"Good Night, Everybody". Así es cómo Matt Striker suele despedirse de su audiencia al acabar la emisión de Lucha Underground. Nos vemos de nuevo la semana que viene. Solo que esta vez, no será la semana que viene. Hay un receso, un descanso, un parón. El motivo es que los directivos no quieren que haya tanto tiempo de espera entre la tercera y cuarta temporada y han decidido que la tercera dure lo máximo posible.
Lucha Underground ha tomado una decisión y es dividir su tercera temporada en dos, al igual que las series televisivas convencionales. Porque eso es lo que LU es en el fondo, una serie televisiva con wrestling. Sin embargo, los espectadores muchas veces no lo vemos así y creo que esta decisión puede ser errónea. Ya de entrada, nadie sabe cuándo van a regresar al aire, por lo cual
puede haber gente que se pierda y no se entere de la fecha de emisión o directamente, pierda el interés. Somos animales de costumbres y quizás, la gente encuentra otra cosa más atractiva que hacer los miércoles por la noche, ya no se enganchen a la serie de El Rey.
Es curioso cómo se va creando una forma estándar de hacer las cosas. Debido a todos los años de educar al público a la hora de consumir pro wrestling, nos hemos acostumbrado a que la forma buena buena (la forma en la cual decimos "pues sí, esta empresa ya es seria") sea un programa de televisión semanal durante todo el año, sin ningún tipo de parón. RAW es así, SmackDown es así, Nitro fue así, incluso Impact Wrestling es así.
El público de pro wrestling en televisión no está acostumbrado a que haya un parón de varios meses y quizás ese sea el fallo de Lucha Underground.
Siempre han defendido que su programa es una serie de televisión. Lo es, es una serie de televisión. Mientras que programas como RAW y SD quieren hacer la ilusión de que son eventos reales de un deporte de contacto (ejemplo, veladas de boxeo o MMA), pero LU huye de todo esto. Las promos casi nunca son a cámara, tras bastidores hay planos con intención narrativa... incluso hay flashbacks. Pero el público al que van dirigido es público que consume pro wrestling y está acostumbrado a RAW.
Cuando Breaking Bad o cualquier serie da un parón en su temporada, lo normal es que la gente siga con el hype para que vuelva. En el verano de 2013, Walter White estaba en todos lados porque había un interés real en que volviera (además de ser el desenlace de la serie). Pero porque ese público está acostumbrado a los parones entre temporada y temporada.
Dudo que el público de LU espere varios meses a ver el enfrentamiento de Johnny Mundo y The Mack por el campeonato. Dudo que cuando regrese, siga habiendo ese interés genuino en verlo. No sólo porque sea The Mack (un mid carter) sino porque
es difícil re-educar a un público que lleva décadas consumiendo de una forma y no demanda ese cambio. Sobre todo, cuando en todos los sitios hay spoilers de quién ganó ese combate (cosa que las series televisivas apenas tienen: filtraciones).
Cuando regrese LU a nuestras pantallas, se reflejará en la audiencia. Quizás me equivoque y la gente sintonice ese combate con gran interés resultado de haber estado meses sin el programa. O quizás, de uno de sus mayores bajones, similar a haberse pegado un tiro al pie. En cualquier caso,
no lo sabremos hasta que Mundo y Mack se encuentren en el Templo.
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