Review SmackDown Live 20 de febrero de 2018

Promo inicial.
Flojo comienzo el del show de esta semana de SmackDown. Aunque resulte injusto comparar con lo que sucedió el dia anterior en Raw, se supone que es el ejemplo competitivo con el que el show azul debe medirse y quedó bastante lejos en cuanto a nivel. Tuvimos lo que tenemos semana tras semana. Una promo informativa para anunciar lo que va a ocurrir más adelante sin mucha trascendencia, ni un contenido muy llamativo. Parece un esquema fijo algo obsoleto y demasiado mecánico, falto de alma y de pasión para calentar al público. Y no es que fuera malo el segmento, pero si bastante frío y poco recordable. Aún sin verlo, cualquiera podria suponer que se iba a decir y quien lo iba a decir. La storyline por el título debe tener una importancia capital, es lógico, pero con la cantidad de talento over que hay con el público, que no los aprovechen mejor es una lástima. 

Nakamura, Rusev, Breezango, Dillinger o hasta Ryder son gente querida y ni aparecieron, cuando podrían dar más variedad o al menos un instante fresco o sorprendente. Y con esto no quiero decir que las actuaciones de Styles, Corbin u Owens en el segmento fueran malas, ni mucho menos, pero no deja de ser un relleno innecesario cubriendo un tiempo que podría ser mejor utilizado. No es una tragedia, pero deberían darnos algo más que repetir catchphrases sin avanzar en la rivalidad. El público tuvo una reacción tibia y los protagonistas, aún sin actuar mal como digo, podrían haber evitado esta promo y combatir directamente en los matches que tenían programados a lo largo de la noche.

Kevin Owens vs. Dolph Ziggler.
Buena lucha, con un ritmo pausado, lento por momentos, que tuvo alternativas y cumplió su cometido de seguir avanzando en la historia por la conquista del título de WWE. El comienzo fue tranquilo, con ambos respetándose y mostrando igualdad durante la mayor parte del combate. El dominio fue alterno y, aunque los dos son heels, el canadiense ejerció como un luchador más rudo, buscando golpes más duros y ataques en ringside. El público estuvo bastante frio porque, aunque Dolph tiene una relación extraña con la grada y es más aplaudido que Kevin, aún se hace difícil apoyarlo para la mayoría de los fans, ya que su turn face (en caso de darse) no sería tan natural como el que ha ocurrido espontáneamente con Rusev, por ejemplo. En la fase final, Ziggler se mostró más dominante y parecía que se iba a llevar el triunfo, pero la aparición de Sami lo distrajo para que Owens consiguiera la victoria final. Es una táctica heel que queda bastante bien, en teoría, ya que refuerza la ilegalidad y las trampas de los canadienses, haciéndolos más odiosos, pero que no beneficia al que fue ganador de la lucha.

Kevin consigue la victoria, pero con una clara ayuda cuando se veía inferior, pareciendo dependiente de Sami, algo que tantas veces ha ocurrido en el pasado a la inversa. Para mi, es el luchador más importante del Fatal 5-way, sin contar al campeón, asi que aunque no me parezca mal igualar su status con el de Zayn, me gustaría que también demostrase su nivel ganando de forma limpia. Sin embargo, para la coherencia de la historia, es una buena forma de acabar el segmento. Ziggler, por su parte, queda protegido cuando tenía el control en el final de la lucha, pese a la derrota final y Sami luce como fundamental para desequilibrar la balanza pese a no luchar. En definitiva, un buen combate que no perjudica en exceso a nadie y refuerza la alianza canadiense.

Promo del United States Championship.
Me resulta un poco anticlimático el desarrollo que está teniendo esta storyline, en el midcard de SmackDown. Por un lado prefiero que no se encasille a Jinder como un antipatriota y que tenga argumentos diferentes con los que atacar a sus enemigos, realizando discursos más variados y que le den nuevos ángulos a su personalidad. Pero a la vez me resulta algo pobre que la justificación para reirse del campeón o acusarlo de tramposo sea la manipulación de algo tan insignificante como el Top List. Una rivalidad personal, ya sea por el título o no, creo que debería tener una razón de ser más llamativa y no tan infantil. De todas formas, permite que Jinder y Bobby tengan minutos con el micro y demuestren de lo que son capaces. Ambos se desenvolvieron bien, aunque se centraron demasiado en la figura de Orton, con un Roode temiéndole y un Mahal atacándolo para obtener reacción. La promo fue decente y subió de nivel cuando apareció Randy, que fue quien sacó una mejor reacción.

