Daniel Bryan

Un poco de mi historia con el "Dragón Americano".

Cristóbal Meléndez Martin

09/02/2016 a las

Les quiero contar una pequeña historia.

Corría el año 2006,  mi última etapa escolar. Los sábados en la tarde eran un verdadero placer cuando prendía la televisión y veía WWE. Los domingos, esencialmente a fin de mes, se podía ver los PPV, demasiado cortados, pero finalmente lo teníamos ahí, al encender la TV. La empresa de Vince siempre ha tenido una particular relación con mi país, desde su arribo a un canal del cable, pasando por uno de los denominados “chicos” por su poca cobertura, un tiempo de exilio y un regreso a medio morir saltando. Para uno que no contaba con Internet en su casa,  ver esto que te apasionó en 1999 era todo un agradecimiento. Finalmente, mientras me preparaba de muy mala gana a dar una prueba que me permitiese ingresar a alguna universidad, mis padres pudieron contratar un servicio de Internet. Mi alegría era total, por fin podría ver el reinado como campeón indiscutido de Jericho, el debut de Lesnar, Orton o John Cena; tenía en mi hogar la posibilidad de descargar eventos a destajo, sin la necesidad de comprar un roñoso VHS o ir a la casa de un amigo por las noches. Con en el mundo de la Web en mis pies, empecé a conocer foros, blogs y páginas dedicadas a la lucha libre.  Fue así donde empecé a leer repetidamente el nombre de Bryan Danielson, un wrestler al que llamaban Best in the World y que luchaba en pequeños recintos, nada en comparación a lo que  estaba acostumbrado. Al principio fui bastante receloso con la invitación que algunos “expertos” hacían de ver empresas anexas a WWE, lo encontré un cambio brusco, como pasarse de la Premier League al fútbol croata. En general era bastante cerrado cuando tenía 17 años...

No obstante, un destello (más bien un blog en particular) me hizo cambiar de opinión y le di una oportunidad a ese tal Bryan Danielson. Así me descargué la triple amenaza donde enfrenta a Low Ki y Daniels. Lo primero en preguntarme fue cómo un luchador de esas características era sindicado como el mejor de todo el mundo. Su aspecto físico y principalmente su tamaño me hacían dudar, basado en parte a los prejuicios aprendidos con la compañía de Vince. Así que bajé otro combate para tener una nueva percepción, y otro, y otro, y otro…. No paré, se convirtió en un verdadero vicio.  Clásicos contra Nigel, Morishima, Kenta, entre otros, desfilaban por esa carpeta de descargas con el servil auspicio de Megaupload. Así, peleas tras peleas, me convencía que ese apodo de Best in the World era más que merecido.  No sólo eso, empecé a sentir una empatía y cariño muy poderoso. Tenía un nuevo favorito.

A pesar que no lo conozco, Momo, la persona a cargo de ese extinto blog que cito arriba cuyo nombre era “Holyshitwrestling”, me ayudó a conocer el wrestling independiente y joyas de diferentes latitudes del mundo, como Japón o México. Es cada línea suya dedicada a Danielson lo que repercute con más fuerza a la hora de escribir este artículo cuando la tristeza no se va. Así explicaba cuando Bryan salió número 19 en un ranking que elaboró el año 2007 respecto a los 100 mejores luchadores de la historia, en donde por varios meses abrió un sistema de votación para que la gente eligiera. “Y así empezó el reinado más genial de los último años, a pesar de ser mark del reinado de Cena, y que también todas sus defensas fueron buenas, a pesar del reinado de Kobashi que mencioné más arriba, no creo que NADA se compare a ver a este wn con el título. A lo largo de las 38 defensas Danielson demostró que lo de ser el Best in the World distaba de ser un personaje, era una realidad, se me vienen a la mente las batallas épicas con Strong, con Samoa Joe, las batallas de otro mundo con Nigel McGuinness, las sorprendentemente excelentes defensas contra Delirious, las bulladas luchas contra KENTA, y hasta una que otra lucha con un retador aleatorio como Jimmy Yang, para terminar contra Homicide en una de las luchas más emocionantes de la historia de la compañía. Eso sin contar el dominio del micrófono, ser un rudo de 5 estrellas, con un carisma único y casi difícil de pillar hoy por hoy, obligando al árbitro a que lo presente como Best in the Wolrd, no haciendo las maniobras que el público le pide, ignorando los conteos, las cuerdas, y más encima ganar limpiamente, burlarse del rival, de la gente y sacar en cara que es el mejor del mundo”. Quise mantener algunos modismos chilenos, pido disculpas a quien no entienda del todo.

