La importancia de los Theme Song en el wrestling

Como parte del entretenimiento que es el wreslting, la música de entrada de los luchadores es su carta de presentación. Nos dice mucho sobre su personaje, y en algunos casos, puede convertirse en mítica

Raúl Higuera

29/05/2017 a las 12:57

La semana pasada escribí sobre la importancia de ese plus que es el manejo del micro para poder triunfar en el mundo del wrestling. Hoy hablaré sobre otro aspecto extradeportivo, pero que para mí, tiene también una gran importancia. La música de entrada de los wrestlers.

Esa magia que existe cuando suenan los primeros acordes de cualquier entrada, y todo un estadio reacciona, poniéndose en pie, aplaudiendo, o de la manera que sea, creo que no tiene comparación posible en el mundo del deporte. Algo que provoca la reacción de la gente antes de que el hecho en sí mismo ocurra como tal. En el retorno de algún luchador, o cuando aparece alguien que no se le espera, esa magia en el ambiente es única.

Es por ello que una cosa que podría parecer totalmente superflua, debería ser cuidada y tratada con mimo, pues es la manera en que los luchadores nos dicen hola.

Por supuesto, no es algo imprescindible, pero en el wrestling mainstream son estas las cosas que marcan la diferencia. ¿Por qué el wrestling indy no te emociona o llega tan dentro? Porque no hay pirotecnia, videos de entrada, promos, ni música. Sólo hay una persona, saliendo de detrás de una cortina, a veces de una mampara cutre en medio de un descampado y va camino al ring.

No estoy menospreciando ni mucho menos al wrestling indy. Pero yo, que soy un gran amante del wrestling, siempre he pensado que si no fuera por todos esos extras que el wrestling incluye, la lucha libre, como tal, tendería a ser bastante aburrida.

Por eso últimamente me gusta repasar estos aspectos, y darles la importancia que creo que se merecen. La música de entrada, por ejemplo, si está bien casada con el personaje en cuestión, hace que nos parezca aún más atractivo aquel luchador, nos da ganas de verlo a menudo.

Si digo Undertaker, ¿qué se os viene a la cabeza? Estoy seguro que además de Wrestlemania, las campanas de su entrada. ¿Podría existir una canción mejor que la que tiene Triple H para que nos presente el personaje si no lo conoces de nada?

La canción “Voices”, por cómo está cantada, por la letra, por el ritmo... se ideó, por y para que el Randy Orton más psicópata entrase en escena. Y para ese Randy Orton, esa canción era fantástica, perfecta. Un luchador cuyo personaje a veces parecía realmente escuchar voces en su cabeza.

“Glass Shatters” de Stone Cold, a pesar de no tener letra, a mí me da la sensación de que el tío que entrará con esa canción es un gamberro. Una canción que empieza con un cristal que se rompe de una pedrada, y sigue con esos ruidos como “chirridos”. Efectivamente, el que entra, es un gamberro.

A diferencia del micro, una mala canción de entrada no hará que un luchador triunfe o no. Pero sí que hará que le veas bien sin conocerlo o que te dé igual. Que le des la oportunidad a él o ella antes que a otro u otra. De hecho, la canción forma parte de un todo, que es la entrada. Pero dentro del conjunto que es la entrada, creo que el principal aspecto, casi más que la acción de entrada, es la canción. Habrá quien diga que es la pescadilla que se muerde la cola, y que qué fue primero, si el huevo o la gallina. Porque dirán, y con razón, que por ejemplo Finn Bálor tiene esa canción para poder entrar como Demon King. Correcto. ¿Pero no será que la entrada como Demon King tiene sentido por tener esa música de entrada? Y para quien diga que no, también me da la razón, pues al final la música de entrada se crea para presentar el personaje, y si no es la adecuada o no es buena, no nos interesará.

