Review Monday Night Raw 2 de julio de 2018

Review del show de esta semana de Monday Night Raw

Review Monday Night Raw 2 de julio de 2018

Sergio Esteban

03/07/2018 a las 18:30

Promo inicial.

Mal comienzo de show, con una promo bastante floja y que fue un claro indicativo de lo que iba a ser el resto de la noche. Hubo momentos rescatables en este inicio de programa, pero insuficientes como para generar las ganas de quedarse viendo las cosas que habia previstas para las tres horas de la velada. A Reigns le faltó de fuerza y carisma al micro lo que le sobró de exposición en toda la noche, donde fue omnipresente. Su discurso fue aburrido, no aportaba nada interesante y el público se dedicó a sabotearlo, hasta el punto en el que pidió luchar con Lashley en este mismo Raw. Al fin y al cabo, mejor verlos luchar que hablar, pensarían los espectadores.

Ziggler y McIntyre tuvieron un mejor recibimiento. Dolph dijo verdades sobre Roman y fueron bien acogidas por la grada, pero el clima de tedio era tal que fue difícil levantar la situación. El escocés tampoco es que sea el mejor en esta faceta de las promos, asi que cuando le tocó expresarse, aún bajó más el nivel de su compañero. No es que Drew sea muy malo al micro, pero su gimmick es de acción y pocas palabras. En definitiva, un segmento muy olvidable y que terminó en un pequeño brawl en el que Rollins salvó a Reigns. Fue el único que de verdad consiguió originar algo de sentimiento en el público, pero ni aún asi fue demasiado, ya que simplemente ahuyentó a los heels de manera rápida y no tuvo mucho tiempo de más. Bueno si, de reclamarle en el post-match a Angle, unido por supuesto a Reigns que participó en hasta 6 segmentos si no he contado mal.

Matt Hardy vs. Curtis Axel.

Tras una nueva promo de B-Team imitando a Deleters of Worlds, pasamos a un combate que pareció un relleno para prolongar la rivalidad sin nada interesante que aportar. La promo fue más o menos la misma que en semanas previas y la lucha, pues no contó con el beneplácito de la audiencia del pabellón, que no se mostró muy interesada en lo que sucedía y difícilmente contaría con el del público en sus casas ya que la mayoría del desarrollo del match ocurrió en los anuncios. En lo poco que se vió, Matt trataba de dominar a su rival, pareciendo superior y controlando la situación ante un Axel que, pese a verse superado, seguía manteniendo el tipo a duras penas. Hardy tiene un status mayor que el de su oponente y tiene que lucir mejor que Curtis, pero para intentar vender que B-Team son unos retadores creibles, había que dar la victoria al hijo de Mr.Perfect.

Y, en este caso, la ausencia de Bray Wyatt por las lesiones producidas tras un accidente de tráfico, fue el hecho que decantó la balanza en favor del heel. Matt no contaba con una contraparte para Bo Dallas, que interfirió distrayendo al campeón por parejas y eso permitió a Axel aplicar su finisher y ganar. El triunfo es poco convincente, la rivalidad se va desinflando poco a poco y no parece que tenga buena pinta el futuro. Matt sale derrotado con facilidad, sin apenas resistencia ante un rival muy menor y Axel, gana sin nada de contundencia, sin ofrecer las sensaciones que debería transmitir un retador creíble.

Titus WorldWide (Titus O´Neil y Apollo Crews) vs. Authors of Pain (Akam y Rezar).

Antes de este combate tuvimos otro encontronazo entre Bobby Lashley y Roman Reigns, en otro de sus múltiples instantes de lucimiento durante la noche, pero tampoco aportó mucho y creo que la review se haría muy pesada hablando únicamente del samoano. En cuanto a la lucha que nos ocupa, nueva exhibición del conjunto heel en un bookeo clásico de WWE. Me parece correcta la forma de vender la potencia física de estos dos hombres y que sean una alternativa real a conseguir metas de mayor calado, pero las semanas de transición que se les suele dar a estos equipos, a veces se hacen demasiado largas. No creo que sea malo presentarlos asi, ya que parecen más contundentes que Sanity, por ejemplo, pero puede hacerse pesado ver de nuevo el camino que han recorrido los Bludgeon Brothers, masacrando a desconocidos, luego a jobbers, después ascendiendo a la escena titular y por fin consiguiendo una rivalidad atractiva.