El resto ya es historia. Bryan Danielson pasa a ser Daniel Bryan y debuta en WWE, hasta que un 08 de febrero de 2016 decide retirarse. Mucho se discute sobre el trato que recibió, si fue algo forzado por la gente o nació de lo más genuino de los jerarcas, no me parece oportuno mencionarlo en este contexto. Hoy quiero hablar desde lo más profundo, dejar que el alma y el corazón se explayen para explicar lo que Daniel ha logrado en este servidor. Con más exposición llegaron las entrevistas y no se necesitaba conocerlo personalmente para darse cuenta el tipo de persona que es. Admirado y muy querido por sus pares, logró calar hondo en el corazón de miles y miles de personas. Acá uno de esa amplia lista.

Para cerrar mi historia me quiero tomar la libertad de compartir con ustedes sentimientos, emociones, llantos y alegrías.  A fines del 2013 sufrí unos de los golpes más terribles, la pérdida del ser querido más importante que uno puede tener. Fue devastador. Dentro de varias cosas, el wrestling resultó una vía de escape, una forma de sanar. Era el pleno apogeo de la popularidad de Bryan, lo cual fue más clave aun. Llegó WM XXX y lo único que quería era ver su coronación, no me importó lo de Undertaker o no quería ver a Lesnar, necesitaba ver con los títulos a Daniel en aquel lugar donde comenzó mi aventura con el wrestling. Celebré como cuando mi equipo de fútbol logra el tan esquivo campeonato, fue un momento donde los dolores se escondieron para dar rienda suelta a la felicidad absoluta. Un instante único, lleno de algarabía tras ver triunfar a ese luchador que años atrás peleaba en un gimnasio ante escasas personas.  Sentí orgullo, mucho orgullo. Su humildad, personalidad, valores y ética me conquistaron, a tal punto que empecé una cruzada ahorrativa para ir a Wrestlemania al año siguiente y verlo luchar en vivo o poder tomarme una fotografía con él. Lo hice, con esfuerzo, garra, pena, frustraciones, dolores y más, al igual como lo hizo Bryan en su vida. Es algo que sin duda atesoraré para siempre. Tras esto aprendí a que no debemos sentir vergüenza cuando alguien critique nuestra pasión por esto,  la lucha libre puede lograr grandes cosas, pequeños detalles que nos ayudan mucho. Ver a Bryan levantando esos títulos es algo que para el resto de los mortales será inexplicable, para mí será un recuerdo único.

La madrugada del lunes estaba ilusionado, leía noticias sobre un posible regreso de Bryan y no daba de la emoción. Con Roxas analizamos diferentes variables sobre su regreso en Twitter. Intenté dormir pero fue difícil, estaba ansioso y elaboraba distintos escenarios. En la tarde, mientras por fin dormía (tengo un horario de trabajo desastroso) recibí un llamado de mi novia, el primero lo ignoré, en la segunda contesté. “Daniel Bryan se retira de la lucha libre”, me dijo, con tono de preocupación. Me enojé con ella, en un acto demasiado egoista de mi parte, es que escuchar una noticia tan sorpresiva golpea a cualquiera. Corrí a prender el computador y listo, esa ilusión se derrumbó para transformarse en un tablero de ajedrez donde las piezas van cayendo una por una… 

Bryan Danielson, American Dragon, Daniel Bryan, el líder del Yes Movement colgó las botas, una noticia tremenda para todos los aficionados. Ahora queda desearle lo mejor en sus futuros proyectos, que por fin pueda disfrutar de una vida que lo ha golpeado desde la muerte de su padre a la de uno de sus máximos seguidores. Deseo que con Brie puedan completar todos sus planes y que Bryan encuentre alguna nueva pasión. Será difícil, el wrestling era su amor. Para mí ya es complejo encontrar a alguien que llene su vacío.

Bryan habló de gratitud en su discurso final, no puedo ser menos:

Gracias Bryan Lloyd Danielson por recibirme con una gran sonrisa el día que nos sacamos una fotografía y te pedí si podías levantar los brazos; gracias por transmitir esa pasión por este hermoso arte como nadie jamás lo ha hecho; gracias por tu humildad, sabiduría y extrema calma; gracias por cada uno de tus tremendos combates; gracias por acercarme a ROH; gracias por entregarme una alegría en un momento difícil de mi vida; gracias por despedirte de esa forma de los fanáticos en tu acto de despedida, un gesto brutal que aprieta hasta la garganta más insensible; y finalmente muchas gracias por ser uno, sino el mejor luchador de todos los tiempos. 

Shut the hell up
Twitter: cmelendezm y dosdossolodos
cristobal.melendez.m
Blog: dosdossolodos

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