Eso si, en el brawl del final, para mantener el equilibrio de poderes, esta semana le tocó reinar al campeón sobre The Viper, cosa lógica con el reparto semanal de protagonismo que se está haciendo en este feudo. No obstante, también se mantuvo a Mahal over, algo también coherente al ser el heel y, en teoría, el más descolgado de los tres en cuanto a nivel. Respecto a la decisión de los GM de programar un Orton vs Roode, pues hay que tomarla con cautela, ya que quedan semanas hasta Fastlane y no creo que el hindú quede fuera de la ecuación de manera tan sencilla. Quizás sería mejor guardar el combate entre Randy y Bobby de manera individual para WrestleMania y ahora hacer una triple amenaza. O hacerlo a la inversa. Aún quedan semanas para pensarlo...

Charlotte Flair, Becky Lynch y Naomi vs. Riott Squad.
Lucha bastante interesante en cuanto a desarrollo y nivel in-ring, pero un poco insulsa en su planteamiento. No pintaba bien la cosa con el enésimo combate entre las dos facciones, pero hay que poner en valor el trabajo de las chicas y el decente espectáculo que se vió, sobre todo en las fases en las que coincidian sobre el cuadrilátero Becky y Ruby. La primera mitad del combate fue lenta, con pocos spots y más centrada en el storytelling, con castigo de las heels a las faces, actuando como un grupo bastante cohesionado. En la segunda fase, el ritmo se incrementó y la grada respondió más activamente cuando el match se desordenó, con ejecuciones combinadas y una batalla más personal entre ambos conjuntos. En el final, victoria importante para el equipo de Riott con mucho protagonismo para su líder. Sufrió en momentos claves del final frente a Lynch, pero con las intervenciones de sus compañeras, retomó el control y acabó aplicando su finisher para ganar a la pelirroja de manera convincente.

En cuanto a las promos posteriores a la lucha, que acabaron en la confirmación de un match titular en Fastlane entre Charlotte y Ruby, me parecieron una gran salida viendo las posibilidades que había. Es cierto que Riott Squad ha tenido apariciones en conjunto y queda un poco raro que Sarah y Liv tengan combates en semanales sin el título de por medio y Ruby tenga un match titular en el PPV. Pero ella es la líder y ayer demostró el porqué. Contando que Lana, Carmella o Natalya parecen haber desaparecido y que las otras faces apoyan a Flair, era lógico este enfrentamiento. Y, por muy previsible que sea la retención de The Queen, se nos asegura una gran lucha, ya que el nivel de Riott como retadora, solo lo podría tener Becky.

Promo de Sami Zayn.
Buen segmento, que nos da una nueva visión de los personajes de los canadienses y un giro más de tuerca en la personalidad de ambos. Siempre se ha visto a Owens como el ideólogo, el líder espiritual del conjunto. Era él quien tenía las ideas más malignas y convencía a Zayn, manipulándolo, llevándolo a su terreno y sin pensar demasiado en que era lo correcto y que no, simplemente actuando en función de su propio beneficio. Anoche se cambiaron las tornas, ya que Sami rescató a Kevin al principio de la noche e insinuó en este segmento que se sacrificaría para que KO consiguiera el título si fuese necesario. La sorpresa de Owens era evidente ante la ilegalidad que proponia Sami. De hecho, si hubiera que apostar a quien se volvería face en un posible feudo entre ambos, Zayn era el candidato a recuperar ese aura de chico bueno y ahora resulta un poco más dudosa la situación.

No creo que en el PPV ocurra algo como el "Fingerpoke of Doom", ya que eso debería estar bastante oculto para sorprender en el momento y aqui lo han telegrafiado, dándonos cuenta tanto rivales como espectadores. Pero lo que si creo es que la motivación de Sami, por lo que se hizo heel y se unió a Owens fue conseguir el campeonato. No creo que desaproveche la oportunidad y traicionará seguramente a Owens en el PPV una vez que Kevin baje las defensas y se fíe al 100% de él. Ahí comenzará su feudo a WrestleMania o eso espero, porque a saber que están pensando los bookers.

The New Day vs. Chad Gable y Shelton Benjamin.
Combate entretenido, dinámico, con el público metido y demostraciones de poder que quedó un poco perjudicado por el final. No fue muy larga la contienda, pero New Day siempre tiene conexión con la grada, hagan lo que hagan y un carisma capaz de despertar cánticos en cualquier momento. Los heels, por su parte fueron una contraparte bastante adecuada, con moves atléticos y gran capacidad tanto para realizar movimientos vistosos, como para recibirlos. El dominio fue alterno y con fases que hicieron del match algo divertido y agradable, pero el final ensució un poco todo el trabajo realizado. En primer lugar, la ejecución me pareció algo anticlimática. La forma de perder de Chad y Shelton siempre suele ser de manera sucia o con alguna decisión arbitral en su contra. Es algo bastante común y, a veces, parece demasiado forzado tener que caer derrotados siempre de esa manera para mantener un gimmick de equipo injustamente tratado.

