El enigma Ambrose

Dean Ambrose, el lunático por excelencia de la WWE, el loco de los Shield a quien presagiaban un gran futuro como el Babyface de la compañía. ¿Se han cumplido estos augurios? ¿Está Dean destinado a ocupar el sillón como 'el hombre'?

Carlos Liñares Roel

11/02/2016 a las

Tras la mítica rotura de los Shield tanto los fans como la WWE nos quedamos con las palabras de Mick Foley: “Roman es un mid-card muy potente, Seth es capaz de ser el mejor heel del momento y Dean será su némesis, el babyface vengativo”. Estas palabras han caído un poco en saco roto, Seth cumplió y se convirtió en el hombre más odiado del año posiblemente, aunque se ha llevado también las mayores ovaciones por sus continuas demostraciones de habilidad y talento. Roman pasó de ser una desesperada ofensiva prematura a un campeón que si bien no es aceptado por todos cumple bien con su trabajo. Ahora miramos al hombre que encabeza este artículo: Dean Ambrose.
 
El amigo de lo extremo tiene ciertas ventajas respecto a Roman y Seth. Su personaje y su contraste es algo fresco; teníamos a Jeff Hardy en el pasado que era un extremo carismático y a algunos ECW un tanto psicóticos. Pero Dean lleva todos estos factores en sí mismo, carisma, amor por lo extremo, un personaje que rompe cualquier molde anterior, el apoyo del público en mayor o menor medida y sobretodo que parece no contar con todo el apoyo de la directiva. Tal vez me equivoque y realmente si le apoyen en backstage pero está más que claro que el nombre del momento es Roman Reigns. Pero tras la coronación de Ambrose  en TLC viendo caí en la cuenta de algo, hay muchas formas de llevar a un hombre a la cima, y una que se usa muy poco y a mi ver es la más efectiva es el sistema Austin. Los precedentes de Austin no tienen que ver con los de Dean pero pensemos, ¿Hubiese sido lo mismo que Austin fuese campeón de la WWE en 1996 que en 1998? Analizando la situación desde luego que no. Un hombre que pese a tener su experiencia en otras empresas y su nombre sea conocido no puede llegar a WWE y convertirse en campeón de la noche a la mañana, eso solo ha sucedido en contadas ocasiones y el único con el que funciono bien fue con Ric Flair.  Bueno, el caso fue que Austin llegó y empezó lentamente antes de mirar al campeonato de WWE, pasó de campeón del millón de dólares a rey del ring y de ahí a campeón de tag team e IC antes de aspirar a ser campeón de WWE. El bookeo de este último año de Dean no ha sido siempre bueno, su rivalidad con Rollins fue exquisita, al igual que la de Bray Wyatt, su combate TLC fue un desparrame de violencia pero sinceramente Dean necesitaba más esa victoria que Bray. Con esto perdió mucho fuelle y los guionistas ni se esforzaron en intentar mantenerlo, pasó por un papel mediocre en Royal Rumble, aspiró al título IC un par de veces y ahí se quedó. En Extreme Rules consiguió volver al cauce con la victoria sobre Luke Harper. Volvió a ser aclamado al tener tres oportunidades más de luchar contra Seth por el título, cualquiera de ellos digno de verse, pese a perder el lunático siempre estuvo rozando la gloria. 
 
Y ahí volvió a bajar, de serio aspirante en Money in the Bank pasó a no tener ni combate en Battleground, hasta se rumoreaba que pelearía en el pre-show con Bo Dallas. Justo después entro al tag con Roman y dieron varias batallas contra los Wyatt, posiblemente se quiso exprimir más el jugo de esa rivalidad inacabada en 2014, no es que fuese mal feudo pero pudo dar más de sí. Luego se postuló como competidor por el vacante campeonato de la WWE y perdió en la final, hoy parece que ha vuelto a reencontrarse con un nuevo título y una larga serie de dudas sobre su futuro.
 
¿Qué será esta vez? Dean tiene un cache muy alto, no pueden limitarse a hacerlo ver como un posible campeón pesado y de la noche a la mañana hacerlo jobear con Cena, Harper o el demandante de importancia de turno. Dean ha estado en 7 Main Events y en todos ha mantenido su nivel, tal vez no haga gala de todo su arsenal o se recorte bastante, pero se ha demostrado muchas veces que si sabes usar bien lo poco que tienes es suficiente, además que muestra su mejor versión en las luchas extremas. A diferencia de Austin no ha tenido siempre al bookeo favoreciéndole de cara al público, ha sabido sacarse las castañas del fuego y buscar continuamente su oportunidad. Ahora con el IC tiene un nuevo billete hacia la gloria, aparte que se mantiene en él upper card y siempre está presente en la trayectoria del campeonato pesado. Sigo insistiendo que un Main Eventer y campeón da un mejor nivel si previamente se ha formado en el mid-card, Dean está haciendo ahora su segundo recorrido por esta división, con lo cual tiene la gran oportunidad de ganarse el apoyo de la directiva.
 
En las últimas semanas empezó su reinado con buen pie y da otra imagen del título diferente a cuando tenía el USA, es decir, el título representa más que un mero juguete acompañado por su intensa rivalidad con Kevin Owens, su gran papel en el Royal Rumble donde quedó finalista y muchos llegaron a ver una gran alternativa en él, ahora es nuevamente candidato a aspirar por la gloria en Wrestlemania, pese a que el resultado de la triple amenaza parece muy predecible Ambrose sigue postulándose como otra opción ante Reigns, aparte podría hacer historia tal y como lo hizo Ultimate Warrior en Wrestlemania VI. ¿Será esta vez su escalada definitiva a la gloria?

Carlos Liñares Roel
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