Roman Reigns y la pérdida de perspectiva

Ante el evidente fracaso en el push para Roman Reigns como la cara de empresa, toca preguntarnos qué ha pasado realmente, y cómo hemos llegado hasta el punto de tener un WrestleMania tan curioso.

Alessandro Leonardo

25/02/2016 a las

Han pasado casi dos años desde la separación de The Shield, un punto de quiebre importante en el bookeo de WWE. El grupo se mantuvo por buen tiempo como parte fundamental del show, permaneciendo involucrado en las historias principales y dando grandes combates todas las semanas en televisión. WWE decidió sacrificar su aporte como grupo para sacar provecho del potencial de sus integrantes por separado, pensando en Seth Rollins como un futuro main eventer heel, y pensando en Roman Reigns como el futuro top babyface de la empresa. Pasado el tiempo, nos encontramos en camino a la coronación definitiva de Roman, en el main event del WrestleMania más grande todos los tiempos, frente a Triple H, la figura heel más grande en la empresa. Parece el escenario perfecto para establecer a la nueva estrella de la compañía, pero curiosamente, no lo es. En el último episodio de Monday Night Raw, Roman fue atacado violentamente por Triple H, quedando ensangrentado y herido de gravedad. Ante la escena, en contra de lo que dictaría el kayfabe, el público en Detroit aplaudía con entusiasmo, celebrando la destrucción de Roman, el supuesto héroe, y agradeciendo a Triple H por el abuso. Quiero empezar este artículo dejando claro mi punto de vista: el proyecto de WWE para convertir a Roman Reigns en la cara de la empresa ha fracasado. Ahora veamos por qué.

En comparación con los demás luchadores en ascenso del roster, los ex-integrantes de The Shield han recibido un trato privilegiado tras la separación del grupo. Por el bookeo fuerte que recibieron desde su debut, era evidente que había grandes planes para ellos, así que The Shield se convirtió en una fuente de recambio para las posiciones principales. Sin embargo, hablando a nivel individual, ya se veía que Roman Reigns era la persona en la que los directivos estaban más interesados, pues se esforzaban por mantenerlo siempre como el más fuerte en todos los segmentos en los que participaba la facción. Mientras que Rollins y Reigns recibieron pushes importantes tras la ruptura de The Shield, Dean Ambrose quedó relegado a un segundo plano, con Roman siempre por delante de él como prioridad en el bookeo. Analicemos objetivamente esa decisión creativa.

Ya hemos dicho que el plan para Rollins fue convertirlo en un top heel, así que él va por su lado. Con eso definido, quedamos ante la elección entre Roman y Ambrose para el push babyface, elección que claramente ganó Roman en su momento. La pregunta es por qué, según la lógica de WWE, Roman era una mejor opción que Ambrose para ser impulsado. No hay otra cara nueva en el bando face que haya conseguido superar el midcard recientemente, así que nos centramos en ellos dos. En el momento de la ruptura, junio de 2014, Ambrose era mucho mejor en el ring que Roman,  tenía mucha más personalidad y era mucho mejor en promos. ¿Cuál era entonces la ventaja de Roman, y el motivo por el que lo veían a él y no a Ambrose como main eventer? Para decirlo brevemente: la apariencia. Roman mide 1.90 y pesa 265 libras. Es más alto y más corpulento que Ambrose, y podría, subjetivamente, lucir más como un “tipo duro”. Además, se puede decir que es atractivo, y tiene bonito cabello. En ese sentido, un gran proyecto para ser la cara de la empresa. Resulta curioso pensar que la apariencia haya sido el factor que ha impulsado la fe ciega de WWE en Roman Reigns, y resulta más curioso aun pensar que han tardado tanto tiempo para caer en la cuenta de que no era suficiente.