La lucha no llegó a ser un squash porque los faces tuvieron algún ataque, intentaron algún pinfall y se defendieron un pelín del castigo, pero la sensación general es que si que podría encuadrarse en esa categoría por la tremenda suficiencia de Akam y Rezar. Por cierto, el Last Chapter no me parece mal finisher, pero en su repertorio, durante los apenas tres minutos que duró la pelea, mostraron movimientos combinados más espectaculares que ese. Habría que replantearse si cambiándolo se verían más beneficiados que de mantenerlo.

Roman Reigns y Seth Rollins vs. Dolph Ziggler y Drew McIntyre.

Quitando algún momento puntual, Roman Reigns había aparecido en la mayoría de los segmentos del show. Pues en el siguiente, también. Al menos esto era una lucha junto a un hombre muy over como es Seth y dos heels que tienen un buen nivel in-ring y una motivación clara para enfrentar al ex-campeón intercontinental y al Big Dog. Fue un combate dinámico, con alternativas y buenos momentos de wrestling, sobre todo por la intensidad de Seth y Dolph cuando estaban a la vez en el ring, pero la sobresaturación de Reigns era tal que sus momentos se hacían un poco complicados de ver. Aún así, la actuación de todos estuvo bastante a la altura, también las de Drew y Roman, aunque el claro favorito de la grada y quien realizaba los movimientos que levantaban al público de su asiento, era el arquitecto.

Al final, pues se impuso la lógica. Los faces tienen muchos frentes abiertos y son vendidos como valerosos guerreros contra la adversidad, asi que intervinieron otros rivales de Shield, como son Revival. Estamos en un semanal y es muy coherente un bookeo asi, pero la lucha estaba siendo buena y es una lástima no ver algo más. De todas formas, peor aún fue el siguiente combate de Roman, que acabó de la misma manera, recibiendo el samoano una paliza en el post-match. Y es que una cosa es alargar las historias y hacer relleno en los shows y otra no tener ni una idea llamativa para cambiar lo obvio y repetir cosas sin apenas espacio en el tiempo, cansando al fan.

Promo de Finn Bálor y Baron Corbin.

No es que el segmento sea excesivamente bueno, pero comparándolo con el nivel general del show, la verdad es que no estuvo mal. Corbin por fin tiene un gimmick definido, con una personalidad clara y con motivaciones para actuar de una manera continuada. No ha obtenido aún grandes cosas con él, pero es un camino bastante mejor del que tenía antes. Al micro se desenvuelve bien y ser parte de la Autoridad puede ayudarle a crecer y ser, también, más llamativo en sus performances sobre el ring. Bálor, por su parte, lleva una época relacionándose con grandes nombres, pero siempre un paso por detrás de ellos y con unos bookeos que se decantan más hacia la derrota que hacia el triunfo.

Una rivalidad intermedia afianzando su posición de favorito del público le puede venir mejor que incidir en otras storylines no tan efectivas, asi que se puede mirar con optimismo este cruce de caminos. La promo fue muy sencilla. Uno con el ego y la soberbia del poderoso y otro como underdog que se rebela ante lo que cree injusto. Ambos cumplieron su papel, obtuvieron dignas reacciones y ofrecieron algo diferente, basado en la realidad y en una disputa lógica. Un segmento correcto, en definitiva, que terminó con un pequeño brawl que no llegó a concluir y que deja al fan con ganas de ver más.

Ember Moon vs. Liv Morgan.

Combate de transición, corto y sin mucha trascendencia, que al menos tuvo un buen resultado. Ember comenzó con fuerza su andadura en Raw, pero su personaje ahora parece algo difuminado, con bookeos mediocres que le han impedido destacar. Hay que comprender que la competencia en el show rojo es elevada y que es normal que sin estar en ninguna de las rivalidades principales, tenga un menor impacto del que tendría en otros escenarios, pero después de ver su gran potencial en NXT, parece que podría a aspirar a más que simplemente a completar la nómina del show.

