Pro Wrestling en EEUU

Dejando de lado la lucha grecorromana esta vez exploramos los inicios y la evolución del pro-wrestling, que después de su nacimiento en Francia alrededor de 1830 acabó expandiéndose principalmente a Reino Unido, Australia, Japón y Norte América. Cada región adoptó un estilo y matices propios, sin desmerecer a ninguno de ellos este repaso se centrará en las eras históricas que fue atravesando el deporte espectáculo en Estados Unidos desde 1865 hasta 1950.

Días de Carnaval
 

Estados Unidos acogió el estilo circense del pro-wrestling aproximadamente después de la guerra civil, al menos en el sentido profesional (no hay investigaciones ni pruebas de que se practicase con anterioridad). Los encargados del espectáculo esta vez fueron jóvenes con experiencia en la lucha amateur y feriantes que hacía la labor de promotores y bookers, los circos más grandes incluían exhibiciones de lucha en su programación adornando a los wrestlers con coloridos atuendos y biografías ficticias, olvidando completamente su faceta competitiva. Tras innumerables explotaciones se añadió la guinda, retos al público donde se ofrecían cuantiosas sumas de dinero al que lograse derribar a un luchador o aguantase una determinada cantidad de tiempo en el ring, estas apuestas de azar terminaron chocando con los intereses de todos los involucrados separando claramente tres agrupaciones:
 

- Empresarios: eran los gerentes encargados de seleccionar a los luchadores que más beneficios podían aportar por su fama o su carisma, crear personajes e improvisar luchas para hacerlas más interesantes.
 

- Feriantes: viajaban y luchaban utilizando trucos sucios para preservar su dinero y su reputación, estos pillos crearon los “ganchos” (en aquel entonces movimientos peligrosos y desconocidos, ilegales en la normativa amateur) que les ayudaban a derribar a experimentados luchadores. Muchos espectadores que lograban tumbar a los feriantes en retos abiertos terminaron uniéndoseles en su gira por todo el país amañando los resultados y beneficiándose de las apuestas.
 

- Actores ambulantes: estos eran los auténticos wrestlers, recorrían todo el país cooperando con los feriantes y generando enormes beneficios para ambas partes.
 

Debido a las diferencias entre los tres grupos principalmente por sus intereses económicos el estilo circense se convirtió en un deporte de entretenimiento orientado hacia los negocios, casi separándose de su trasfondo original de lucha amateur.

Los luchadores se clasificaban en una pirámide jerárquica según fama y dinero, pero basada estrictamente en el talento atlético.

De más bajo a más alto:
 

- Jornaleros: jóvenes promesas con cierta habilidad pero simplemente eran usados como intentos de reclamo al público.
 

- Tiradores: luchadores reales llamados así por su capacidad de ofrecer competitivos encuentros, fueron los más exitosos pero también los menos comunes.
 

- Prostitutas: las élites del espectáculo, wrestlers que utilizaban ganchos y estilos arcaicos para infligir serios daños en la competencia sin demasiado esfuerzo. 
 

La Era de “Farmer” Burns y Frank Gotch
 

Desde finales del siglo XIX hasta 1913 el panorama del wrestling fue dominado por Martin “Farmer” Burns y su discípulo Frank Gotch. Burns fue considerado el wrestler más competitivo de su época, pese a no superar los 75 kg de peso llegó a luchar en 6000 encuentros y perdiendo menos de 10 veces. Además de coronarse campeón pesado de América (título retirado en 1917) ganó reputación entrenando  a las primeras superestrellas del siglo XX, pero ninguno fue tan famoso, importante y galardonado como Frank Gotch.
 

Gotch fue considerado imparable en su peak, ganó el mismo título que su maestro en tres ocasiones y aunque lucho mucho menos (160 combates) dejó un aplastante récord de 154-6. Pero Frank aún hizo más historia que cualquiera de sus predecesores, superó a todos los principales competidores de Norte América y Europa hasta que se enfrentó al primer campeón del mundo Georg Hackenschmidt en 1908, Gotch ganó la lucha y el título y lo retuvo tres años después ante el mismo Hackenschmidt, estas dos luchas son consideradas vitalicias en el wrestling por los historiadores modernos.

*Aclaración: para que Hackenschmidt fuese considerado el primer campeón indiscutible del mundo tuvo que ganar una larga serie de torneos por Francia, Rusia y Alemania, ganar el campeonato europeo de lucha grecorromana y el campeonato pesado de América, todo ello en menos de un año.
 

En esta época sacando los matices y las técnicas publicitarias lo que se hacía en el ring era puro wrestling amateur, sin resultados pactados ni apuestas al público, recuperando el espíritu competitivo, la popularidad del deporte hizo que colegios, clubes y universidades acomodasen un ring en sus instalaciones o comenzasen las franquicias comerciables en cromos o sellos. Pero aun vino otro hachazo más, de 1915 a 1920 la fama del wrestling cayó en picado, el prematuro retiro de Gotch dejo un vacío que nadie pudo llenar y nuevamente surgieron los rumores de la falsedad del deporte, un insulto teniendo en cuenta todo el esfuerzo que vertieron estas leyendas.