En algún momento en la historia del wrestling, la apariencia por sí sola podía bastar para que un luchador se pusiera over, ya que al estar mejor cuidada la ilusión, el tipo que lucía “duro” fácilmente lo era a ojos del público. De igual manera, si el tipo era atractivo, generaba reacciones y creaba una base de fans. Ultimate Warrior se puso over en Memphis siendo un tronco en el ring por su exagerada musculatura. Vampiro cuenta que le dieron un súper push en México a pesar de ser mal luchador simplemente porque las mujeres lo consideraban atractivo, y así llegó a ser un main eventer muy exitoso. Hoy en día, es cierto que la apariencia sigue siendo importante, pero mucho menos que en el pasado. Lo es para el fan casual. Recuerdo que hace algunos años, mientras yo solía apreciar el gran trabajo como heel que hacía Edge y su talento en el ring, algunos amigos míos no podían tomarlo en serio porque no era tan musculoso como John Cena o Batista. WWE bookea para el fan casual, y es comprensible, porque desean alcanzar al público masivo y expandir su producto. El problema es que su fan ya no es el fan casual. Esto no quiere decir que todos los seguidores de WWE hayan evolucionado gracias a los foros de Internet y ahora todos sean grandes conocedores del wrestling. Lo que sucede es que la misma WWE, con el Raw de tres horas, se ha encargado de alejar al público casual, y los que se van quedando son quienes no van dejar de ver el show a pesar de todo, porque es su religión, su pasión. Los que se quedan son los fans que WWE sigue creyendo que son minoría, los más críticos y ruidosos, esos que eufóricamente muestran su rechazo a Roman Reigns.

La pregunta que surge ahora es por qué los fans rechazan a Roman Reigns en el main event. Al inicio, claramente, era debido a que no estaba preparado para el push que le daban. Sus limitaciones en el ring saltaban a la vista, y sus participaciones con micrófono en mano dejaban muchísimo que desear. Eso ha cambiado con el tiempo, y se puede decir que Roman ahora, en lo que respecta al trabajo en el ring, ya no está lejos de Dean Ambrose, pues ha demostrado ser capaz de dar grandes combates, y sus promos han ido mejorando porque la estructura de los segmentos se ha ido adaptando a sus aptitudes. Pero, a pesar de sus avances, los abucheos no se detienen. ¿Será que el público lo ha encasillado en la idea de luchador mediocre? Yo creo que hay algo más, y para eso debo decir que la culpa del fracaso no ha sido del propio Roman, sino de quienes se han encargado de trabajar su personaje. Si se revisa el artículo sobre este tema que escribí el año pasado, no solo se podrá ver que esta no es la primera vez que elogio el cabello de Roman Reigns, sino también que ya se veía cómo el bookeo tan enfocado en ponerlo over a él por encima de todos los demás era la principal razón de la molestia por parte del aficionado. Se sabe que Roman es el elegido, que siempre estará arriba a pesar de lo que piense el público, y ese rápido ascenso, inmerecido desde el punto de vista del fan hardcore, ha provocado su hundimiento. Roman estaba over como integrante de The Shield, y los fans estaban listos para aceptarlo como main eventer si se trabajaba con calma hasta que cayera por su propio peso. Al apostar todo por Roman Reigns, perjudicando a otros luchadores que podrían haber ido alcanzando puestos relevantes, la empresa atentó contra su propio proyecto.

