Review SmackDown Live 27 de marzo de 2018

Randy Orton y Bobby Roode vs. Jinder Mahal y Sunil Singh.

Muy buen combate para comenzar la velada. Para mi, el mejor de la semana. Al principio, tuvo lugar la sustitución de Sunil por Rusev en la lucha, lo que encendió al público de gran manera. Es un heel y es presentado como tal, apoyando a Jinder, pero es uno de los luchadores más over del roster y la gente esperaba una oportunidad de este estilo para él. El apoyo de la grada era para Roode y Orton, pero el búlgaro demostró que también cuenta con el favor de la audiencia. La lucha en sí fue bastante entretenida, larga y contando muy bien una historia en la que todos quedaron bien. La construcción se produjo de manera progresiva y se notaba la intensidad e importancia de cada movimiento, viéndose a wrestlers que se respetaban bastante. Sin tener un ritmo brutal, la atención se mantenía fijada en lo que podría pasar y hubo momentos bastante destacables.

En el bando face, Orton se mostró como un campeón seguro pero colérico ante cualquier acción de su compañero, cosa que no le gustaba. Esa ceguera por demostrar que era la parte fuerte de su equipo le llevó a hacerle un RKO a Roode, lo cual lo dejó por encima de él, pero no deja de ser un error que tuvo como consecuencia la derrota. Bobby estuvo muy activo, conectando con la grada, aplicando de manera convincente su arsenal, pero al final se vió un poco opacado por la situación que se produjo. Mahal consiguió la victoria indirectamente, superando a sus dos enemigos por el título hasta ese momento. Llevó en muchas fases el peso del match y lució a la altura recibiendo las reacciones propias del único heel puro que había en liza. Y Rusev, consiguió una gran victoria, mostrándose fuerte, seguro y peligroso.

Tras semanas poco convincentes, su sorpresiva actuación de anoche es algo merecido, aunque no sea muy lógico sobre kayfabe. Pero es lo que tenía que pasar. Vencer al campeón para justificar su presencia en un combate importante de WrestleMania. Muy buena decisión incluirlo en esa lucha, aunque sea para llevarse el pinfall e iniciar una rivalidad con Jinder. Los tres wrestlers anunciados previamente son correctos in-ring y generan reacciones a su manera, pero el interés que ahora suscita el búlgaro, le va a aportar a la pelea esa chispa que necesitaba.

Becky Lynch vs. Ruby Riott.

Interesante lucha, pero lejos del nivel que creo que ambas pueden ofrecernos. Junto a Charlotte, son las luchadoras más completas de SD y bien bookeadas podrían tener una pelea de bastante calidad, pero el poco tiempo que les dan y la falta de profundidad de los personajes que tienen, las penalizan bastante. Hubo algunas pinceladas interesantes, como el empleo de una ofensiva coherente de ambas, la búsqueda de una ventaja de cualquier situación o la secuencia final, que aunque terminase en un roll-up, se sintió fluida. La grada además parecía interesada en ambas y la intensidad de Lynch quedó bastante bien, frente a una contraparte en teoría superior, al tener Ruby la ayuda de dos compañeras. Pero, en la parte negativa, hay que reseñar que había muy poco tiempo para desarrollar algo mejor construido y que el foco sobre Riott Squad, hacía que los ojos se desviasen más hacia las interferencias y sus consecuencias que a la propia contienda en sí. En cuanto al resultado, me gustó que Becky ganase de forma convincente y se pusiera más over de lo que estaba.

La sensación es que quieren hacerla la "outsider" en la rivalidad entre Bayley y Sasha, haciendo que las tres lleguen al final de la batalla real de WrestleMania, en una reunión de las horsewomen. Creo que no tiene nada que hacer frente a ellas, aunque a mi, personalmente, me gustaría que ganara ella. Riott Squad, por su parte, queda bastante perjudicado. Perder individualmente frente a una luchadora o como conjunto frente a varias faces, entra dentro de lo normal. Pero lo que se vió en el post-match, aunque me gustó para que Lynch se pusiese over, no dejan de ser instantes en los que la pelirroja las despachó a todas de forma consecutiva y con suma facilidad. Tendrán un papel testimonial en WrestleMania a espera de mejores oportunidades en el futuro, aunque viendo sus bookeos, dudo que les vaya a ir muy bien.