Morgan, por su parte, hizo una lucha decente, teniendo alguna ofensiva digna y pareciendo a la altura de su adversaria, pero a la hora de la verdad, fue vencida con contundencia, gracias al brutal finisher de Moon, que sigue siendo de los más vistosos de la compañía. No fue una contienda larga y ambas tuvieron sus momentos, pero faltó algo para terminar de meter al público en la historia que estaban contando. La victoria de Ember es positiva, como dije, porque la mantiene en buena posición, aunque su rival no fuera la mejor posible, pero el tema de Riott Squad sigue preocupando bastante. Una de cal, una de arena y una discontinuidad que siempre las mantiene en un limbo de poca credibilidad del que es bastante arduo salir.

Terapia de Sasha Banks y Bayley.

La consulta del Dr.Shelby tuvo poco efecto sobre Sasha y Bayley, pero bueno, hubo cosas positivas y negativas. En el aspecto positivo, es bueno que se siga desarrollando la rivalidad entre ambas. Aunque no se avance mucho, es algo más elaborado y diferente, que puede enganchar a la gente y que permite mostrar otras versiones de ellas sin resultar repetitivas. También estuvieron bien las imitaciones en las cuales, además de plasmar la personalidad de la contraria, se vió como intenso el odio entre ambas, lo hartas que están de la situación y el pique que tienen. El público además reaccionó bien, tanto a la aparición del Doctor en el segmento de entrada a la consulta, como a la performance posterior, ya en plena sesión de reconciliación.

Lo que menos me gustó fue quizás el protagonismo excesivo de Shelby. Claro que aporta cosas y es normal que lo tenga en estos primeros días, pero por momentos el foco recaía totalmente en él y no sobre Banks y Bayley, que era lo lógico. Aún no es preocupante, pero hay que tener cuidado con eso. Y otra cosa que me dejó una sensación algo negativa es que, aunque sea aventurarse demasiado pronto, la sensación es que parece que el enfoque del tema va a acabar en una nueva alianza entre Sasha y Bayley, lo cual puede ser bastante pesado al impedir que, por fin, se produzca el total desencuentro entre ambas y la rivalidad definitiva que todos queremos ver y se ha ido alargando hasta la extenuación.

Roman Reigns y Bobby Lashley vs. The Revival (Scott Dawson y Dash Wilder).

Por muy imparcial que se sea, llega un punto en el que las cosas cansan. Hasta el fan más acérrimo de Roman puede darse cuenta de que lo de anoche fue pasarse de la raya con la sobresaturación. Es más, los fans que de verdad quieran al samoano, creo que deberían estar descontentos con ese exceso de protagonismo. El buen trabajo que hace el hombre, sus esfuerzos y todas sus actuaciones quedan ensombrecidas por un bookeo tan pésimo, en el que tiene una presencia total. Ya no es que Roman sea bueno o malo. La discusión es: ¿Otra vez Roman? Y ese efecto más que ayudarle, dinamita todas las cosas buenas que Reigns pueda aportar. Nada contra él como trabajador, que el hombre bastante hizo con llevar él solo la mayoría del programa sin rechistar, pero lo de los bookers, Vince y sus obsesiones es para hacérselo mirar. Además, esta lucha fue más de lo mismo. Repetición del match de las semanas anteriores y repetición del final del tag team que se había visto antes, con DQ y paliza a Roman en el post-match. 

Revival se mantiene en una posición indefinida, mezclándose con wrestlers de alto nivel, sin ser vencidos con contundencia y dando réplicas dignas a Bobby y a Roman. No de manera creible como para aparentar estar a esa altura, pero mejor que en otras temporadas. Sin embargo, por otro lado, lucen como secundarios, como un equipo que está ahi por circunstancias y no por ser una apuesta de la empresa. Es una situación que no es mala, pero tampoco tan buena como parece. En cuanto a Lashley, pues en una posición inmerecida. Ese puesto debería ser para Rollins. Ni cuando abandonó a Reigns al final obtuvo grandes reacciones. De Roman mejor no decir nada más, porque hasta la grada gritaba a Revival para que siguieran pegándole tras la paliza, asi que no hace falta ni decir como estaban los ánimos. 

Promo de Mojo Rawley y No Way José.