¿Qué es lo más icónico de Sinshuke Nakamura hasta el momento? Exacto, los violines de su entrada. O Bobby Roode, creando su personaje “Glorious” a partir de su música de entrada. O al revés, vale. Pero en cualquier caso, se crea la música específica y concreta, porque es imprescindible para transmitir aquello que queremos. La canción de Sasha, es perfecta para cuando realmente hace el personaje de The Boss, y la canción de Trish transmitía lo que era ella: una chica dulce pero que no te haces con ella.

Personalmente, me gustan más las músicas con letra, porque creo que le da unos matices que sólo la música a veces no puede. Claro, que hay excepciones. Para personajes oscuros, siniestros, de juegos mentales, está claro que no se necesita letra. Además, creo que inconscientemente, la música sola nos parece algo más clásico y antiguo. Fijaos que hasta después de la Attitude Era, prácticamente nadie tenía letra en sus músicas de entrada. Por ejemplo, es algo que echo en falta en las entradas de los ex Shield. Quizá la de Roman es la que menos, porque es como si los abucheos se hubiesen convertido en la letra de la canción.

Al final, el mérito a veces es del wrestler, pues a base de oírlas, es lógico que asocies determinada música a alguien. Pero creo que hay algunas canciones que sólo con oírlas dos segundos, no es que la “asocies con”, es que ves entrar al personaje por la puerta. A mí al menos me pasa con entradas como las de Ric Flair, Shawn Michaels, Edge, Chris Jericho, Triple H.

En ese aspecto WWE es tan grande por los profesionales que tiene. Siempre he pensado que en concreto, hay un trabajador en WWE que es un gran desconocido para la mayoría, pero que realmente es un genio artista. Ese trabajador se llama Jim Johnston, creador de la mayoría de canciones de entrada de WWE desde mediados de los 90.

Hay casos que WWE por lo que sea, utiliza un tema musical comprado a un grupo, cantante, o adquirido. Pero muy en su estilo, intenta crear sus melodías, sonidos, canciones, temas... Y el bueno de Jim es un genio. Al ser más de la vieja escuela, Jim Johnston prefiere tengo la sensación el contrario que yo, música sin letra. Quizá con efectos y añadidos, pero sin letra. Cosa que creo que le da aún más mérito a lo que hace. Desde hace ya años, cuando WWE tiene previsto hacer debutar un nuevo luchador, el equipo creativo se reúne con Jim para darle los rasgos básicos de cómo debe ser la personalidad de fulanito. Y Jim hace maravillas con cuatro frases que le den.

Algunas de sus creaciones son “The Next Big Thing” para transmitir el poderío de Brock Lesnar. “Gold Lust” para transmitir el misterio de Goldust (en la Era Attitude). Y lleva una racha el hombre sembrada, pues sus últimas creaciones son las músicas de Samoa Joe, Finn Bálor, Nakamura y Roode, que como ya he dicho, creo que son perfectas para los personajes que han de presentar.

Creo que es un claro merecedor del Hall of Fame (al que por cierto, también pone música), y la única pena, es casi seguro es otro de los casos que solo se harán justicia una vez él fallezca. Pero poca gente hay dentro de la empresa actualmente que se merezca tanto como él ese prestigioso reconocimiento.

Por cierto, como ya llevo unos cuantos artículos escritos y empiezo a saber cómo funciona esto, me gustaría dejar claro que no he hecho un ranking de canciones, ni digo que las que he mencionado me gusten más que otras. No, no estoy comparando nada en ningún momento. Esto no es Billboard 100 o los 40 Principales. No.

No están todas las que son, pero sí son todas las que están. Por lo tanto, por favor, no se trata de una valoración a tal o cual canción o a decir si a mí me gusta esta o la otra. O que por qué mencioné tal canción y dejé fuera tal otra. Son solo EJEMPLOS. El único objetivo de estas líneas es hablar y debatir sobre otro aspecto primordial para mí dentro de lo que tanto nos gusta, el wrestling.

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