Anoche, por ejemplo, la aparición de Kofi distrayendo al referee fue demasiado larga y resultaba poco creíble que hicieran su finisher y el pinfall sin que nadie se diera cuenta de lo que sucedía. Eso por no hablar de lo ilógico que parece que los chicos amados por el público venzan a través de una interferencia típicamente heel. La victoria de Woods, además, fue algo fria con un rodillazo que tampoco generó una gran reacción. Pero lo peor de todo no es eso. Es que el resultado determine que los New Day sean los nuevos retadores a los cinturones de los Usos. Si, a esos cinturones a los cuales no podían aspirar mientras los samoanos fueran campeones. En fin, que aunque tengamos una gran lucha en Fastlane, que lo será, los bookers vuelven a olvidar su propio pasado, sus propias limitaciones y sus propias storylines.

The Bludgeon Brothers vs. Luchadores locales.
La entrada de los 2B está muy bien, le pega a sus personajes y es creíble en su función de atemorizar a sus enemigos. Ya lo hicieron con los campeones y anoche lo repitieron con New Day. Tienen unos gimmicks llamativos, muy aprovechables y que pueden funcionar como heels de manera creíble. Todo eso es perfecto, pero a la hora de la verdad, volvemos a tener un nuevo squash frente a dos desconocidos. Es algo que impresiona, pero que no tiene valor real, que no lleva a ningún sitio argumentalmente y que simplemente es un relleno hasta que se produzca el enfrentamiento contra los campeones que en ese momento tengan los cinturones, en WrestleMania. Y no solo se pierde el interés de la grada en Harper y Rowan, sino que los campeones parecen menos campeones cuando los fans sabemos que hay un gran conjunto que puede arrasarlos y no les dan la oportunidad de hacerlo.

La performance en esta ocasión fue algo más variada, con dos dropkicks iniciales y movimientos powerhouse diferentes, en ringside, para demostrar su fortaleza física, pero claro, cuando los rivales son tan débiles y ni siquiera intentan golpear, la sencillez del match le quita mucho hype al segmento. Y más aún, cuando lo repiten una y otra y otra vez más. Por cierto, ya que descubrieron la mesa de comentaristas, al menos podrían haberla utilizado para hacer algo más vistoso.

AJ Styles vs. Baron Corbin.
Buena lucha y digno main event para un show de transición. No fue algo espectacular, pero si que fue el mejor combate de la noche, con un AJ Styles que sigue generando una buena reacción entre la audiencia y un Corbin que, al igual que Ziggler, una vez conseguida su clasificación la semana pasada para el PPV, volvió a su posicion natural. El match fue igualado, con fases de control de AJ bastante acentuadas. El campeón mostró su versión underdog, basada en la velocidad, la inteligencia y agilidad para contrarrestar el poderío físico de su oponente. De esa manera, consiguió lucir de manera sólida, aunque los comebacks de Corbin resultaban mucho más duros que los castigos que ejercía el campeón. Las fuerzas parecían similares, cada uno usando sus armas y sacando el estilo que los define, hasta la fase final, en la cual AJ consiguió una gran victoria que lo posiciona como superior, en líneas generales, a sus rivales de Fastlane, dejando a Baron como el eslabón más débil de cara al PPV. Pareció un tipo fuerte y duro en ciertos momentos, pero la sensación es que aún está varios peldaños por debajo de Styles.

Perdió de forma contundente y clara y eso, le impide despegar definitivamente, como su gimmick lleva tiempo pidiendo a gritos. Por mucho que se le proteja en los post-matches, al igual que sucedió tras su eliminación en Royal Rumble y los bookers quieran aparentar que puede ganar los combates, a la hora de la verdad, casi nadie cree en él y no asusta tanto como debería por el personaje que tiene. Styles, por su parte, se muestra seguro, combativo, inteligente y con un Phenomenal Forearm que parece un move más potente de lo que parecía antes, permitiéndole ganar con facilidad, como sucedió anoche. El post-match, pues en sentido inverso a los status de cada cual. Es decir, sobre el papel, Styles es superior a los canadienses y estos a su vez a Corbin. Pues lo que se vió para igualar fue al revés. Corbin machacando a los canadienses que a su vez habían sacado de circulación a AJ.

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