WWE TLC 2017: ¿Dónde queda el campeonato Universal?

Un nuevo evento exclusivo de WWE, y una nueva polémica, en este caso relacionada al título máximo de Monday Night Raw. Brock Lesnar, campeón Universal desde la velada de WrestleMania 33, no está programado para defender el título que posee en la noche donde las protagonistas son las mesas, escaleras y sillas. Nosotros los fanáticos, no presenciaremos la típica escena donde “La Bestia Encarnada” o el hipotético rival de turno, levanten la correa roja tras un intenso y rápido combate, como nos tienen acostumbrados de últimas en los encuentros con el título Universal de por medio.

Es un dato curioso a destacar. Desde que el oriundo de tierras irlandesas Finn Bálor tuvo que ser obligado a dejar su preciado título en paradero de nadie (debido a una desafortunada lesión), los combates por el título Universal han mantenido una duración promedio de 15 minutos. A mencionar que desde el inicio del reinado de Goldberg hasta el último combate de Brock Lesnar en No Mercy, los combates han finalizado con una media de ocho minutos. Gran contraste con las cifras obtenidas anteriormente, teniendo en cuenta un combate inaugural cercano a los 20 minutos y un reinado de Kevin Owens con 18 minutos de media tras ocho defensas.

Al parecer, no tendríamos un encuentro titular por el campeonato Universal hasta Royal Rumble 2018. Esto es debido a los rumores de un enfrentamiento sin el título en juego ante Jinder Mahal en la edición de Survivor Series de este año. Tras el evento en cuestión, únicamente tendremos una parada antes de Royal Rumble y esa parada sera Clash of Champions, evento exclusivo de SmackDown Live. En resumen, los fanáticos no contaremos con una defensa titular del cetro máximo de Raw durante aproximadamente cuatro meses, o para ser exactos, 126 días.

Y, ¿qué os parece esto, compañeros? ¿Qué os parece que el luchador mejor pagado de la compañía (cobrando 12 millones de dólares en bruto a fecha de 2016) siendo el campeón máximo, haya defendido su corona en cuatro ocasiones con un promedio de ocho minutos sobre el ring por encuentro, y no lo vuelva a defender hasta dentro de cuatro meses? En mi caso, tengo sentimientos encontrados.

Brock Lesnar es ese tipo de luchador que tiene todo para venderte un evento exclusivo. Quizás no sea el mejor al micrófono y quizás su carisma no destaque tanto como en otros competidores. No lo necesita, todo lo compensa dentro del ring con acciones.

Con eso quiero destacar dos puntos:

He de comenzar añadiendo que no soy una persona que defienda o apoye el gimmick de “Suplex City”. En mi opinión, basar a uno de tus luchadores estrella (incluso a un simple luchador) a un determinado movimiento o moveset en particular, hace que se limite su capacidad artística sobre el ring. Para que os hagáis una idea, es lo mismo que si un artista se abstuviese a utilizar determinados colores en sus cuadros. Podríamos obtener una bonita obra, cierto. ¿Pero no creen que podría haber quedado más variado e interesante utilizando más colores y no únicamente el azul y el negro?

Además, Brock es un atleta completo. Es una máquina de destrucción imparable. Veloz, ágil, coordinado. El personaje de bestia encarnada o tren imparable le viene como anillo al dedo, parece hecho a medida a él. Muchos aseguran que es debido al bookeo, y tienen razón. Pero en gran parte, Brock está hecho para este personaje. Eat. Sleep. Conquer. Repeat. Esta frase define a Brock Lesnar. Se levanta por la mañana, almuerza, despacha a su víctima y se va a dormir. Es un mero trámite para él, nada es una gran amenaza. Se encuentra tranquilo, sabe que va a sobresalir holgadamente sobre su rival. Entonces desaparece por un periodo de tiempo hasta encontrar a una nueva víctima que considere digna.

Es lo especial que tiene Brock Lesnar y en eso se basa la fórmula de su éxito. Este personaje no le permite ser una figura constante en televisión o sobre el ring. Prácticamente es debido a los dos factores mencionados anteriormente: Una performance in ring bastante limitada al gimmick, y un personaje que no necesita estar constantemente defendiendo el título dado que nadie es digno ni se encuentra a su nivel para reclamar una oportunidad. Esa es la psicología del bookeo a Brock Lesnar.

Como indiqué anteriormente, mi opinión es bastante ambigua. De hecho, escasas líneas atrás habéis podido leer mi defensa al personaje de Brock aunque discrepe en algunos detalles. Ahora es turno de mostrar la otra cara de la moneda, el pequeño matiz que he de destacar en este artículo de opinión. Y es que creo, de hecho defiendo, que Brock Lesnar no necesita ser campeón mundial.

Brock no necesita un título para obtener credibilidad en general. Él no necesita más credibilidad de la que tiene. Un hipotético rival al ganar la correa a Lesnar no obtendría la credibilidad por el hecho de ganarla, sino por el hecho de derrotar al mismo Brock Lesnar. Un título no obtiene credibilidad cuando se defiende de un modo infrecuente con encuentros que rozan lo mínimo de duración para un combate decente.

En mi opinión, se está desaprovechando mucho talento joven, que en realidad son los que saldrían beneficiados realmente a la hora de obtener un título mundial. Personas que obtengan el título y comiencen a tomar trasfondo y proyección para un futuro cargado de éxitos. Esas serán las personas que cargarán con la compañía próximamente (exacto, las estrellas que creaste algún día cuando les diste oportunidades).

En conclusión, creo que el personaje de Brock Lesnar está prácticamente hecho a medida de su personalidad y esta personalidad no requiere de ser un campeón mundial. El hecho de que esté ocupando el puesto estelar que otras personas podrían ocupar perfectamente en su lugar, no es algo que me agrade realmente. Este domingo WWE TLC: Tables, Ladders & Chairs, tendrá una cartelera compuesta por un talento en activo que hoy es el presente y mañana será el futuro.

Y no. No digo que se den campeonatos mundiales a todos los jóvenes talentos. Digo que no se los quiten.

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