Promo de Daniel Bryan.

Enormes reacciones a una promo básica, meramente informativa y en la que era muy obvio lo que se iba a decir. Bryan, después de la paliza de la semana pasada, estaba claro que iba a ir a por los canadienses e iba a darles la oportunidad de luchar, para así dársela indirectamente a él mismo para demostrar al mundo que está totalmente recuperado en el escenario más grande de todos. Lo que no estaba tan claro era la participación de Shane, después de las noticias en las cuales se informaba de que tenía problemas de salud legítimos. Por un lado, es lo más coherente y justo, después de todas las semanas en las que se ha construido esta gran rivalidad. Por otro, si realmente no se encuentra bien, es un riesgo ponerlo a pelear. De todas formas, la estipulación añadida, le da un giro de tuerca más a la historia y es bastante llamativa, a la vez que añade impredecibilidad.

Pueden ganar los directivos y obligar a los canadienses a irse de SD, tomando camino a Raw. Aunque es más probable que recuperen sus trabajos y haya traición entre Shane y Daniel, volviendo este a luchar contra la autoridad y llevándose McMahon un gran momento de foco, realizando un turn heel bestial. Sea como sea, es evidente lo que genera Bryan. Sus palabras, aún con ritmo pausado y sin resultar súper llamativas provocaron que el estadio se cayera, algo que hoy en día, nadie consigue. La fase final, sacando su faceta de luchador volvió a ser emotiva y muy aplaudida. El contenido de la promo y la previsibilidad le resta puntos al segmento, pero el impacto que consigue generar el dragón americano en los pabellones, le suma mucho más.

The New Day vs. The Bludgeon Brothers.

Al igual que en la historia por los títulos por pareja de Raw, los de SmackDown se presentan como una contienda muy desequilibrada, siendo la pelea que los involucra una clara candidata al squash en el mayor escenario de WWE. Y, básicamente, es porque el bookeo de estos meses está siendo muy descompensado, presentado a los Bludgeon Brothers de una manera tan brutal, con un aire tan invencible, que los enemigos que se le presentan aparentan ser muñecos en manos de los hombres de los martillos. Ni los Usos, ni New Day, demuestran que pueden funcionar como underdogs creíbles, aunque probablemente se alien en WrestleMania. Anoche, vimos la enésima demostración de que Harper y Rowan son muy superiores sobre kayfabe, unos monstruos que arrasan a cualquiera y que dejan poco espacio para la duda en sus performances. Woods y Big E tuvieron leves momentos de ofensiva al inicio, consiguiendo conectar algún golpe e intentando plantear batalla. Pero, rápidamente, los 2B cogieron el dominio de la situación y no pudieron ni tan siquiera defenderse.

Gran lucimiento para los heels, que vuelven a quedar como fuerzas dominantes, sin rivales y despiadados. Los ex-campeones parecieron bastante débiles y no hubo apenas tiempo ni de que la grada les mostrara su apoyo (aparte de en la pequeña promo que hicieron previa al combate para promocionar su presencia en WM). La victoria fue para Harper y Rowan por DQ, tras la intervención de los campeones samoanos, pero era lo de menos. Poco importaba el resultado ante la tremenda superioridad demostrada por Bludgeon Brothers en el brawl final. Parecía dar igual que fueran dos rivales o cinco. Lo que no entendí mucho fue porque los Usos salieron a salvar a New Day y luego discutieron con ellos en el único momento que tenían un pelín el control de la situación, sin el agobio de Luke y Erick.

Dolph Ziggler vs. Tyler Breeze.

