Mi tabla de salvación, mi refugio

La mayoría de la gente ni siquiera sabe lo que significa la psicología en el contexto del pro-wrestling.

Alex Fernández

11/03/2016 a las

Tengo una ligera depresión, lo admito. Detrás de esta fachada de tipo relativamente simpático, posiblemente impertinente, aunque seguramente gracioso que muchos conocéis, hay un vasco con un bajón importante. La salud en mi entorno es tema del día constantemente, incluyéndome yo mismo, a quien los médicos acaban de dar un pequeño susto. La inestabilidad laboral es un toro con el que tengo que lidiar cada día. Llevo más de tres años con pie y medio en el paro, con el consiguiente estrés que la situación genera. No, Solowrestling no es mi trabajo real, aunque pese a no cobrar me dé casi más dolores de cabeza que mi trabajo verdadero. La crítica me desgasta, no la digiero bien. Solo admito la crítica de quien se acuerda de tener algún gesto contigo cuando haces las cosas bien, algo que en las nuevas generaciones es casi inexistente. Por no hablar de las nuevas generaciones de webs sobre pro-wrestling, personas a las que ni siquiera conoces, con las que nunca has cruzado una palabra, pero que constantemente buscan como hacerte daño. Al lado de algunas de estas personas, Frank Underwood (House Of Cards) sería un aprendiz. Pero Frank es un personaje de ficción, estos personajes inmorales son de este planeta.

¿Cómo hago frente a todo esto? ¿Cuál es mi tabla de salvación? El pro-wrestling. Ese es mi refugio. Un momento de paz curiosamente dentro de un universo de violencia (ficticia). Me da igual si es entertainment yankee, de técnica depurada canadiese o británica, lucha libre mexicana, puroresu, catch europeo,... siempre hay algo que merece la pena. Por eso, en muchas ocasiones me apena ver como hay gente que carga contra algún estilo en concreto, sobre todo cuando acusan a un estilo de poco realista. Estilos con más de 100 años de antiguedad a los que es difícil dar lecciones de cómo hacer las cosas para subsistir. Otros, en cambio, son más de llenarse la boca con la palabra psicología, cuando la mayoría de ellos ni siquiera sabrían definirla en el contexto del pro-wrestling.

El arte de contar una historia sobre un ring no tiene normas escritas, simplemente, dentro de una coherencia respecto a una lógica realista, tiene que resultarte interesante, te tiene que divertir. Da igual el ritmo del combate, no importa. Quien te diga lo contrario, miente, simplemente será alguien educado bajo el libro de estilo de WWE. Cada estilo tiene un ritmo diferente, cada empresa tiene un ritmo diferente, cada luchador tiene un ritmo diferente, y todos intentan contar una historia bajo su propia visión. Al fin y al cabo, para mí, que he crecido en el wrestling televisado, es más importante la psicología fuera del ring que dentro, es decir, el guión que me lleve a interesarme por ese combate. Con un buen guión, el valor del pro-wrestling aumenta.

En resumen, el pro-wrestling es un refugio en algunos casos como el mío, un entretenimiento en todo caso. Así que, como entretenimiento que es, defiende tus gustos, entiende que es tu tiempo de ocio, no el de otros, el tuyo. Que no te amarguen. Ignora a los salvapatrias (principalmente a mí), descubre nuevos estilos, sé crítico, políticamente incorrecto como yo, exigente, también agradecido. Pero nunca te avergüences de disfrutar de un luchador, aunque se llame Roman Reigns, de disfrutar de una empresa, aunque se llame TNA, o de disfrutar de un estilo, aunque sea el colmo de los spot monkeys. Bastante golpes tenemos que aguantar en la vida, bastantes burlas hay que aguantar de quien no entiende que el pro-wrestling es un entretenimiento, como para tener que soportar tonterías dentro de un mundillo en el que somos cuatro gatos. Yo seguiré considerando el pro-wrestling mi refugio, y contra corrientes mayoritarias, seguiré estando de acuerdo en gran parte con el concepto que tiene Vince Russo del wrestling televisivo, seguiré considerando a John Cena un gran worker, a The Miz un gran personaje, a Seth Rollins un mediocre, a Jack Evans una joya sin explotar, al Kurt Angle veterano un incapaz, a Marty Skurll la élite, a Okada un castigo, a Big Show un ejemplo, a Lucha Undergroung un milagro, a Kevin Owens la superestrella del siglo XXI, a Finn Balor un tipo plano y a Vince McMahon una mentira. Al fin y al cabo, es mi tabla de salvación y me agarra a ella como me da la gana. Haz tú lo mismo.

PUBLICIDAD

No te olvides de visitar Solowrestling, la web con todas las noticias de Solowrestling. Síguenos en redes sociales, Facebook, Youtube, Twitter e Instagram.

PUBLICIDAD