Esa reflexión nos lleva al punto en el que nos encontramos ahora. Se ha intentado poner over a Roman Reigns de muchas maneras, tantas que parece que ya no queda nada por hacer. En un principio, se decidió que no perdiera nunca, y la gente lo rechazó por ser “indestructible”. Luego se le quiso dar algunas derrotas tontas ante gente como Big Show para que generara algo de simpatía, pero esto terminó debilitándolo. Se le dio el personaje de John Cena, saliendo siempre sonriente y haciendo chistes en las promos, pero Roman no es Cena, y no podía hacer nada decente con el mal material que le daban. El único momento en el que casi resultó fue con el bookeo de Steve Austin, colocándolo frente a Vince McMahon, siendo el rebelde que representa a la gente, pero duró poco tiempo. Ahora lo tenemos con el bookeo de Daniel Bryan, con la idea de que la Autoridad no quiere tenerlo como cara de la empresa, algo que inmediatamente no funciona porque sabemos que la realidad es todo lo contrario. Con Bryan funcionó de maravilla porque fue una puesta en escena de la situación con él en backstage, pero con Roman es más una ironía, así que nadie se lo cree. El ataque de Triple H el lunes trae a la mente el que sufrió Bryan camino a WrestleMania 30, incluso con la idea de que Roman estará ausente un par de semanas hasta que regrese para vengarse. Considerando que la agenda de ciudades para Raw antes de WM incluye a Chicago, Philadelphia y Brooklyn, no parece que ese regreso vaya a ser bien recibido.

Lamentablemente, pese a todo el esfuerzo de WWE, y pese a que seguramente seguirán intentándolo, todo parece indicar que Roman Reigns no será el próximo Hulk Hogan, o Steve Austin, o John Cena. ¿Qué tienen en común esos tres que no tiene Roman? Se puede decir que Roman es mejor atleta que todos ellos, que es mejor luchador en el ring que Hogan, que es más atractivo físicamente que Austin, y que es menos caricaturesco que Cena. Lo que esos tres tienen de sobra y que no tiene Roman Reigns es la personalidad. Con esto no quiero decir que sea totalmente plano en carisma, porque eso sería exagerar; lo que digo es que no tiene ese “It Factor” que llega a conectar con el público, esa forma de ser que llama la atención y que captura el interés. Cena ha recibido muchos abucheos durante su carrera, pero ha salido adelante siempre gracias a su carisma. Roman, en la misma situación, no posee lo necesario para sobreponerse, aunque la directiva se empeñe en ignorarlo. Entonces, si él no es la futura cara de la empresa, ¿podría serlo Dean Ambrose? Si pudiésemos volver al pasado, al momento de la ruptura de The Shield, y decidiésemos que el push babyface inmediato fuese para Ambrose, sería algo muy interesante de ver. Ambrose estaba preparado en el ring, tenía las promos, y tiene la personalidad. Quién sabe si podría serlo. Por lo pronto, está en un combate con Brock Lesnar en WrestleMania, y aunque vaya a caer derrotado, será el momento más grande en su carrera hasta ahora, y ya veremos qué sucede con él después.

Si bien la situación de Roman Reigns puede ser muy preocupante para WWE, a nosotros nos deja con un WrestleMania muy curioso. Por lo visto en Raw, hay pronóstico de abucheos masivos para Roman y ovación para Triple H, el heel. Si pensamos en el largo plazo, viendo más allá del WM que ya está cerca, habría que pensar menos en colocar a Roman Reigns como la cara de la empresa y más en salvar su carrera. El tipo tiene mucho potencial, pero las decisiones de bookeo le han jugado en contra, y sería una lástima que su talento se desperdiciara. Tomando como ejemplo lo que ha hecho TNA para que Ethan Carter III se ponga tan over como está ahora mismo, pienso que le caería bien a Roman un turn heel. Los fans hardcore ya lo abuchean, y sería una buena oportunidad para verlo en un rol distinto, incluso más suelto, y así refrescar su personaje. No es como en el caso de John Cena, con quien es muy difícil pensar en un turn a estas alturas. Su futuro está en las manos de los creativos en WWE, como lo ha estado desde el inicio. Roman no es aquí el artífice de su fracaso, es la víctima.


Alessandro Leonardo
Colaborador en Solowrestling.com y conductor de A Ras De Lona
@URAle54

PUBLICIDAD

No te olvides de visitar Solowrestling, la web con todas las noticias de WWE. Síguenos en redes sociales, Facebook, Youtube, Twitter e Instagram.

Recuerda que el próximo evento premium de WWE es WWE Backlash y en Solowrestling estarás al día de todas las noticias relacionadas.

PUBLICIDAD