AJ Styles contra Finn Bálor. ¿A la altura de las expectativas?

Cuando WWE anunció que Kurt Angle y AJ Styles serían los reemplazos para TLC de Roman Reigns y Bray Wyatt, la comunidad del wrestling se lanzó a celebrar el regreso al ring del medallista olímpico al mismo tiempo que criticaban que Styles fuese el seleccionado para enfrentar a "The Demon King", pues supondría malgastar un dream match por excelencia en un parche para el PPV. Pasado el evento, la gente empezó a catalogar el regreso de Angle de fracaso estrepitoso, mientras que el enfrentamiento entre Bálor y Styles se llevó el puesto de lucha de la noche.

Lo primero será ponernos en situación. En 2013, Finn Bálor, conocido en aquel entonces como Prince Devitt, fundó durante en su etapa con NJPW el Bullet Club, equipo que a día de hoy es de forma indiscutible uno de los más populares de la industria. Más tarde, en 2014, y tras la salida de Bálor de NJPW, Styles tomó el mando del Bullet Club durante dos años, antes de ser sustituido por Kenny Omega, actual líder de la agrupación.

Dos años más tarde, ambos se encontraban ya bajo contrato con WWE, por lo que un enfrentamiento entre las cuerdas de la empresa líder del entretenimiento deportivo era cuestión de tiempo, y los aficionados se encontraban conformes a la idea. El problema surge cuando su combate es el resultado de un cambio de última hora, tirando a la basura cualquier posible rivalidad con el trasfondo de su estadía en Japón liderando el Bullet Club.

Personalmente, puedo decir que quise ver el combate desde el momento en el que se anunció. Es más, me pareció que la falta de rivalidad podía ser un punto a favor, pues si eran capaces de ofrecer un combate luchísticamente bueno (cosa que ambos son capaces de hacer e hicieron) sin poner más excusa que las ganas de ganar a otro luchador, tendríamos en nuestras manos un combate atemporal, que cualquier aficionado podría ver en cualquier momento, pues no existiría la necesidad de conocer la historia que llevó al combate.

Sin embargo, la falta de trasfondo para la pelea sí dejó un punto en duda. ¿Por qué Bálor usó al demonio durante el combate? Tenemos que recordar que el demonio está destinado a ser el lado fuerte de Finn Bálor, algo que solo use en los momentos en los que la amenaza externa lo haga necesario y que no sea simple pintura, que lleve a un cambio de actitud, a un Finn más agresivo, a un Finn diferente. Se anunció que el demonio lucharía para que Finn pudiese hacerle frente a Sister Abigail, pero la baja de Wyatt dejó al alter ego de Bálor fuera de lugar, pues el irlandés no sacó a relucir durante la pelea su actitud oscura. Además, convirtió el combate en innecesariamente predecible, pues era obvio que los creativos de WWE no harían perder al demonio frente a Styles en un combate en el que absolutamente nada estaba en juego, excluyendo el orgullo de ganar.

Para terminar, me pareció que desde el punto de vista meramente luchístico el combate fue un 8 sobre 10, pues a pesar del buen despliegue de movimientos que pudimos ver en el evento (lo que era de esperar teniendo en cuenta los nombres involucrados), el combate fue quizás demasiado corto. A mi parecer, le faltaron cinco minutos que permitieran un último intercambio de los ataques más temibles de ambos gladiadores, lo que hubiera permitido que el final llegase en el verdadero momento cúspide de la pelea, amén de hacer a Styles y Bálor parecer más fuertes y peligrosos de cara a sus futuros rivales.

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