Análisis: Monday Night Raw 3 de julio de 2017

Comentarios del show rojo de esta semana, el último antes de Great Balls of Fire

Fede Fromhell

04/07/2017 a las 06:34

Bienvenidos al análisis de Monday Night Raw tras su edición y cobertura. La idea es comentar las cosas del show que den lugar a debate e intercambio de ideas, o que parezcan destacar del resto. En algunos programas habrá más temas para hablar, en otros menos. De camino a Great Balls of Fire, Raw dejó varias cosas.
 
Raw abre con una larga promo de Enzo Amore, luego de un video de lo sucedido con Big Cass. La promo tiene buenos momentos, no se puede negar el nivel de Enzo al mic, pero se diluye por su duración y su lenguaje no del todo inclusivo que utiliza. Creo tener un buen nivel de inglés, académico y popular, y ni así termino de seguir las ideas que expresa el Certified G. Incluso Cass -en kayfabe pero con una gran cuota de vedad- señala que Enzo habla mucho sin decir nada. El ataque de Enzo fue bueno en esa entrevista, hace menos lejana la distancia entre el poder de uno y el otro.
 
El combate que enfrentó a Bayley & Sasha Banks contra Nia Jax & Alexa Bliss sonaba arriesgado por el bookeo, pero siendo WWE, las victorias y derrotas no importan tanto. Personalmente, creo que Bayley se podría haber llevado la derrota sin problemas, en favor de Jax. Bayley ya está horriblemente bookeada, Nia destruyó a toda la división la semana pasada, y las otras dos luchadoras se enfrentarán el domingo. Pero la opción fue hacer rendir a Alexa Bliss, para darle algo de juego a una rivalidad que no tiene historia pues no tiene tiempo. Posteriormente, la campeona jugaría con su derrota en una entrevista, declarando que es todo parte de una estrategia. Este pequeño giro le da sentido al resultado del combate, además de algo de imprevisibilidad. Sobre el match sí no hay nada que destacar.
 
Cuando vi salir a Cedric Alexander al ring, me preguntaba porqué los pesos cruceros no tienen historias más allá de las que involucran el campeonato. Pero cuando vi salir a Noam Dar junto a Alicia Fox, me arrepentí y deseé que solo tuvieran combates multitudinarios y aleatorios entre ellos. La penosa historia de amor lleva meses, y es tan mala, que uno de los implicados lleva semanas que ya no tiene interés en nada que tenga que ver con este amor. Realmente me cuestiono si hay alguien que disfrute con esta nefasta rivalidad, que no solo no ha dejado buenos combates, sino que le resta el posible tirón que podría haber tenido Cedric Alexander en su regreso.
 
The Miz volvió a hacer de las suyas en Miz TV, dando cátedra y sacando algo bueno, si se quiere, del lamentable segmento de la semana pasada con la familia Ball. Su rivalidad con Dean Ambrose se siente completamente agotada, por lo que la participación de Heath Slater en el show de hoy se sintió como un soplo de aire fresco. Slater desde su paso por Smackdown tiene el suficiente status y cariño popular para hacer este tipo de cosas, y cumple a la perfección con las expectativas que uno puede tener de él en ese rol. El combate fue aceptable, lamentablemente, Dean Ambrose desde la mesa de comentaristas atrajó demasiada atención, como suele pasar cuando un wrestler comenta. En este caso es aún peor porque Dean no es un Kevin Owens, por ejemplo, y no aportó demasiado. Si Heath se mantuviese en la órbita para otro combate más, teniendo en cuenta el sucio final, no me molestaría para nada.
 
Goldust y R-Truth vuelven a dejar un descafeinado brawl, no tan malo como el de la vez pasada pero igual de intrascendente. Los segmentos de Goldust son buenos, pero sabemos que el destino de todo esto no valdrá la pena.
 
Temiendo repetir términos que acabo de utilizar, tengo que referirme a la participación de Seth Rollins en este programa. Volvió a enfrentarse a Curt Hawkins, en otro combate sin sentido que ni siquiera logró sorprender como sí logró su antecesor. Hawkins fue derrotado en breves instantes -lógico- y Seth lanzó una promo muy floja, que refleja su bajo estado como face actualmente. Para empeorar las cosas, Bray Wyatt está en un estado completamente estancado. Entonces la rivalidad cuenta con dos luchadores en pésimo estado de personaje, que lejos de ayudarse con la rivalidad solo se arrastran uno a otro hacia lo más aburrido del card. El gimmick de Seth -si es que tiene- no tiene mucho con lo que chocar en cuanto a promos con Bray.
 
Samoa Joe y Brock Lesnar protagonizaron un segmento que estuvo casi genial. La voz de Lesnar explica porqué Paul Heyman está siempre a su lado para hablar en su nombre. De cualquier manera, el tono soberbio del Campeón Universal, esa forma odiosa de hablar tan natural que tiene, a pesar de no sonar intimidante es parte de su personaje y le aporta bastante, por lo que se agradece que tenga minutos al habla. Samoa Joe lo hizo genial una vez más, con intensidad, amenazante y seguro sin necesidad de decir demasiado. Verlo levantarse y gritar por todo backstage en busca de Lesnar fue un gran momento, que de haber terminado con un brawl hubiese sido genial. En cambio, cuando lo encuentra, Joe es detenido por la seguridad mientras Lesnar, burlón, lo reta. Sé que la ausencia de violencia hoy puede justificar lo que veremos el domingo...¡pero yo quiero mi brawl!
 
Neville vs. Mustafa Ali y Cesaro vs. Finn Balor fueron dos combates correctos, que no dejaron demasiada tela para cortar. Cesaro vs. Balor fue algo más que correcto, pero las intervenciones del final y el marco en el que se dio tampoco daban para mucho más de lo que vimos. Con el caos podría haberse llevado la victoria Cesaro, que tiene un combate titular el domingo, pero Balor está cuidado hasta en un match así. Pero recordemos, una vez más, que el resultado de los combates semanales no importa en WWE.
 
El cierre fue una vez más lo mejor del show: Braun Strowman. El gigante se ha convertido en una de las principales atracciones de los lunes, por mérito propio, y por antagonizar con Roman Reigns. Strowman hizo una buena promo para después aniquilar al pobre Apollo Crews, quien en este momento se debe estar cuestionando su alianza con Titus O'Neil. Mientras a Akira Tozawa le consiguió una oportunidad titular, a él le consiguió un combate contra el "Monstruo entre hombres". Titus le hizo frente a Strowman en un momento bastante efectivo, lo cual es sorprendente teniendo en cuenta el status de Titus y su marca hasta hace poco. Pero con un par de semanas de buen bookeo, y teniendo en frente a Braun, el cara a cara entre ambos se vio bien. Strowman lo destruyó sin problemas y se llevó a Crews a la ambulancia, dando paso al obvio segmento final. Reigns apareció del vehículo para atacar a su enemigo, pero para sorpresa de todos, no salió tan victorioso del encuentro. Gran cierre para un gran segmento.
 
El Raw de esta semana fue fácil de llevar, con muchos segmentos e historias que dejan todo pronto para Great Balls of Fire. Sin embargo, siento que no pasó nada interesante, nada que aportara, nada que genere hype. Los combates que se veían interesantes de antes, no han avanzado más, y los que se veían pobres se siguen viendo así.
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