Segmento bastante insulso entre dos hombres que tienen una rivalidad que no atrae demasiado. Lo que más puede despertar la atención del público es el colorido y que el latino haga segmentos graciosos, alguna payasada aprovechando su gimmick, pero no. Mojo pretende ser odioso y dar lecciones de saber estar, de potencia, de seguridad y de clasicismo, pero le falta mucho para ser un referente que pueda dar lecciones a nadie. No interpreta mal su papel, pero su in-ring y el poco carisma que tiene impiden que conecte con la grada. José, por su parte, se limita a escuchar sin intervenir y ser vencido por facilidad en cualquier cara a cara que tienen. Demasiado poco como para darles una mejor oportunidad a cualquiera de los dos.

Por cierto, el ataque de Rawley al seguidor de No Way fue bastante decente. Tosco y sencillo, como es Mojo, pero brutal y que permitia empatizar con el pobre receptor de esos golpes, propios de fútbol americano. Lo malo es que luego cuando tuvo que lanzar el cuerpo de No Way contra el borde del ring, no sé muy bien porqué, pero cometieron un botch bastante inexplicable, cuando el latino saltó a destiempo y no se golpeó la espalda con el filo. No sé de quien sería la culpa, pero es difícil tener que realizar un movimiento en todo el segmento y fallarlo. No es la rivalidad más importante del show, pero puede ser muy mejorable.

Nia Jax vs. Mickie James.

Combate teóricamente muy desequilibrado pero que tuvo más acción e igualdad de la que cabría esperar. Nia tiene un papel destructor en Raw, ya sea face o heel y es la luchadora más creible del roster, obviando a Ronda, por lo que parecía que Mickie, siendo la escudera de Alexa, iba a caer ante Jax con facilidad. Y, aunque al final cayese derrotada, lo cierto es que fue competitiva, tuvo una estrategia definida e intentó llevar a buen puerto sus pocas opciones de hacer daño a la gigante. Atacó las piernas y utilizó su mayor velocidad para buscar algún resquicio para obtener ventaja, teniendo algún momento de control realmente llamativo. No obstante, al final sucedió lo previsible, con una victoria de Nia que, además de ser coherente por su importancia, la reforzó al tener enfrente a una enemiga más difícil de lo esperado.

Buen papel también de Bliss, obstaculizando en la medida de lo posible el triunfo de su enemiga, mediante técnicas de distracción, aunque el resultado no fue positivo para su compañera. Un segmento de transición, con un público no demasiado interesado y que no estuvo tan mal como pudiera parecer. Y no es por echarle la culpa de todo a Rousey, porque no la tiene, pero la sensación es que está siendo tan promocionada que la división femenina sin ella pierde aliciente y eso, a la larga, es preocupante para WWE, porque depender de una estrella puede ser muy rentable, pero también muy arriesgado en ciertos momentos.

Braun Strowman vs. Kevin Owens.

Como entretenimiento se puede decir que tiene su punto divertido, que mantiene la atención del espectador y que combina la brutalidad con la parte graciosa de una manera eficaz. Pero como segmento final de un Raw, ver un enfrentamiento con este cartel y que se quede en tan poco la lucha, da un poco de pena. Strowman sigue prolongando su racha arrasadora y manteniendo un aura bestial. El problema es que está pasando de ser un atractivo, algo fresco y novedoso que gustaba ver en su camino de destrucción, a ser un personaje repetitivo que a muchos cansa. Resulta un poco anticlimático también que un abusón de este estilo sea face, ya que comportamientos tan agresivos y despiadados son propios de un heel, pero creo que más que en eso, el problema con Braun es que está tan potenciado que todos los demás a su lado parecen meras comparsas, quitándole interés a cualquier rivalidad.

Pero peor aún me parece el caso de Owens, del que desaprovechan continuamente su potencial. Tiene un gran micro, pero también un buen in-ring como para plantear batalla a Braun y ponerlo en dificultades. Ha renunciado totalmente a su orgullo y su único objetivo es huir, algo que es ridículo de por si para un ex-campeón mundial. Me gusta más en su versión heel soberbia y que arriesga que en esta sombra de si mismo, que causa gracia, pero que tiene segmentos patéticos, como el previo a la lucha con Jinder, que no fue nada bueno. Al final, ni siquiera puede considerarse una lucha, ya que fue una huida, un count-out y una comedia que fue divertida, si, pero que no explota al máximo el buen enfrentamiento que podría sacarse de aqui.

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