Claro ejemplo de como desaprovechar a personajes que llaman la atención, que consiguen estar over gracias a su trabajo y que podrían tener un trato infinitamente mejor del que tienen. El caso de Breeze, al igual que el de Fandango, ya es un caso perdido. Tuvieron su momento, sus segmentos divertidos y son capaces de ser los mejores cómicos de la empresa si se lo proponen, pero antes, pese a ser personajes siempre orientados a la comedia, no era tan penoso su desempeño en el ring. Ahora, las parodias, han pasado de tener un sentido a no causar gracia, como la tontería de ver a Fandango correr por ringside. Merecían mucho más, aunque fuera puntualmente y han acabado por ser esos personajes, necesarios en WWE en todas sus épocas, pero que destilan siempre una sensación de un mal aprovechamiento. Pero más sangrante aún es el tema de Ziggler. Consiguió relevancia hace unos meses con su historia con el título de los Estados Unidos. 

Era una storyline que enganchó a la gente y lo motivó de nuevo, haciendo de él alguien esperado en muchos eventos. Pues en un par de meses o tres, aunque haya tenido alguna chance por el cinturón mundial en un combate multitudinario, ha pasado a relacionarse con jobbers y a tratar de vender como algo importante una participación en el match menos relevante de WrestleMania. Nunca se va a quitar el estigma de eterno secundario, por desgracia, porque la empresa no confía en él y, para los que nos gusta como luchador, es mejor asumir que su historia es siempre cíclica y acaba tan abajo como suele empezar. La lucha en sí, una patada de Tyler, unas carreritas que ocuparon la mitad del squash, algún nearfall y un Zig-Zag para dar un triunfo contundente a Dolph, que supuestamente le hace llegar con fuerza al magno evento. Por cierto, que vendan ahora que a Ziggler le interesa el trofeo de la batalla de André, después de rechazar el título USA, es tan inexplicable que creo que es mejor no buscarle justificación. 

Shinsuke Nakamura vs. Shelton Benjamin.

Previo al main event, mucho antes en el show, se vió un segmento que me agradó bastante. Nakamura pidió a AJ Styles que estuviera en su esquina para el combate estelar frente a Shelton Benjamin. El fondo de la cuestión no es demasiado relevante en sí, pero no sé si es porque fueron frases cortas o muy estudiadas o por estar a solas con Styles en backstage sin el público mirándole, vi a Nakamura un pelín más fluido en la conversación que tuvo con el campeón. No es para echar las campanas al vuelo, ni mucho menos, pero al menos no pareció tan anticlimático como en otras ocasiones, lo que no deja de ser una buena noticia, muy necesaria para el japonés. Respecto al combate, pues era más importante lo que sucedía alrededor del match que la propia acción in-ring. Shelton es un veterano, que siempre rinde bien y al que es agradable ver, pero no tiene el nivel suficiente sobre kayfabe para inquietar a Shinsuke, por lo que el interés se centraba en ver las interacciones entre AJ y Nakamura, más que nada. 

La lucha fue intensa, divertida, dinámica y con un estilo duro, que dieron lugar a un más que digno main event aunque tampoco se viera algo realmente novedoso. El nipón llevó la mayor parte del peso del combate, con un amplio control en sus fases de dominio y una resistencia que le hizo lucir muy bien cuando recibía castigo por parte de Benjamin. Esas fases, normalmente venían provocadas por las ayudas de Gable a su compañero, que resultó mucho más decisivo en el transcurso de la lucha de lo que fue Styles, que se reservó bastante, aunque puntualmente atacó a Chad. En la fase final, triunfo claro y contundente del japonés. El público, además, estuvo bastante implicado pese a lo obvio del resultado, cosa que es de agradecer. 

En el post-match, vino el pique que llevábamos tiempo esperando. Ambos se respetan, pero sus ganas de ganar están por encima de todo y lo llevaron a la vertiente más personal. Nakamura dijo que no necesitaba la ayuda de AJ, sino que lo quería cerca para que viera su victoria. Styles dijo que él era el campeón y lo seguiría siendo. Básico, pero al menos con algo más de interés que las últimas semanas. Para finalizar, lo mejor de la noche. El ataque de los heels fue bastante pobre, pero el vacile de Nakamura a AJ, amagando con la Kinshasa cuando Styles estaba en el suelo tras salvarlo, fue tremendo. Sorprendió, dejó claras sus intenciones y fue un aviso de lo que puede pasar en WrestleMania. Me gustó más que si le hubiera dado el rodillazo directamente.

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