Derribando mitos: El ángulo de la 'Invasión'

Atrás quedan las aventuras personales para retomar los artículos de opinión. Acá comienza la primera edición de 'derribando mitos'.

Cristóbal Meléndez

19/05/2015 a las

26 de marzo de 2001. Vince McMahon abre los fuegos del último Monday Night Nitro, en un hecho histórico que ponía fin a la rivalidad entre la WWE y la WCW por la audiencia de los lunes y que auguraba el comienzo de un feudo extraordinario. Sin embargo, esto estuvo lejos de suceder.

El ángulo de la "Invasión" debe ser una de las historias con más incoherencias del wrestling a nivel mundial. No sólo eso, es el máximo ejemplo de cómo desaprovechar algo histórico para convertirlo en un suceso inferior. Es, a la postre, un mito sobrevalorado. Hablo de sobrevaloración porque en foros, páginas de wrestling y en los siempre molestos comentarios de Youtube, existe una alta estimación de este ángulo y en general, de todo lo que huela a la Era Attitude.

El primer ejemplo de lo mal planteado que estuvo este feudo empieza con Shane McMahon presentado como el nuevo dueño -kayfabe- de WCW. Desde ese momento ya uno se imaginaba una continuación del feudo entre hijo y padre de Wrestlemania 17. No fue lo único, puesto que al rato se uniría Stephanie como la dueña de ECW para ir, junto a su hermano, tras el imperio de Vince. La Invasión, a la postre, resultó ser la excusa perfecta para plantear un feudo entre los McMahon, con sus egos y demás. Y es que resulta impensado plantear algo así con dos personas ajenas a WCW y ECW a la cabeza. Esto, más que nada, sirvió para elevar el estatus de la familia.

El otro problema ya es algo bastante conocido, y como tal, discutido: el apuro en salir rápido con la historia. De WCW no reclutaron ningún nombre potente, y sin bien figuras como Booker T o DDP tenían cierta relevancia, estaban lejos del impacto de un NWO, Goldberg, Flair o Sting. Por parte de ECW, tuvieron que traer a figuras del propio roster de WWE, como los Dudleys, Raven o Rhyno. Tenían a Heyman, con un papel bastante menor en desmedro de Steph, limitándose a su rol como comentarista. Lo claro, es que Vince no quiso un feudo a la altura, porque una vez terminado Survivor Series debuta Flair, en febrero de 2002 debuta NWO, en julio de ese mismo año hace lo propio Eric Bischoff y en noviembre tenemos la llegada de Scott Steiner. O sea, si tarde o temprano lo ibas a contratar, ¿por qué no esperaste un poco?

La sarta de malas decisiones no terminaría ahí. Stone Cold, el referente de WWE, el que se fue desechado de WCW, terminaría traicionando a la empresa de Vince para ser el líder de la "Alianza". Kurt Angle en el inicio del ángulo llegó a estar tremendamente over, se vislumbraba un futuro top babyface de la compañía, que donde salía arrasaba con la gente. Ese segmento de la "Milkmanía", que para algunos es bastante ridículo, para mí es asombroso. No obstante, tío Vince se le ocurre la estupidez de "virarlo a heel". Lo cierto, es que todo era parte de un plan absurdo de convertir al héroe olímpico en el topo de la alianza y así facilitar la victoria de la WWE. Ni todas las explicaciones bastaron para evitar que la gente le diera la espalda a kurt, que nunca más en su etapa en la empresa volvió a estar tan over con la gente como en esa parte del 2001. La Alianza, además, se nutrió de nombres que tenían mucho que ver con WCW y ECW como Test y Christian. Já. Regal, el comisionado de la WWE también les dio vuelta la espalda. Triple já. Hasta la exquisita Torrie Wilson, cara de la división femenina de la WCW, terminó uniéndose a la WWE en su alianza con Tajiri. O sea, pura risa.

El ángulo nació de manera extraña, tuvo un desarrollo donde tipos como Booker T constantemente eran humillados por sus rivales. Kronic pasaron sin pena ni gloria, aunque en este punto cuentan las malas lenguas hubo una especie de entierro por parte de Undertaker y de Kane, sí, del bueno de Kane. DDP y Rhyno partieron con fuerza y se desinflaron. Sobre el final, para demostrar la nula repercusión que tuvo el feudo, Stone Cold queda en ojos de la gente como el face, mientras que el salvador Angle como el heel. Un despelote total, una pérdida de tiempo.

A pesar de todo lo ya citado, y aunque parezca increíble, hay algunas cosas positivas que se rescatan de la Invasión. En primer lugar, la consolidación de Chris Jericho. Y2J junto a The Rock dieron la mejor lucha de todo el feudo, la que tuvieron por el WCW Tittle en No Mercy. Jericho demostró, tanto como face y su posterior etapa como heel, que estaba listo para dar el salto de calidad hacia las estelares. En segundo lugar; Rob Van Dam. Fue, sin duda, lo mejor que dio la "Alianza". Frescura, intensidad y potencia se mezclaron en RVD, que le otorgó al Hardcore Championship un sello de importancia muy pocas veces visto, en parte, gracias al apoyo de la gente. Detrás viene el feudo de Edge y Christian, que sí bien pudo haber sido mejor, demostró que ambos en solitario darían que hablar.

El ángulo de la "Invasión" es uno de los mitos más polémicos en la historia de la compañía. Con sus seguidores y detractores, siempre ha sido digno de análisis. De mi parte, siempre he estado en lo crítico. Aunque claro, la primera vez que lo vi, por un canal de televisión que daba los PPV como seis meses después de su transmisión oficial, no daba más de la emoción. Pero tras el paso del tiempo, en donde te nutres y vas conociendo más de este negocio, la decepción se hizo más fuerte. Lo que pudo ser algo histórico, no fue más que un sinfín de malas decisiones, de incoherencias y de resultados paupérrimos.

¿Y tú, de qué parte estás?

Así concluye la primera entrega de "derribando mitos", un espacio para reflexionar sobre los grandes temas del wrestling. Espero les haya gustado.

Shut the hell up.
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