Scott Hall: otro juguete roto

Hombres que se dejaron su piel, su salud, su cabeza y su vida entreteniéndonos y a los que no se pudo ayudar y recordamos con cierta lástima.

Gabi "LA VEU" Ribera

25/04/2011 a las

La primera vez que lo vi pelear sería en el año 1992 bajo el nombre de Razor Ramon. Su look chulesco, a lo cubano, palillo en boca y medallas de oro colgando del cuello me parecía de lo más cool cuando a penas empezaba a entrar en la adolescencia. Posiblemente, fue uno de mis últimos ídolos de infancia. Bajo esa apariencia chulesca de Razor Ramon, Scott Hall o Diamond Studd, como le llamaban anteriormente las revistas en blanco y negro que llegaban por aquel entonces de Estados Unidos, se escondía un luchadorazo capaz de dejar uno de los combates más espectaculares que uno recuerde, el primer combate de escaleras ante Shawn Michaels.

El tiempo fue encumbrando a Hall hasta lo más alto del negocio. Más allá de la WWF, de donde se largó con el célebre incidente del Madison Square Garden, dio el salto a la mejor WCW con Kevin Nash y reventaron los ratings televisivos con la NWO. Volvió tiempo después a la WWE, pero yo no lo seguí hasta que formó The Kings of Wrestling en TNA junto a su inseparable Nash y Jeff Jarrett, donde dicho sea de paso ya no estaba para muchos trotes. De hecho, recuerdo como una pequeña pesadilla tener que traducir las promos de Hall en TNA para la TV cuando iba con alguna copa de más pegada a su profundo acento.

Pero vamos, quien más quien menos que lea esta columna conocerá a Hall, su carrera y sus logros mejor incluso que yo así que centrémonos en sus problemas. No es un secreto que Hall ha tenido problemas con el alcohol y las drogas desde siempre. Y cuando digo siempre, es siempre. Hace unos años quizás era más fácil esconder ciertos asuntos., pero la popularización de Internet hace que lo que antes podía ser un rumor corrido de boca a oreja, hoy en día se convierta en la comidilla mundial a las pocas horas. Hoy, por ejemplo, sabemos que en 1996, Hall ya tuvo su primera suspensión en la WWF por abuso de las drogas por lo que fue apartado del que debía ser su combate de revancha ante Goldust por el título Intercontinental en WrestleMania XII.

La época de WCW no estuvo exenta de excesos, de hecho, la exmujer de Hall, Dana Lee Burgio, escribió en 1998 una carta abierta en la que culpaba a la WCW y a Eric Bischoff, no solo por no ayudar a su exmarido con sus problemas sino incluso de haberse aprovechado de ellos. Dana pedía ayuda, pero esta no llegó y los problemas solo hicieron que crecer. En 1999, Hall y Nash, The Outsiders, eran desposeídos del título mundial por parejas de WCW por los problemas personales del primero. Y aunque se volvió a casar con su ex-esposa, esta segunda relación duró poco nuevamente con el alcohol de por medio. Hall, que había regresado a la WWE fue despedido poco después del llamado “vuelo del infierno” donde se dice que Hall sufrió una recaída en su lucha contra el alcohol. Y desde entonces hasta ahora, TNA y mucho circuito indy, donde su afición por el alcohol y las drogas ha dañado más su imagen que otra cosa. El tiempo le ha dado oportunidades, una tras otra. Y una tras otra, sus “demonios personales” le han pasado factura en forma de despidos, arrestos policiales, ingresos en clínicas… Su último despido de TNA, donde de la mano de Hogan, Bischoff y compañía tuvo otra oportunidad de revivir la NWO, acabó con Hall aceptando ayuda de McMahon en una clínica de desintoxicación.

El caso es que Hall está en boca de todos últimamente. Y nuevamente, no por una segunda juventud entre las doce cuerdas sino por sus problemas de salud a consecuencia de los excesos. Pese a que parecía estar saliendo del pozo con sabias decisiones como la de no ir a la inducción al Hall of Fame de su amigo Shawn Michaels para evitar la tentación de recaer en la bebida, gesto que fue muy aplaudido por CM Punk, Hall ha sido portada de todas las webs de wrestling con sus ingresos en hospitales y su lamentable estado en algunas apariciones en público. Bischoff y Nash han dado la cara por él públicamente pero el nombre de Hall, se une al de otros tantos juguetes rotos de la industria del wrestling como Iron Sheik, Jake Roberts o Jim Duggan cuya vida sigue pendiendo de un hilo tras librar el combate más duro de sus vida contra ellos mismos y sus excesos con las drogas y el alcohol. Esperemos que el nombre de Hall no llegue a engrosar la lista de los fallecidos por problemas de consumo como los Umaga, Test, Crush, Bam Bam Bigelow y tantos otros. Hombres que se dejaron su piel, su salud, su cabeza y su vida entreteniéndonos y a los que no se pudo ayudar y recordamos con cierta lástima.





Gabi Ribera
Colaborador Solowrestling.com y PRESSING
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