Curiosamente Gotch y Hackenschmidt comparten asiento en el Salón de la Fama de WWE, entraron en la clase de 2016 como
reconocimiento a su legado. Aunque a posterior otros luciesen el apellido como Karl Gotch o más recientemente Simon Gotch es simplemente un tributo, no tienen lazos sanguíneos con el antiguo campeón.

 

La Expansión y el Gold Dust Trio
 

Tras el retiro de Frank Gotch la popularidad del deporte sufrió un deceso por todo el país por, salvo en el Medio Oeste, donde luchadores como “Poison Ivy” de Michigan mantuvieron vivo el deporte en ferias de  condados. Los medios de comunicación atacaron poniendo en duda la legitimidad del wrestling en lugar de observar la capacidad atlética que se había recuperado y sin una superestrella como Gotch (con una personalidad importante) no se llegó a solidificar una base de fans.
 

En respuesta, tres luchadores profesionales, Ed “El estrangulador” Lewis, Billy Sandow y Toots Mondt se unieron para formar su propia promoción en la década de 1920 y modificaron el producto in ring para atraer a los aficionados. Los tres fueron apodados como el "Gold Dust Trio" debido a su éxito financiero.

Por una parte Billy Sandow era el cerebro ejecutivo, un empresario astuto e innovador, Ed Lewis era el músculo del equipo, multi-campeón de varias promociones estatales y Mondt era un excelente grappler que había aprendido el arte del ring en un curso por correspondencia de Farmer Burns, también era el matón del grupo, ya que cada vez que un luchador no cumplía el bookeo asignado le daba una paliza a la salida.
 

La Slam Bang Western Style Wrestling fue el resultado de esa unión, es considerada la primera en toda la historia del pro-wrestling moderno, ya que incluyó los límites de tiempo, las luchas en tag team, las famosas distracciones al árbitro, vistosos y nuevos movimientos, los finishers… Pero la idea de oro salió del cerebro de Mondt, convenció a sus socios  para implementar una nueva forma de lucha que combinaba características de boxeo, grecorromana, estilo libre, lucha de leñadores (estilo callejero) y un toque del género teatral, gracias a Mondt tenemos lo que es el wrestling actual, combates con guión, un sinfín de movimientos e historias de trasfondo.
 

Otra innovación que parecía adelantarse a su tiempo fue la de contratar a luchadores fijos, normalmente se les ofrecían contratos con una duración acorde a fiestas o feriados, sin embargo el Trío les contrataba y renovaba cada año para poder ofrecer rivalidades bien planeadas y captar fanáticos en cada estado.
 

Tras una guerra con los hermanos Zbyszko donde estos se oponían al dominio de Lewis en el ring y desobedecían lo pactado, el trío se disolvió. Mondt se marchó por una guerra de poder con el hermano de Sandow y Lewis por la insistencia de Sandow en que se retirase del ring. Aunque nunca se volvieron a reunir siguieron haciendo historia. Sandow continuo ejerciendo de promotor hasta su muerte, Lewis se retiró como el primero en lograr cinco campeonatos mundiales y más tarde fue entrenador y mánager del igualmente glorioso Lou Thesz. Por su parte Mondt nado entre tiburones y bailó con estrellas, tras una intensa carrera individual colaboró en la formación de Stu Hart y Antonino Rocca, más tarde regresó al mundo de las promociones y cofundó junto a su pupilo Vince McMahon Sr la World Wide Wrestling Federation en 1963, finalmente le vendió sus acciones antes de morir, es un tanto triste que a día de hoy no haya una placa con su nombre en el Hall of Fame o un mísero reconocimiento a su trabajo.
 

Punto de inflexión
 

Entre1930 y 1940 las pequeñas promociones tenían una fuerte competencia entre sí, robándose talentos mutuamente o invadiendo la competencia para ganarse a los aficionados. Con luchas inter-promocionales a nivel nacional, las promociones seguían compitiendo por el dominio. En 1948 el wrestling alcanzó nuevas alturas después de que se formase una asociación entre las principales empresas independientes. Esto se conoce como la NWA: National Wrestling Alliance. En 1948 la NWA eligió a Lou Thesz para unificar los diversos campeonatos del mundo en un solo título "mundial de los pesos pesados". La tarea de Thesz no fue fácil, ya que algunos promotores eran reacios a perder a sus caras de empresa, llegaron al punto de sabotear combates titulares para mantener la popularidad de sus campeones.

 

Tras la llegada de la televisión el wrestling profesional comenzó a ser transmitido a nivel nacional durante la década de los 50, alcanzando una base de fans más alta que nunca. Esta fue una época de enorme crecimiento para la lucha libre profesional, ya que el aumento de la demanda y la expansión nacional hicieron una forma mucho más rápida y lucrativa de entretenimiento que en las décadas anteriores. Esto se denominó como "La Primera Edad de Oro" para la industria del wrestling. También fue una época de grandes cambios en el carácter y profesionalismo de los luchadores, como resultado de la apelación de la televisión. La lucha encajó de forma natural con la televisión porque era fácil de entender, tenía drama, comedia y personajes coloridos y de bajo coste para la producción.

Pese a ello tener un solo campeón pesado para toda América se quedaba corto, así pues muchos promotores se desligaron de la NWA reorganizando sus antiguas empresas y empezando una guerra por el dominio regional y los contratos televisivos, una guerra vigente desde 1950 hasta 1984, lo que todos conocemos como la Era Territorial.