio para dar dinamismo a un match bastante tedioso. Se hicieron largos hasta los dos o tres minutos que duró, porque Mojo no genera reacciones y su performance machacando a un jobber no llama la atención.

Al menos Tyler en esta ocasión se defendió algo, planteó un mínimo de batalla y realizó un par de patadas, llegando a tener una cuenta de dos que se quedó en un nearfall, pero su posición está tan devaluada que da más lástima que otra cosa, por desgracia. La ausencia de Fandango ha terminado de rematar a su personaje y necesita algo nuevo o salir de la empresa, porque su estancamiento es brutal. Aunque sea nuevos retos en NXT u otras divisiones. Algo. Hasta ese momento, está condenado a ser humillado y superado por wrestlers que, como Mojo en este caso, son bastante peores que él.

Finn Bálor vs. Drew McIntyre.

La programación de este combate no es que tuviera mucho sentido, pero resultó llamativa. Al comienzo de la noche, Finn estaba hablando con Chad Gable cuando vió como trasladaban su ropa a una casa de juguete, de pequeño tamaño, como para un niño o un animal de compañía. Corbin era el responsable y me gustó que siguieran con su rivalidad, no sobre el ring, diversificando caminos, pero si con provocaciones derivadas del cargo de Baron. Lo que no tiene demasiado sentido es que el abusón y poderoso sea el que pierde los nervios con el vacile de Bálor y, este, lejos de molestarse, sonría por la afrenta que le hacen. Cuanto menos resulta curioso.

En fin, que todo esto desembocó en este match, en el cual se vió un buen espectáculo, pero bastante perjudicado por el hecho de que fuera una simple excusa, una transición, para el combate por equipos que vendría después. No era un fin en si mismo, sino que todo el mundo esperaba intervenciones y problemas para generar un final sucio, como así sucedió. En los minutos que duró la lucha, se vió un enfrentamiento igualado, entretenido, con un Bálor combativo frente a un McIntyre cada vez más seguro y capaz de dominar la situación en condiciones normales. Hubo alternancia en el control, pero el escocés siempre mostraba un punto mayor de potencia, contrarrestado con la combatividad y el alma del irlandés. Al final, ataque de Ziggler a Bálor y descalificación. Si, ese mismo gesto que antes había hecho Alexa y por el que no hubo DQ en el combate femenino...

Dolph Ziggler y Drew McIntyre vs. Seth Rollins y Finn Bálor.

Este fue uno de los combates con más ambiente y divertidos de la noche. Finn Bálor es muy querido, pero aún más lo es Seth Rollins, así que su aparición para salvar al irlandés del brutal ataque de dos heels, hizo que la grada se motivara ante el match por parejas que pactó Kurt Angle. No se vió nada excesivamente destacable, pero todo fue bien ejecutado. El comienzo fue lento, con un esquema clásico en WWE en el que los rudos tienen el control y castigan a un babyface hasta que este da el relevo al otro que barre a sus oponentes. Ocurrió en un par de ocasiones y se vió un dominio sólido de Ziggler y McIntyre, con movimientos combinados, inteligencia para mantener el control de la situación y algunas ilegalidades sin sobrepasar el límite. Las apariciones de Seth fueron muy aplaudidas y su espectacularidad, bien vendida por los heels, dió un dinamismo muy atractivo a la lucha, que subió de ritmo entre movimientos vistosos y castigos más duros y eficientes.

En la fase final, alternativas, incertidumbre y credibilidad de ambos equipos, en un efecto contrario al de la división por parejas en general. Alli no hay emoción y todos se van arrastrando a posiciones peores, mientras que estos wrestlers están mejor construidos y se van aportando cosas, hasta el punto de que una derrota no les afecta demasiado. Ganaron Seth y Finn, reforzando su status, sobre todo Rollins que consiguió el pinfall, mostrando su gran conexión con la grada, mientras que los perdedores quedaron como luchadores fuertes, a los que esta vez le salió cruz la jugada, pero que lucieron a la altura y mantuvieron el interés en una rivalidad que está beneficiando a todos, pese a algún altibajo como el del main event del pasado PPV.

Ember Moon vs. Liv Morgan.

Combate frio, sin alma y bastante olvidable, aunque para ser justos, hay que decir que estaba en el peor lugar del show como para llamar la atención. Tras un match dinámico y que metió mucho al público, la grada estaba descansando en espera del main event, por lo que este enfrentamiento, en el que no había nada en juego sirvió para desengrasar más que nada. Tampoco había mucha emoción, ya que Ember es un proyecto mucho más fuerte que Riott Squad, en general, y Liv en particular, así que tras no haber ganado la semana pasada, hubiera sido bastante raro que volviese a perder la dueña del Eclipse en este Raw. El control de la lucha fue para Moon en casi su totalidad, únicamente amenazada por Morgan en los instantes posteriores a algún error de la ex-campeona de NXT en su ofensiva.

Las sensaciones de superioridad que transmitía eran enormes y Liv se limitó a huir o buscar la agilidad para desembarazarse del dominio al que estaba siendo sometida. Y tras pocos minutos de carreras, saltos y movimientos varios, sin demasiado orden ni concierto, llegamos a la predecible resolución, con una victoria clara y contundente de Ember. Es evidente que está para llegar a posiciones de más nivel en el roster, pero no parece el momento adecuado para ello. Morgan, por su parte, sigue con el bookeo típico de todas las componentes de los grupos heel de la compañía. Una semana buena y otra mala. Cuando no tocan dos malas consecutivas, que también puede ser. Así es difícil parecer una adversaria creíble a largo plazo.

Number one contender por el campeonato Universal.

Roman Reigns vs. Bobby Lashley.

La lucha no es mala, es digno main event de Raw y muestra a dos bestias intentando darse con todo para conseguir un objetivo común. Como historia representada en el ring, como emoción por la consecución de un premio importante y como ejecució por parte de ambos es algo bastante aceptable, con momentos incluso vistosos en ciertos instantes. Claramente son dos hombres más de acción que de palabras y supieron llevar la lucha a un terreno que resultó agradable a la vista. Tras unos minutos de tanteo, ataques potentes, movimientos powerhouse y dominio alterno con una buena venta del castigo, sobre todo por parte del samoano, subieron en intensidad y el público se metió en la historia más de lo esperado. Me gustó el respeto entre los dos, la puesta en escena y que el final no se convirtiera en una exhibición sin fin de finishers, aunque uno soportase una lanza y el otro varios puñetazos de Superman.

Pero el resultado final ensombrece un poco todo lo demás. Desde mi punto de vista, Roman Reigns sería un mejor campeón que Bobby Lashley, así que no me molesta este resultado, pero la forma de llegar hasta él no me ha resultado para nada convincente. Hace una semana se enfrentaron en un PPV y Bobby ganó de manera clara a su rival, sin demasiado drama, así que ver que aquello no valió para nada y es Roman el retador en Summerslam, queda raro. Aún hay tiempo para una triple amenaza y creo que sería mejor opción. No ya porque me moleste la presencia de Reigns en el main event, que como digo, lo veo mejor opción que Lashley, sino por no repetir de nuevo la misma lucha, con el mismo esquema y el mismo posible desinterés del público, que se ve venir desde lejos, si mantienen el bookeo actual. Un buen combate pero con un resultado peligroso de cara a Summerslam.

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